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Venezuela impone su presencia en la cumbre de cancilleres de Mercosur

La ministra Delcy Rodríguez se da por invitada a la reunión en Buenos Aires pese a la suspensión de Caracas en el bloque

Federico Rivas Molina
La canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, anuncia en una rueda de prensa que su país ha cumplido con el 95% de las exigencias comerciales del Mercosur.
La canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, anuncia en una rueda de prensa que su país ha cumplido con el 95% de las exigencias comerciales del Mercosur.EFE

La suspensión de Venezuela como miembro pleno de Mercosur ha convertido la cumbre de cancilleres prevista para este miércoles en un problema político. La ministra de Exteriores venezolana, Delcy Rodríguez, se dio por invitada pese a la negativa de sus pares de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y tiene previsto viajar a Buenos Aires para promover la “defensa legítima” de los derechos de su país. Paraguay, a través de su canciller Eladio Loizaga, ya advirtió que Rodríguez no podrá participar del encuentro porque Caracas ha perdido sus derechos desde el 2 de diciembre pasado, cuando venció el plazo para que adecúe sus normas comerciales al protocolo de adhesión que firmó en 2012. Venezuela no aceptó esa suspensión y ahora ha forzado a sus socios a una situación insólita. Rodríguez podrá reunirse con su par argentina Susana Malcorra, pero tendrá vedado el acceso al encuentro multilateral.

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La crisis de Mercosur no tiene antecedentes. Venezuela pasó de ser en 2012 un país que, de la mano del fallecido Hugo Chávez, garantizaría el suministro de crudo a la región a un paria ideológico que no es bienvenido. El triunfo de Mauricio Macri en Argentina y la llegada al poder de Michel Temer en Brasil han dejado cada vez más solo al Gobierno de Nicolás Maduro, una situación que se consumó hace poco más de 10 días con la suspensión.

Venezuela se encontraba entonces al frente de la presidencia pro tempore del bloque pese a no tener el consenso del resto de los socios. Ahora se ha declarado en rebeldía y se ha negado a perder sus derechos. En su defensa, el Gobierno de Maduro argumentó que su país ya ha cumplido con el 95% de las normativas comerciales del bloque. Y por eso acusó a Argentina, Brasil y Paraguay de conformar un grupo “dictatorial” dispuesto a relegarlo.

“Ni la intolerancia burócrata ni modales dictatoriales de funcionarios del Plan Cóndor [el pacto de dictaduras militares del Cono Sur que en los 70 persiguió a opositores fuera de las fronteras] impedirán que Venezuela ejerza sus derechos soberanos. Venezuela es Estado parte conforme a los tratados”, escribió Rodríguez en su cuenta en Twitter, después de anunciar su inminente viaje a Buenos Aires. La decisión de la canciller venezolana fue un claro desafío para la diplomacia regional. Loizada ha anticipado que Rodríguez podrá reunirse en forma bilateral con la argentina Malcorra, pero no podrá ingresar a la reunión de cancilleres porque “tiene encima la decisión por la cual se ha cesado en sus derechos”. "[Rodríguez] no va a participar y si participa nosotros no lo aceptaríamos, porque es una decisión tomada", dijo el ministro paraguayo desde Asunción.

Además de Malcorra y Loizaga, coincidirán en Buenos Aires el brasileño José Serra y el uruguayo Rodolfo Nin Novoa. Allí discutirán la agenda del primer semestre de 2017, cuando Argentina asumirá la presidencia pro tempore del bloque. El puesto está ahora en manos de un grupo colegiado, tras la decisión de no reconocer la autoridad de Venezuela, en el cargo por corresponderle por orden alfabético tras la dimisión de Uruguay. Esta crisis de Mercosur ha provocado que no se hayan podido realizar cumbres de presidentes, solo de cancilleres. La última del máximo nivel fue hace un año, en Asunción. La de enero que tendría que hacerse en Argentina también se ha cancelado. Si se convocara, Maduro podría hacer acto de presencia como su canciller e intentar monopolizarla.

El problema de fondo se basa en que Paraguay y Brasil repudiaron lo que consideraron violaciones a los derechos humanos cometidas por Maduro contra la oposición interna. Argentina se mantuvo en una posición expectante hasta que Caracas decidió suspender el referendo revocatorio del mandato presidencial impulsado por el antichavismo. A partir de ese momento avanzó el plan de suspensión, lo que ha puesto al Mercosur en una inédita situación de doble comando: los socios fundadores por un lado y Venezuela en el otro.

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Sobre la firma

Federico Rivas Molina
Es corresponsal de EL PAÍS en Argentina desde 2016. Fue editor de la edición América. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires y máster en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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