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Los inmigrantes toman las calles de Los Ángeles contra Donald Trump

Una coalición de ONG, sindicatos y políticos se manifiesta en el centro de la ciudad con más inmigrantes y anticipa la resistencia al futuro presidente

Pablo Ximénez de Sandoval

Una amalgama de asociaciones de defensa de los inmigrantes, sindicatos, religiosos y políticos se dieron cita este domingo en el centro de Los Ángeles para mandar un mensaje de resistencia ante la presidencia de Donald Trump que comienza dentro de un mes. Aprovechando el Día Internacional del Migrante, que se celebra el 18 de diciembre, varios miles de personas ocuparon el centro de la ciudad con más inmigrantes de Estados Unidos, con papeles o no, en una demostración de unidad que anticipa el conflicto entre la administración Trump y las grandes ciudades de este país si trata de ejecutar sus planes antiinmigrantes en su versión más radical.

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La manifestación, con permiso para 5.000 personas (grande, en términos estadounidenses) y que cumplió sus expectativas de asistencia, ocupó durante tres horas el centro histórico de Los Ángeles para finalizar frente al Ayuntamiento. Lo más relevante y distinto de otras convocatorias es el apoyo político que ha recogido una movilización que normalmente no saldría del entorno de las ONG locales. Al frente de la manifestación estaban el presidente del Senado californiano, Kevin de León, y el concejal de la ciudad Gil Cedillo, ambos históricos defensores de los inmigrantes.

Desde el día de la victoria de Trump, los líderes políticos de California vienen haciendo declaraciones públicas sobre cómo van a enfrentarse legalmente a una futura administración Trump en asuntos como la inmigración, el cambio climático o la expansión del seguro de salud. La manifestación de este domingo viene a ser el primer ejemplo práctico de que la coalición de intereses necesaria para esto ya está formada y alineada, al menos en el tema de la inmigración. "Esto es solo el principio", decía Angélica Salas, directora de la organización proinmigrantes local Chirla, al señalar que se trataba del primer ejercicio de la resistencia que viene.

En una entrevista con EL PAÍS hace una semana, De León explicaba que California va a actuar de dique legal contra cualquier iniciativa del presidente Trump que choque con la agenda progresista del Estado, donde los demócratas tienen el gobernador y mayorías reforzadas en ambas cámaras, y donde Hillary Clinton duplicó en votos a Trump. “California es un ejemplo para el resto del país”, decía De León en la manifestación del domingo. "Vamos a ser un faro de esperanza", dijo en su discurso frente a la alcaldía de la ciudad. "Vamos a luchar para no volver atrás".

Con una banderita de Estados Unidos seguía la manifestación Protección Martínez. Tiene 74 años, es salvadoreña y vino a California sin papeles hace 42 años. Lo ha visto todo en la historia reciente de las leyes de inmigración. Se regularizó con la amnistía de Ronald Reagan en 1986 y pudo sacar a su hijo pequeño de un Salvador en guerra civil. Después vio las movilizaciones contra la ola xenófoba que se vivió en California a principios de los noventa. “No soporto la injusticia”, decía para explicar por qué había venido este domingo al centro de Los Ángeles.

“Tengo miedo por algunas compañeras de trabajo, que tienen niños pequeños nacidos aquí. Están muy mal, buscando papeles y certificados de nacimiento para tener todo listo”. Martínez trabaja en un hotel y había pedido permiso para entrar más tarde y poder estar en la manifestación en solidaridad con millones de inmigrantes para los que la victoria de Donald Trump y su promesa de deportaciones masivas supone una vuelta al terror de abandonar Estados Unidos por la fuerza. “Ese señor ha sembrado odio. No es una persona normal, no puedo entender por qué lo quieren”.

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La manifestación de Los Ángeles, liderada por la organización local Chirla, fue la más visible de una serie de pequeñas protestas estaban convocadas en Estados Unidos en las horas previas a la elección oficial de Donald Trump como presidente, que se producirá este lunes. Las otras convocatorias, a través de internet y sin un liderazgo definido como la californiana, estaban convocadas en las capitales de los Estados para apelar a la conciencia de los miembros republicanos del Colegio Electoral de forma que este lunes no votaran por Trump y desoyeran el mandato de las urnas por patriotismo.

Las protestas se producen un mes después de que grandes manifestaciones espontáneas tomaran las calles de las principales ciudades del país en los días siguientes a las elecciones del 8 de noviembre. A mediados del mes pasado, desde San Diego hasta Nueva York o Los Ángeles se vieron masivas manifestaciones contra el resultado electoral. En Portland, Oregon, se vivieron enfrentamientos con la policía cuyas imágenes abrieron telediarios.

Las grandes ciudades del país votaron a la candidata demócrata, Hillary Clinton. Trump no ganó en ninguna ciudad de más de un millón de habitantes. En California, la diferencia de votos fue de 4.3 millones a favor de Clinton, que ganó en votos en todo el país por más de 2,8 millones.

Según se acerca el día de la inauguración presidencial de Trump, el 20 de enero, se van calentando de nuevo estas protestas. La presidenta ejecutiva de Chirla, Angelica Salas, decía a EL PAÍS antes de comenzar la manifestación de inmigrantes que se están planeando grandes manifestaciones en todo el país para los días 14 y 19 de enero, más una protesta en Washington DC el día de la inauguración presidencial y otra, al día siguiente frente al Capitolio, por los derechos de las mujeres.

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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