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Argentina debate si 18 feriados al año son un exceso

Las cámaras de comercio piden reducirlos, pero chocan con la defensa del sector turístico

Federico Rivas Molina
Vista de Mar del Plata, centro de turismo veraniego en Argentina.
Vista de Mar del Plata, centro de turismo veraniego en Argentina.Ente Municipal de Turismo de Mar del Plata

Cuando termine 2016 los argentinos habrán disfrutado de 18 días feriados, siete de los cuales formaran puentes con el fin de semana. Basta comparar con los diez días no laborables del calendario en Chile, los cinco puentes que tiene México y los 12 días que celebra España (ocho simultáneos de los 12 que hay en todas las comunidades) para comprender el impacto que puede tener la cifra argentina en empresas y comercios. En el origen está una política del kirchnerismo para fomentar el turismo fuera de temporada. Como estrategia se dividió los feriados en inamovibles, trasladables y puente. Los primeros deben dejarse donde están cualquiera sea el día de la semana en que caigan, los segundos se mueven a lunes o viernes para formar un puente; y los terceros, tal vez los más polémicos, se declaran no laborables cuando el feriado cae jueves o martes para formar un fin de semana de cuatro días. Habrá, por ejemplo, uno en diciembre, cuando el viernes 9 se una al jueves 8, el día de la Virgen. El sector turístico fue siempre un gran defensor de esta política. Pero los tiempos han cambiado, la crisis económica no cede y no todos están de acuerdo con los supuestos beneficios de los feriados. La Cámara Argentina de Comercio (CAC) se puso al frente de una campaña por la reducción con el argumento de que aumenta los costos y perjudica las ventas en las ciudades no turísticas.

Un sondeo de la CAC realizado en todo el país entre 97 cámaras asociadas, en su gran mayoría de pymes, determinó que el 71% de los encuestados opina que los feriados tienen un efecto negativo sobre su actividad y que su número es excesivo. Los motivos fueron el mayor costo laboral de esas jornadas (deben pagar doble a sus empleados) y una caída en el número de clientes y, por ende, en la facturación. "Los factores negativos son variados. Por ejemplo, cae el transporte público y la gente prefiere ir en auto a los grandes centros comerciales, afectando a los pequeños comercios. Y si además tienen que pagar doble jornada a sus empleados se potencia la competencia desleal con el vendedor informal que no cumple con sus impuestos", dice Gonzalo De León, economista de la CAC y responsable del estudio. De León asegura que incluso en los sectores supuestamente más beneficiados hay críticas. "Algunos hoteleros nos dijeron que como los feriados son tantos los turistas se reparten y no les cierran los números de cada fin de semana. Además puede ocurrir un evento climático menor que hace que los turistas suspendan sus vacaciones, porque saben que tienen otro. Si hay menos días, aunque llueva un poco los turistas viajan", dice el economista de la CAC.

Claro que no todos están de acuerdo, sobre todo en los grandes centros turísticos como Mar del Plata, la mayor ciudad balnearia de Argentina. Más de 380.000 mil turistas visitan cada año la ciudad durante los fines de semana largos y dejan 800 millones de pesos (53,3 millones de dólares). Por eso el presidente de la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP), Raúl Lamacchia, es un férreo defensor de los feriados. "Han generado grandes beneficios en todos los centros turísticos del país. No es cierto que caen la ventas, porque lo que se produce es una redistribución de los recursos, una circulación de la actividad económica que es positiva para todos, incluso para Buenos Aires, porque ella también recibe las consecuencias positivas de ese movimiento", dice Lamacchia.

Debate en el Congreso

El empresario considera que cualquier cambio debe pasar por el Congreso, donde están representadas las provincias, tanto las turísticas como las no turísticas. El macrismo ya dio señales de que está dispuesto a bajar la cantidad de feriados, en línea con el espíritu empresario de la mayoría de sus ministros. Pero no le será fácil. Basta recordar lo que pasó en junio pasado, cuando la oposición aprobó en tiempo récord día no laborable el viernes 17 de ese mes. La excusa fue recordar a Miguel de Güemes, un prócer de la independencia argentina que no tenía su fecha en el calendario. El presidente Mauricio Macri estuvo a punto de vetar la decisión porque como el lunes 20 de junio se conmemoró el Día de la Bandera, la fecha dedicada a Güemes formó un inesperado puente de 4 días. El incidente, aunque menor, tuvo alto impacto político porque marcó los límites que la oposición kirchnerista estaba dispuesta a poner a Macri en el Congreso, donde el oficialismo está en minoría.

En ese escenario debe decidir ahora que hará con los feriados de 2017. Mientras el sector turístico pide que se mantengan, la CAC hace campaña por una reducción. "Lo que decimos, en concreto, es que la mayor cantidad de las cámaras de la CAC entienden que el número de feriados es excesivo", dice De León. "Nosotros estamos convencidos de que eliminarlos es un grave error", advierte Lamacchia. Macri deberá tomar una decisión antes de fin de año.

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Sobre la firma

Federico Rivas Molina
Es corresponsal de EL PAÍS en Argentina desde 2016. Fue editor de la edición América. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires y máster en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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