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Cuatro fuertes terremotos siembran el pánico en el centro de Italia

El epicentro se sitúa entre L’Aquila y Amatrice, golpeados por el trágico seísmo del pasado agosto

Estudiantes y profesores del colegio Machiavelli, de Roma, permanecen este miércoles en el exterior del centro tras los seísmos. En vídeo, las primeras imágenes del momento del seísmo.Foto: reuters_live | Vídeo: MASSIMO PERCOSSI (EFE) / EPV

Cuatro fuertes terremotos de magnitud superior a 5,1 afectaron al centro de Italia este miércoles y sembraron el pánico en el país, que sufrió los tres primeros en solo una hora. El epicentro se situó entre L’Aquila (Abruzos) y Amatrice (Lacio), un área duramente castigada por los seísmos del pasado año, que causaron 298 víctimas y destruyeron la localidad de Amatrice. Un hombre de 83 años ha sido rescatado muerto de entre los escombros. El temporal de nieve que afecta la zona ha complicado las operaciones de rescate.

En concreto, el Instituto de Geofísica y Vulcanología de Italia (INGV) informó de que el epicentro estuvo entre las localidades de Montereale, Capitignano, Campotosto, en la provincia de L’Aquila, y Amatrice, provincia de Rieti. El primero ocurrió a las 10:25h y fue de magnitud 5,3. Minutos más tarde, a las 11.14h, le siguió otro todavía más fuerte y de mayor duración, de magnitud 5,7. La tercera réplica se produjo a las 11.25h y fue de magnitud 5,3 y la cuarta llegó a las 14.33 con una magnitud de 5,1, según el Centro Sismológico de Europa-Mediteráneo. A estos cuatro temblores principales siguieron varias réplicas, algunas de ellas con una magnitud 4 o superior.

La tierra tembló en las regiones de Lacio, Abruzos y Las Marcas, una zona montañosa y de difícil acceso que se encuentra cubierta por más de un metro de nieve después de 36 horas de precipitaciones. En localidades afectadas como Amatrice, Ascoli Piceno (Las Marcas), L’Aquila y Rieti hay muchas casas que permanecen sin electricidad debido a la gran nevada y los medios de socorro trabajan para poder abrirse paso entre la nieve.

Los cuatro temblores se sintieron en otras ciudades de Italia como Florencia o Nápoles, aunque fue Roma la que lo vivió con más fuerza, a 110 kilómetros del epicentro. En la capital de Italia desalojaron el metro, algunas escuelas, oficinas y museos. También se cerraron carreteras y se canceló la circulación de trenes por la zona afectada.

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Los bomberos y Protección Civil participaron en operaciones complicadas. Un octogenario murió al caerle el techo de su granja encima en la región de los Abruzos, según un portavoz de los bomberos. En Castiglione Messer Raimondo una madre y su hijo fueron rescatados de debajo de los escombros y tuvieron que ser trasladados al hospital en helicóptero con hipotermia.

El Gobierno ya trabaja para coordinar esta nueva emergencia. La subsecretaria de Presidencia, Maria Elena Boschi, se reunió con el jefe de la Protección Civil, Fabrizio Curcio, y con Vasco Errani, el supervisor de la reconstrucción posterior al seísmo de agosto que nombró el ex primer ministro, Matteo Renzi. El Ministerio del Interior envió un refuerzo de 100 bomberos, que se sumaron a los 750 que ya trabajan en la zona, y mandó maquinaria para retirar la nieve, pero a los alcaldes de las localidades afectadas no les resultó suficiente. El de Amatrice, Sergio Pirozzi, afirmó que se trata de una “situación dramática” y pidió más turbinas de nieve para atender a las “personas aisladas que no pueden salir de sus casas”.

El alcalde de Ascoli Piceno, Guido Castelli, explicó que la situación ya era complicada antes de estos cuatro últimos terremotos porque la localidad se encuentra “en una situación de emergencia por la nieve, que ha dejado a un cuarto de la ciudad sin corriente eléctrica”. Antes de los temblores, la gran cantidad de nieve acumulada había provocado derrumbamientos en las últimas horas. “Tememos que, con las réplicas, algunas estructuras se hayan debilitado todavía más”, dijo Castelli.

Una zona marcada por la tragedia

Los terremotos son muy frecuentes en esta zona del centro de Italia, donde este miércoles la gente volvió a sobrecogerse ante el temblor de la tierra. El último gran seísmo que vivieron ocurrió el pasado 30 de octubre, aunque entonces solo hubo que lamentar daños materiales. No ocurrió lo mismo el 24 de agosto del año pasado, cuando un gran terremoto devastó la localidad de Amatrice y otros municipios cercanos y dejó 298 muertos y más de 2.500 personas sin hogar.

En 2009, esta zona sísmica con viviendas y edificios construidos sobre fallas muy activas volvió a temblar y a vivir una catástrofe, con 308 víctimas mortales en L’Aquila, que quedó destruida y todavía permanece muy deteriorada, siete años después.

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