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El ‘Parque Jurásico’ de Bolivia

Sucre, la capital del país andino, se ha convertido en el yacimiento de huellas de dinosaurios más importante del planeta

Andrés Rodríguez
Huellas de dinosaurios en el yacimiento de Cal Orck'o en Humaca.
Huellas de dinosaurios en el yacimiento de Cal Orck'o en Humaca.DIRECCIÓN DE TURISMO DE SUCRE

Al sur de Bolivia, a 693 kilómetros de La Paz —la sede del Gobierno—, se encuentra Sucre, la capital constitucional del país y del departamento de Chuquisaca. En este territorio, el director Steven Spielberg podría haberse imaginado otra continuación de su exitosa película Parque Jurásico. La región cuenta con el yacimiento con más huellas de dinosaurio del mundo. Además de ser un referente de la paleoicnología, la rama de la paleontología que se encarga del estudio de los icnofósiles, las marcas o pistas dejadas por organismos del pasado. 

En el mismo corazón de la denominada Ciudad Blanca de América, se encuentra el yacimiento de Cal Orck’o (cerro de cal en quechua), un promontorio rocoso de 1,5 kilómetros de longitud y 120 metros de altura. Descubierto en 1994 por el geólogo chuquisaqueño Hugo Heymman, cuenta con una extensión similar a la de seis canchas de fútbol y tiene la estampa grabada de los reptiles prehistóricos del período Cretácico, que comenzó hace 145 millones de años y terminó hace 66 millones. El doctor Mario Suárez Riglos escribió el primer informe preliminar, en el que indicaba que había más de 6.000 huellas. Pero estaba equivocado. De acuerdo con el último recuento que se hizo en abril de 2015, llevado a cabo por Christian Meyer, paleontólogo suizo y director del Museo de Historia Natural de Basilea, se han contabilizado 12.000 pisadas de 294 especies. 

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Hasta su descubrimiento, el sitio más grande e importante, con 3.000 huellas, era Khjoda-Pil-ata, en Turkmenistán (Asia Central). “En Cal Orck’o se han batido los récords en cuanto al número de especies que han habitado esta zona”, afirma Omar Medina, secretario de la Red Boliviana de Paleontología. 

Sin embargo, el departamento de Chuquisaca tiene más tesoros paleontológicos. En Maragua y Marca Quila Quila, a 70 kilómetros de la capital, en medio de laderas arenosas de tonalidades púrpura y cañones con vistas imponentes, se encuentra uno de los recientes hallazgos. Se trata de la huella más grande del mundo de un dinosaurio terópodo. Esta especie se caracterizaba por tener una dieta carnívora y el andar bípedo. Marcial Barrientos, técnico de la Dirección de Turismo de Sucre, cuenta que el guía Grover Marquina encontró la pisada casi por intuición. “En su totalidad mide 1,15 metros. Ya es considerada la más grande del mundo de esta especie”, precisa Barrientos. 

La validación científica de este descubrimiento la realizó Sebastián Apesteguía, paleontólogo argentino y doctor en ciencias naturales de la Universidad de La Plata. De acuerdo con su primera lectura, se creía que la huella podía pertenecer a un Abelisaurio, pero tampoco se descartaba que podría tratarse de un Megaraptor, una especie un poco más grande. “Empecé a tomar medidas, a ver cuánto medían las falanges y los ángulos entre los dedos, y parece más propio de un Tetanuro [una especie de terópodo], el gran grupo que incluye a los megaraptores. Nunca habíamos registrado en los hallazgos de huesos de esta especie algo mayor a los siete u ocho metros, mientras que esta huella se trataría de un animal de 14 o 15 metros”, agrega el especialista en reptiles del Cretácico. 

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Patrimonio Natural de la Humanidad

Chuquisaca se ha convertido en el kilómetro cero para los hallazgos de huellas de dinosaurio. Marcial Barrientos, técnico de la Dirección de Turismo de Sucre, explica que la gran cantidad de restos encontrados evidencia que la zona tenía, hace 66 millones de años, muchas lagunas y un clima tropical muy propicio para que los dinosaurios pudiesen desarrollar su vida.

Los sorprendentes hallazgos, año tras año, han convertido a este departamento en la meca de la paleoicnología mundial, motivo por el cual Cal Orck’o será postulado este año ante la Unesco —la agencia de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la cultura— como Patrimonio Natural de la Humanidad. Después se hará lo mismo con Maragua, Marca Quila Quila y Potolo.

Apesteguía incluso se anima a plantear la hipótesis de que podría tratarse de un Tetanuro del que no se tiene registro o conocimiento. Para llegar a donde se encuentra la pisada hay que recorrer caminos poco transitados por las montañas, con un guía y con el permiso de las autoridades de la Nación Qhara Qhara, las comunidades originarias de ese territorio que exigen su reconocimiento ancestral sobre la tierra.

El novedoso rastro de una cría de anquilosaurio, o el cráneo y la mandíbula de un cocodrilo cretácico de unos 67 a 70 millones de antigüedad son algunos de los hallazgos que figuran en la zona de Maragua y sus alrededores, en municipios como Potolo, Marca Quila Quila o el Cañón de Icla. Medina dice que es “muy complicado” sacar un número exacto de las huellas en esas zonas, por la gran cantidad de planchones de piedra que existe. Sin embargo, estima que la cifra es superior a la de Cal Orck’o.

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Sobre la firma

Andrés Rodríguez
Es periodista en la edición de EL PAÍS América. Su trabajo está especializado en cine. Trabaja en Ciudad de México

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