Las autoridades alemanas buscan a cómplices tras la muerte del terrorista de Berlín

La busca y captura de Anis Amri, un tunecino de 24 años identificado como el principal sospechoso de perpetrar el ataque terrorista que causó la muerte a 12 personas el pasado lunes en un mercadillo navideño de Berlín, ha llegado a su fin. Durante la madrugada del viernes, la policía italiana lo abatió en una estación de metro en Milán, al norte del país. El Fiscal General alemán, Peter Frank, confirmó su muerte cuatro horas después. 

Frank, que dedicó no más de cinco minutos para anunciar la muerte del autor de la tragedia, ofreció también algunos detalles sobre el estado de las investigaciones que, a pesar de la muerte del terrorista, continúan aún abiertas. "La policía alemana continúa investigando si el autor del atentado de Berlín recibió el apoyo de otros cómplices", dijo el fiscal durante su breve comparecencia ante la prensa. "Para nosotros reviste una especial importancia determinar si en la preparación y la ejecución del atentado y en la huida del sospechoso, existió una red de apoyo de cómplices. Las investigaciones continúan", añadió el fiscal.

Mientras cientos de agentes especiales de la policía alemana buscaban al conductor del camión en distintos barrios de Berlín, Anis Amri se encontraba a bordo de un tren que había cogido en la misma capital alemana en dirección a Francia, desde donde viajó más adelante a Milán. La noticia genera nuevos interrogantes sobre la eficacia de las autoridades, que no lograron impedir la huida de Amri, que llegó a atravesar dos fronteras comunitarias.

El ministro del Interior germano, Thomas de Mazière, confesó estar "muy aliviado de que esta persona [en referencia a Amri] ya no represente un peligro para Alemania". Y reiteró que su desaparición no significa el cierre de las investigaciones, centradas ahora en averiguar si Amri contaba con una red de apoyo en Berlín que le habría ayudado a preparar el atentado y también a huir del país. La canciller Angela Merkel, en una comparecencia posterior anunció que pondría en marcha una serie de medidas legales para impedir que se repita una tragedia como la que tuvo lugar el lunes pasado en la capital alemana. "Le he dicho al presidente tunecino que tenemos que acelerar significativamente el proceso de deportación y aumentar el número de gente deportada", ha dicho la líder alemana en una rueda de prensa. No obstante, ha reconocido los "avances" logrados este año en este tema.

El atentado dejó en entredicho la coordinación de los organismos de Inteligencia, una realidad que pudo facilitar la huida de Amri. El ministro De Mazière anunció, pues, que había llegado la hora "de hablar sobre consecuencias” en referencia a la decisión del Ejecutivo de volver a legislar en materia de seguridad. 

Más medidas legales

Ni De Mazière ni Merkel quisieron ofrecer detalles sobre las nuevas medidas legales que se pretenden aplicar, aunque es previsible que estén pensadas para reforzar la seguridad, mejorar la vigilancia a personas que representan un peligro para el país y facilitar la expulsión de inmigrantes que se encuentren en situación irregular.

La canciller, en cambio, señaló que estaba dispuesta a adoptar cambios "legales o políticos" si un análisis, que ella mismo ordenó realizar, mostraba la necesidad de aplicarlos. "Allí donde se vea la necesidad de cambios legales o políticos, el Gobierno acordará e implementará las medidas que sean necesarias“ prometió la canciller. "El peligro inmediato del terrorismo ha sido descartado, pero la amenaza terrorista en su conjunto sigue presente“, añadió.