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Turquía usa el asalto a Mosul para extender su influencia en la región

El presidente Erdogan afirma que Ankara estará presente en la mesa de negociaciones

Andrés Mourenza
Erdogan este lunes en Congreso de Derecho Internacional en Estambul.
Erdogan este lunes en Congreso de Derecho Internacional en Estambul.Yasin Bulbul (AP)

“Estaremos en la operación y estaremos en la mesa (de negociaciones)”, afirmó este lunes el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en su valoración de la ofensiva lanzada por diversas fuerzas iraquíes con apoyo de la Coalición Internacional contra el último gran bastión del ISIS en Irak, la ciudad de Mosul: “Nuestros hermanos están allí, nuestros parientes están allí. Queda completamente descartado que no participemos”.

El pasado diciembre, el Ejército turco estableció una base en Bashiqa, unos 15 kilómetros al noreste de Mosul, a la que envió unos 150 militares y dos docenas de tanques. Ankara asegura haber instruido allí a unos 3.000 hombres, tanto peshmerga adscritos al Gobierno Regional del Kurdistán iraquí (KRG) como a fuerzas suníes comandadas por Atheel al Nujaifi, exgobernador de Mosul, enfrentado al Gobierno prochií de Bagdad y al que ahora protege el presidente kurdoiraquí Masud Barzani. De estos tres millares de combatientes, fuentes militares turcas citadas por Reuters aseguraron que 1.500 participan en la presente ofensiva contra el ISIS en Mosul y el resto espera en la retaguardia. La idea de Turquía y del KRG es que las tropas de Nujaifi —árabes suníes— sean las que penetren en la ciudad para evitar una confrontación sectaria.

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Sin embargo, la presencia turca en el norte del país ha despertado las iras de Bagdad. El Parlamento iraquí votó este mes una moción en la que se califica el despliegue turco de “ocupación” y “violación de la soberanía” iraquí, y el primer ministro, el chií Haider al Abadi, se burló de Erdogan diciendo: “Liberaremos nuestra tierra mediante de la determinación de nuestros hombres, no gracias a llamadas por videoconferencia”. El mandatario turco respondió enfurecido: “¡Deberías saber cuál es tu lugar! Tú (Abadi) no estás a mi nivel ni eres mi interlocutor ni tienes la calidad que yo tengo”. Con todo, en las últimas horas la diplomacia turca ha intentado un acercamiento con Bagdad a través de llamadas telefónicas y despachando una delegación a la capital iraquí.

“Para Turquía, Mosul tiene gran importancia desde el punto de vista geoestratégico y de seguridad. Además, nos unen lazos culturales, religiosos e históricos”, subraya el analista y militar retirado turco Abdullah Agar en declaraciones a este diario. No en vano, la cuestión sobre la soberanía de la provincia otomana de Mosul, invadida por los británicos en 1918 tras la firma de un armisticio con la Sublime Puerta, fue uno de los contenciosos que pervivió tras la fundación de la República de Turquía (1923) con sus actuales fronteras. Turquía reclamaba su soberanía, mientras que el Reino Unido —consciente de la importancia de sus pozos de petróleo— defendió su incorporación al nuevo Reino de Irak, bajo protectorado británico. La Sociedad de Naciones dio la razón a Londres en 1926.

“Mosul es de los mosulitas”, manifestó este lunes el viceprimer ministro turco, Numan Kurtulmus, y advirtió de que “si se alteran los equilibrios demográficos, el resultado podría ser muy grave”. Turquía teme que la participación de milicias chiíes radicales en la ofensiva provoque la huida de la población suní o abra la puerta a una nueva etapa de luchas sectarias.

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Pero además, sostiene Agar, existe el miedo a que “el grupo terrorista separatista (kurdo) PKK aproveche el caos para reforzar su posición en Irak”. Esta organización armada kurdoturca, junto a sus aliados kurdosirios de las YPG y las milicias kurdoiraquíes yazidíes YBS, controla el crucial enclave de Sinjar, situado en la ruta que comunica los dominios del ISIS en Irak y Siria, y podría abrir un tercer frente contra Mosul atacando desde el oeste. De acuerdo con Agar, si el PKK atacase Tal Afar —una localidad en manos del ISIS a medio camino entre Sinyar y Mosul cuya población es mayoritariamente de etnia turcomana—, ello supondría “cruzar una línea roja para Turquía”. Entonces, se pondrían en marcha los “planes B y C” que ha mencionado Erdogan en los últimos días y que, para este experto, podrían incluir el envío de tropas desde Turquía.

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