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JAIME SAAVEDRA | EXMINISTRO DE EDUCACIÓN DE PERÚ

“Con esta lógica, debería censurarse todos los días a todos los ministros”

El ya exministro conversa con EL PAÍS sobre el presente y el futuro educativo del Perú

El exministro de Educación peruano, Jaime Saavedra, durante la entrevista.
El exministro de Educación peruano, Jaime Saavedra, durante la entrevista.JUANJO FERNÁNDEZ

El lunes a las cinco de la tarde, el presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, y la jefa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, sostuvieron su primer encuentro, seis meses después de las elecciones generales. Lo hicieron con el auspicio del cardenal de Lima, Juan Luis Cipriani, que fungió de anfitrión. Se espera que esta cita desinfle las tensiones entre el Ejecutivo y el Congreso, de mayoría opositora, que llegaron a un punto de ebullición la semana pasada, con la censura del titular de Educación Jaime Saavedra (Lima, 1964). El ya exministro conversa con EL PAÍS sobre este convulsionado proceso y sobre el presente y el futuro educativo del Perú.

Pregunta. ¿A usted lo censuraron por órdenes de Keiko Fujimori?

Respuesta. La interpelación y la censura son parte de un proceso democrático. Obviamente, de la bancada mayoritaria dependía que ambas se dieran o no. Si fue orden de la dirección de Fuerza Popular, yo no lo puedo saber.

P. ¿Pudo hacer más el presidente Kuczynski para defenderlo?

R. Yo solo tengo palabras de agradecimiento con el presidente. Junto al premier, evaluamos todas las opciones políticas y descartamos muy rápido la renuncia, porque nos pareció inapropiada. Hacerlo solo porque alguien lo exige a gritos es malo para la institucionalidad de un país. La moción de censura no estaba en nuestras manos, y pronto tuvimos claro que la oposición planteaba el tema como una pugna de poderes y no iba a retroceder. Entonces discutimos la posibilidad de anteponer una cuestión de confianza. Yo me limité a plantearle los pros y contras de esa alternativa al presidente. No me pareció correcto darle una opinión más directa.

P. ¿No hacerlo pudo ser visto como un gesto de debilidad?

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R. En política, la fortaleza y la debilidad son relativas. Podemos ver la pregunta desde otro ángulo: ¿Ha salido la oposición fortalecida? Yo no estoy seguro, porque esta censura —como dijo el premier— es injusta e irresponsable. Por otro lado, al presentar la cuestión de confianza se hubiera generado una inestabilidad política que estaríamos viviendo hasta este momento. Todo va a depender del camino que se tome, si se traduce en una genuina colaboración entre ejecutivo y legislativo. Eso lo veremos en los próximos meses.

P. ¿Cómo afrontó la interpelación?

R. Durante la sesión yo pensaba dos cosas. Primero, que algunas acusaciones eran hilarantes, como cuando se dijo que la prueba PISA [el informe de la OCDE que mide el nivel educativo de cada país por áreas] era un psicosocial. En esos casos uno siente un poco de vergüenza ajena, pero al mismo tiempo piensa: “Este señor es un congresista, un padre de la patria, que tiene que darle ejemplo a nuestros jóvenes”. Entonces, comprende que la situación es más bien penosa. La otra cosa que yo me decía era: “Oye, ya se inventaron los micrófonos… ¿Por qué gritan?”.

P. ¿Usted es corrupto, ineficiente y promueve la fornicación, como dice la oposición?

R. Te estás quedando corto: se han dicho más cosas. Al final, con mi gente nos preguntábamos por qué querían mi censura. Mi interpelación fue por denuncias de corrupción en la compra de unas computadoras y por retrasos en la organización de los Juegos Panamericanos, pero si lees la moción por la que me censuraron, verás que incluye casi todos los problemas de una sector amplio y complejo. Con esa lógica, debería censurarse todos los días a todos los ministros. Es evidente que esta fue una escalada política.

P. ¿Están los intereses de varias universidades privadas detrás de esta campaña en su contra?

R. Tenemos una reforma que, en el caso de las universidades, ha ocasionado ganadores y perdedores. Los ganadores van a ser los jóvenes, en el largo plazo. Los perdedores son las universidades —particularmente algunas privadas— que no quieren invertir más, porque eso aumenta sus costos y baja sus márgenes de ganancia. Yo soy un economista liberal ortodoxo, pero creo que todos los mercados requieren distintos grados de regulación. Sin duda es el caso de la educación peruana, donde se permite el lucro. Es una cosa extraña en el ámbito mundial.

P. ¿Estuvo de acuerdo con la mediación del cardenal Cipriani en el diálogo entre Pedro Pablo Kuczynski y Keiko Fujimori que sucedió a su censura?

R. No está mal. Pero creo que lo correcto debió ser que se diera antes, y no necesariamente por mediación de alguien. Lo natural y correcto en una democracia es que el presidente y el líder de la oposición se reúnan. Creo que hasta ahora no hubo voluntad para que eso pasara.

P. ¿Está la vacancia presidencial en la agenda del fujimorismo?

R. No lo sé, pero espero que no. Sería llevar al país a unos niveles de inestabilidad muy grandes. Francamente, no lo creo. Me cuesta creerlo.

P. ¿Qué viene ahora para usted?

R. Estas semanas de fiestas van a ser cruciales para definir como familia qué hacemos. Ahora mismo no estoy buscando trabajo. Ya veré qué pasa con mi vida.

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