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Hong Kong devuelve a Singapur los nueve tanques retenidos en el puerto

La decisión normaliza las relaciones entre Pekín y la ciudad-Estado tras dos meses de tensión

Tanques del ejercito de Singapur durante la parada anual.
Tanques del ejercito de Singapur durante la parada anual.Tom White (EFE)

Han hecho falta dos meses, pero finalmente los nueve vehículos blindados de las Fuerzas Armadas de Singapur vuelven a casa. Los “Terrex”, carros de infantería similares a tanques, habían sido incautados por posibles infracciones el 23 noviembre pasado por las autoridades de Hong Kong, donde hacían escala tras haber participado en ejercicios militares en Taiwán. Tras un período de tira y afloja, detrás del cual se intuía la sombra de Pekín, el territorio autónomo chino ha comunicado que devolverá esos equipos y no abrirá una investigación contra Singapur.

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La decisión hongkonesa devuelve cierta normalidad a las relaciones entre Singapur y China tras una temporada de tensiones. Aunque Singapur se adhiere a la política de “Una Sola China”  —el reconocimiento diplomático de Pekín y no de Taiwán—, ha pagado las turbulencias geopolíticas del momento. “China ha enviado el mensaje de que no está contenta con los acuerdos militares que Singapur tiene con Taiwán. Esto se ha convertido en un problema porque ahora Taiwán está gobernado por el Partido Demócrata Progresista (PDP) y China está intentando limitar el espacio internacional de Taiwán”, ha considerado Ian Storey, del Instituto de Estudios del Sudeste Asiático (ISEAS), con sede en Singapur.

Aparte de las relaciones militares que Singapur mantiene con Taiwán desde hace décadas, hay otros elementos de fricción. “China no está conforme con la cercana relación militar entre Singapur y Estados Unidos, ya que Singapur facilita la presencia a Estados Unidos en el sudeste asiático más que ningún otro país”, apunta Storey. Además, la isla entró en el punto de mira de Pekín al sugerir que se respetara el laudo que la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya dictó a favor de Filipinas y en contra de China sobre su contencioso en el Mar de China Meridional el pasado verano. “China ya ha dejado clara su postura ante la actual incertidumbre en la región" considera Carl Thayer, especialista en el sudeste asiático y profesor emérito de la Academia de Defensa Nacional de Australia.

Para Singapur, que a diferencia de otros países como Malasia o Filipinas no se disputa soberanía con Pekín en el Mar de China Meridional, sería poco práctico alargar las tensiones. Además, la isla, cuya economía de libre mercado está muy atada a las exportaciones, dependería más de China si la Administración de Trump virara hacia un mayor proteccionismo. La retirada de Estados Unidos del TPP (el acuerdo comercial para ambas orillas del Pacífico) ha sido un mazazo para Singapur.

Este cúmulo de circunstancias ha hecho que las aguas entre China y Singapur vuelvan de momento a su cauce y que ambas partes confirmen que en febrero volverán a celebrar —tras suspenderlo el pasado año— su encuentro bilateral anual que se prevé tendrá lugar en Singapur. “La verdadera prueba llegará cuando Singapur tenga que elegir dónde celebrar maniobras militares de nuevo. Singapur juega duro: si le conviene, no se amilanará y volverá a ir a Taiwán”, advierte Thayer.

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