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“Hay que terminar el ‘Brexit ’ en dos años”

Jean- Claude Piris es uno de los máximos expertos en el derecho de la UE ayuda a entender una situación inédita: la salida de Reino Unido

Jean-Claude Piris en Madrid.
Jean-Claude Piris en Madrid.Luis Sevillano

Jean Claude Piris (Argel, 1943) dirigió durante 22 años el servicio jurídico del Consejo de la Unión Europea. Una y otra vez, desde Maastricht al Tratado de Lisboa, Piris ayudó a traducir al derecho los acuerdos alcanzados entre los líderes europeos. Aunque retirado ya, ahora que el Brexit adentra a la UE en territorio desconocido, todo el mundo busca su experta opinión para saber cómo navegar por unas aguas nunca surcadas antes. EL PAIS charla con él en el Real Instituto Elcano, donde ha participado en una discusión sobre el futuro de Europa.

PREGUNTA. Usted es uno de los redactores del artículo 50 del Tratado de Lisboa, que regula el proceso para que un Estado miembro salga de la Unión Europea. ¿Ese artículo se redactó con Reino Unido en la cabeza?

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RESPUESTA.Ese artículo se discutió durante las negociaciones de la Convención Constitucional. El primer borrador lo hicieron los ingleses y luego, en la negociación, participaron Jean-Claude Juncker, que entonces era secretario general de la Convención, pero también Giscard d’Estaing, el ex primer ministro italiano Giulio Amato y otros. El texto que acordaron se trasladó íntegro al Tratado de Lisboa, donde no cambiamos una coma. Pero nadie pensó que se usaría tan pronto.

P. El tratado establece un plazo de dos años desde el momento en que un Estado notifica su intención de abandonar la UE hasta que se produce el abandono efectivo. ¿Es un periodo razonable?

“Hay que tener cuidado. La UE es una aventura magnífica, pero hay que luchar por ella cada día”
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R. Creo que dos años no van a ser suficientes porque ese tiempo incluye la aprobación tanto por el Parlamento Europeo como por el Gobierno de Reino Unido, es decir que la negociación será de más o menos 15 meses, o quizá menos, lo que es muy poco tiempo.

P. ¿Cómo se sale de la UE?

“En 2019 hay elecciones europeas. Nadie quiere que entonces Reino Unido todavía pueda votar”

R. Paradójicamente, lo que hará el Gobierno de Londres es transformar todas las normas europeas en leyes británicas, y luego, a lo largo de los años, ir cambiándolas o derogándolas. No es algo que se pueda hacer en un día.

P. Y una vez que se materialice la salida, ¿cómo será la relación entre la UE y Reino Unido?

“Polonia y Hungría hacen cosas inadmisibles. Legalmente no se puede hacer nada contra ellos”

R. El modelo noruego, que es el Espacio Económico Europeo, que existe desde hace más de 20 años con Noruega, Liechtenstein e Islandia, no convendrá a Reino Unido porque tendría que aceptar la libre circulación de personas, todas las leyes sobre el mercado interno y tendría, además, que someterse al Tribunal de Justicia Europeo. El modelo suizo, que está renegociándose, tampoco les gustará. Y el modelo turco no conviene a Reino Unido porque no tiene acceso total al mercado interior. Por tanto, solo hay dos modelos posibles. El primero es firmar un acuerdo de libre comercio como los que la UE tiene con 60 países, pero sin acceso completo al mercado interior. Y el segundo modelo es no firmar ningún acuerdo, lo que significa que Reino Unido se obliga a cumplir las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y que no tendrá ninguna ventaja específica para acceder al mercado interior de la UE y será como China.

P. Los británicos quieren acceder al mercado interior de la UE pero restringir la libertad de circulación de trabajadores. ¿Es eso posible?

R. No se permitirá. Hay unanimidad total entre los 27 Estados miembros y las instituciones sobre el hecho de que las cuatro libertades (circulación de bienes, de servicios, de capitales y de personas) van juntas.

P. ¿Cree que en algún momento, al ver la complejidad del proceso, tirarán la toalla y dirán que se quedan como están?

R. Es legalmente posible que cambien de parecer y abandonen su intención de marcharse de la UE. Pero políticamente, no creo que sea posible, no creo que lo hagan.

P. Quizá celebren otro referéndum.

R. Lo dudo.

P. Entonces, ¿nos debemos preparar para una negociación larga y difícil?

R. El problema es que si superamos el plazo de los dos años nos meteremos de lleno en las elecciones europeas de 2019, y nadie quiere que por entonces los ciudadanos de Reino Unido todavía puedan votar a las del Parlamento Europeo. Por eso hay que terminar en dos años.

P. Dentro de la UE, algunos de los miembros, como Polonia y Hungría, están siendo criticados por no cumplir los criterios democráticos. ¿Puede hacerse algo?

R. En estos dos países se están haciendo cosas que no son admisibles. Aunque legalmente no se puede hacer nada contra ellos, creo que las instituciones y los otros miembros deberían reaccionar de una forma mucho más enérgica de lo que lo han hecho hasta ahora porque lo que está en juego es el corazón de la UE, nuestros valores.

P. En España, hay algunas personas que afirman que Cataluña podría separarse de España, pero que los catalanes, al ser ya ciudadanos de la UE, no podrían ser privados de la ciudadanía europea. ¿Es esto cierto?

R.No. Solo los Estados son miembros de la UE, por tanto, los miembros son el Reino de España y el Reino Unido de Gran Bretaña. Escocia no puede quedarse en la UE porque nunca ha sido un Estado de la UE. Cuando creas un Estado mediante la escisión, se redacta una nueva Constitución. La UE no va a renunciar a su derecho a comprobar si esa Constitución cumple el artículo 2 del Tratado de la UE sobre el Estado de derecho, las instituciones judiciales independientes, etcétera.

P. ¿Incluso si hubiese una secesión amistosa, Cataluña tendría que solicitar su entrada en la UE?

R. Por supuesto. Y si no hay una secesión amistosa, ni siquiera podrían solicitar su entrada. Ya habrían incumplido los artículos 2 y 49 del Tratado de la UE sobre el respeto al Estado de derecho y los valores europeos.

P. ¿Son posibles unos Estados Unidos de Europa?

R. Hoy en día, tanto los líderes europeos como su población están en contra de los Estados Unidos de Europa. Eso se ha acabado. Nadie quiere tener una política educativa, sanitaria o de seguridad social centralizada. Cada país tiene su propia identidad y quiere mantenerla. Por tanto, en la UE necesitamos más coordinación de las políticas presupuestarias y económicas, pero eso no significa unos Estados Unidos de Europa. Esto ha quedado olvidado.

P. ¿Y una Europa a varias velocidades, sería la solución a los problemas que tiene la UE?

R. Hace cinco años pensaba que eso podía ofrecer un núcleo de integración. Pero, francamente, ahora ha pasado el tiempo y esto es una ilusión. Creo que los 19 Estados que pertenecen a la eurozona tienen ahora diferentes políticas en varios ámbitos y no veo ninguna voluntad política de hacer algo así.

P. Mirando el estado de crisis del proyecto europeo, ¿le preocupa que la UE pueda desaparecer?

R. Creo que tiene que tener mucho cuidado. La UE es una aventura magnífica, pero tenemos que luchar por ella cada día. Hoy en día, en tiempos de crisis, de crisis económica, social y política, los nacionalismos vuelven y están en auge. La UE se basa en el Estado de derecho y en unos valores europeos comunes. Y si hay Estados miembros que no respetan el Estado de derecho, y ya hay algunos que lo hacen, es peligroso. Naturalmente, la UE no desaparecerá en un día, pero se diluirá si los Estados miembros empiezan a no cumplir las normas que adoptan.

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