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Argentina queda fuera del ranking educativo PISA 2015

La OCDE considera que la muestra tomada en 2015 no es representiva

Federico Rivas Molina
Protesta de estudiantes secundarios frente al ministerio de Educación en Buenos Aires.
Protesta de estudiantes secundarios frente al ministerio de Educación en Buenos Aires.Telam

Argentina ha quedado fuera de la mayor prueba mundial de calidad educativa, el informe PISA. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que reúne a los países de economías desarrolladas y a cargo de la evaluación, decidió no publicar los resultados obtenidos el año pasado en el país sudamericano por considerar que “la muestra no cubría la población objetivo, debido a la potencial omisión de escuelas del marco muestral”. Es decir que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, en el poder cuando se realizó la prueba, excluyó ciertas escuelas y sumó otras en relación al listado presentado en 2012, año de la anterior edición de PISA. La OCDE entendió que estos cambios volvieron incomparables los datos trianuales del caso argentino y decidió excluirlo de la prueba.

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"Esto tiene que ver con fallas graves en la metodología de la construcción de la muestra. Esta información la tenemos desde hace varios meses y dos organismos independientes ratificaron la opinión de la OCDE", dijo en una rueda de prensa el ministro de Educación, Esteban Bullrich. "La verdad que éste es el país que no queremos, ser noticia porque no hicimos las cosas bien. Esto se parece a ese país que no tenía compromiso con las estadísticas y la verdad, y ese es el país que vinimos a cambiar", agregó, en referencia a la gestión que antecedió a la presidente Mauricio Macri. El ministro confirmó que Argentina participará en la próxima prueba, pero "con la muestra correcta". "Hemos logrado al menos que los resultados se publiquen por separado. Pero no estamos en el ranking porque los datos no son comparables", admitió.

El kirchnerismo siempre tuvo una relación de tensión con la prueba PISA. En 2012, el ministro de Educación de entonces, Alberto Sileoni, amenazó con no participar. El argumento fue que la estandarización de las variables no toma en cuenta las particularidades de las poblaciones educativas locales, lo que explicaba que Argentina hubiese pasado del puesto 37 en el ranking de 2000, el primero que realizó la OCDE, al 53 en 2006 y al 58 en 2009. En 2012, Argentina se ubicó en el puesto 59 a nivel internacional y 6 en América Latina. Sileoni propuso abandonar la prueba, pero la decisión de la ciudad de Buenos Aires de participar con una muestra propia convenció al gobierno nacional de la necesidad de quedarse. Fue en el fondo una cuestión de disputa política: en 2012, el alcalde de Buenos Aires era Macri, hoy presidente, y el secretario de Educación era Bullrich, un férreo defensor de las pruebas de calidad educativas y hoy ministro.

El problema de la muestra tomada en Argentina en 2015 fue, según la OCDE, puramente estadísitco. “En Argentina, la prueba PISA fue implementada de acuerdo con los estándares operativos y las guías de la OCDE. Sin embargo, hubo una disminución significativa en la proporción de estudiantes de 15 años abarcados por la evaluación, tanto en términos absolutos como relativos”, sostiene el informe presentado esta mañana en Londres, sobre la base de los resultados obtenidos en 72 países. “Hubo una reestructuración de las escuelas secundarias en Argentina, lo que probablemente afectó la selección de escuelas listadas en el marco muestral”, añade.

La reestructuración a la que refiere la OCDE tiene que ver con la “desaparición” en términos administrativos de miles de escuelas primarias y secundarias que se fusionaron en un nuevo sistema. Esto alteró el listado de escuelas presentado por Argentina en 2015. Los cambios fueron suficientes para que la OCDE considere que los datos de este año no eran comparabales con los anteriores, aunque en ningún momento habló de una manipulación adrede, tendiente a mejorar la estadística. El exministro Sileone defendió el listado presentado por su administración. "No hemos mandado algunas escuelas que habíamos mandado en la muestra 2012 porque esas escuelas no existen más. Esta es una explicación técnica que deviene en una circunstancia política. Esas explicaciones nosotros se la dimos a PISA", dijo Sileoni a la radio argentina Vorterix.

El resultado de 2012 sobre Argentina había determinado que el 53,6% de los chicos de 15 años no superó el nivel mínimo de lectura y el 50,9% no entendió las preguntas relacionadas a temas científicos. En cuanto a Matemática, el 66,5% de los estudiantes no pudo resolver los cálculos de la prueba. El informe incluso alertó sobre el riesgo de abandono escolar. La discusión en Argentina creció ante la evidencia de que el país ya no era un ejemplo regional de calidad educativa, como en años anteriores, superado por países como Chile. Este año, Chile volvió a liderar entre los países de América Latina, seguido por Uruguay, Costa Rica, Colombia, México, Brasil y Perú. Sin embargo, ninguno de ellos logró superar la mitad de la tabla en la competencia global. Allí lideró Singapur, con 556 puntos, apenas por encima de Japón, Estonia, China Taipei y Finlandia.

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Sobre la firma

Federico Rivas Molina
Es corresponsal de EL PAÍS en Argentina desde 2016. Fue editor de la edición América. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires y máster en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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