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El conductor de tuk-tuk que hizo temblar al régimen de Al Sisi

El vídeo de una entrevista a un humilde taxista se convirtió en viral en Egipto por sus elocuentes críticas

Como en otras megalópolis de países en vías de desarrollo, los tuk-tuk, esos ligeros vehículos de tres ruedas que asemejan un sidecar con toldo, son los taxis de los arrabales de El Cairo. Su reducido tamaño -y precio- es ideal para colarse en las estrechas callejuelas, a menudo sin asfaltar, de los suburbios cairotas donde los taxis convencionales no pueden -o quieren- entrar. El Gobierno prohíbe a los tuk-tuk circular por el centro de la ciudad, más que por una cuestión de fluidez de su embarullado tráfico, porque dan una mala imagen a los turistas. Ya se sabe, la pobreza no es estética.

De esa condescendencia se nutre el fenómeno Mustafá Abdelaziz al-Laithi, un conductor de tuk-tuk convertido en una celebridad en Egipto después de aparecer en un reportaje del programa “Uno de la gente” de la cadena al-Hayat. Un reportero salió a la calle de un barrio popular para preguntar a los transeúntes una simple pregunta: ¿Cuáles son sus quejas? Al-Laithi, al volante de su tuk-tuk aprovechó la ocasión para despacharse a gusto sobre el deplorable estado de Egipto, expresando una frustración compartida por millones de egipcios.

Antes de terminar su diatriba de unos tres minutos, el periodista quedó tan anonadado por su elocuencia y sofisticación que le interrumpió para preguntarle: “¿Tú qué has estudiado?”. “Soy graduado del tuk-tuk, pero déjame acabar”, respondió el conductor, generando un popular hashtag (#soy_graduado_deltuktuk). El vídeo de su invectiva, colgado en la página web del programa, se convirtió en viral en las redes sociales. En cuestión de pocos días ya sumaba más de 4,5 millones de visitas en YouTube, y se multiplicaban los elogios a al-Laithi y las chanzas sobre régimen del mariscal al Sisi.

Ahí van algunos de sus dardos más envenenados:

1.-Sobre la manipulación de los medios de comunicación oficialistas: “Miramos la televisión y parece que Egipto es Viena. Salimos a la calle y vemos que es el primo de Somalia. Por Dios, dime qué ha pasado y cuál es la solución”.

2.-Sobre los proyectos faraónicos del mariscal: “Y continuamos tirando dinero en proyectos nacionales que no sirven para nada y nuestro sistema educativo es un desastre de un nivel peor del que puede imaginar ...¿Como podemos tener, perdóneme, una persona que no tiene educación, hambrienta y con mala salud, y darle proyectos nacionales como esos? ...

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3.-Sobre los fastos de la celebración en Sharm el Sheij de los 150 años de parlamentarismo en Egipto: “Los que mandan van a celebrarlo, perdóneme, pero lo celebran con 38 delegaciones gastándose 25 millones de libras (unos 2,3 millones de euros) y el ciudadano pobre no puede encontrar un kilo de arroz en la calle.

4.-Sobre la naturaleza de los gobernantes: “No hay nadie a quién le importe Egipto, que ame Egipto para decir No! Es injusto que un atajo de mercaderes hayan tomado el pelo a la gente en nombre del patriotismo, la democracia, la justicia social y sus acciones están tan alejadas como es posible de la democracia y la justicia”.

Tan desnudo dejó al rey, que el régimen ordenó retirar el vídeo de las redes, y sus acólitos iniciaron una campaña de difamación contra el bueno de al-Laithi. Que si pertenece a los proscritos Hermanos Musulmanes -la bestia negra de al Sisi-, que si no es un realmente un conductor de tuk-tuks, sino un profesor de ciencias ... Incluso ha circulado por las redes el bulo de que ha muerto, acompañado de una foto. Tal es el frenesí mediático en torno a su persona, que el pobre conductor ha decidido refugiarse en casas de su familia política. No es de extrañar, por críticas menos severas, a uno lo pueden arrestar y torturar en este plató gigante de snuff movies en el que se han convertido las comisarias y cárceles de Egipto.

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