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El comisario europeo que se burló de chinos, gais y valones pide perdón

Pekín criticó horas antes "el sentimiento de superioridad" de algunos políticos occidentales

Álvaro Sánchez
El comisario Oettinger junto a la canciller alemana Angela Merkel.
El comisario Oettinger junto a la canciller alemana Angela Merkel.EFE

Las críticas del Gobierno chino han bastado para que el comisario europeo de Sociedad Digital, Günther Oettinger, dé marcha atrás. El político alemán ha pedido perdón este jueves por sus alusiones a China durante una cena con empresarios en Hamburgo, que fue grabada y publicada por uno de los comensales. En dicho encuentro, Oettinger utilizó la expresión "ojos rasgados" para referirse a los habitantes del gigante asiático. "He tenido tiempo de reflexionar sobre mi discurso y me he dado cuenta de que las palabras que utilicé han creado malestar e incluso herido a la gente. Esa no era mi intención y me gustaría disculparme por cualquier comentario que no haya sido lo suficientemente respetuoso", ha señalado Oettinger en un comunicado.

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Sus palabras llegan solo un día después de que el propio Oettinger se negara a rectificar sus comentarios. "No hay nada que lamentar", aseguró poco después de que saltara el escándalo. La queja pública de China se antoja el factor decisivo que le ha empujado a reaccionar solo unas horas después. "Esas afirmaciones demuestran que determinados políticos occidentales han  interiorizado un alarmante sentimiento de superioridad", señaló este miércoles Hua Chunying, portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino durante una conferencia de prensa. Oettinger justifica que su alocución se produjo en una atmósfera relajada: "Fui sincero y abierto. No era un discurso leído".

El comisario también ha aprovechado para presentar sus excusas a la región belga de Valonia, a la que ridiculizó por su oposición al tratado de libre comercio con Canadá: "No es aceptable que una microrregión dirigida por comunistas bloquee toda Europa", aseguró durante la cena. Su salida de tono provocó la respuesta del presidente de la región, Paul Magnette, que llamó a la Comisión a tomar medidas contra él. Ahora Oettinger recula: "Lamento que se malinterpretaran algunas de mis palabras sobre Valonia, que no solo es históricamente una importante región europea sino que contribuye a la diversidad cultural y política de Europa", explica en el comunicado.

El nombre de Oettinger suena en todas las quinielas para suplir la marcha de la actual comisaria de Presupuestos, Kristalina Georgieva, que asumirá un nuevo cargo en el Banco Mundial a partir del próximo 2 de enero. La polémica generada le ha puesto en el ojo del huracán y algunos eurodiputados y ONG han exigido su salida de la Comisión Europea.

También se ha disculpado por los ejemplos que eligió para ilustrar su intervención—aseguró que pronto sería obligatorio el matrimonio homosexual— y ha repetido algunos de los mensajes dirigidos a su país, Alemania, que ya lanzó durante la cena . "Si los alemanes basan su política laboral en reducir la edad de jubilación y aumentar las pensiones, que nadie se sorprenda si perdemos la batalla global de la competitividad. Lo mismo se puede decir para Europa como conjunto".

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El comunicado de Oettinger concluye en el mismo tono conciliador, pero con un recado a Pekín sobre las relaciones entre compañías chinas y europeas: "Tengo un gran respeto por el funcionamiento de la economía china. Son nuestros socios y un duro competidor. Sin embargo, necesitamos un marco de actuación en el que empresas chinas puedan comprar europeas y viceversa. Es importante que esto sea bidireccional, y veo margen de mejora ahí".

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Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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