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México apuesta por el diálogo pese a las afrentas de Trump

El canciller mexicano, que se ha mostrado conciliador en rueda de prensa, asegura que pagar por el muro “no es negociable”

Silvia Ayuso

A pesar de la orden ejecutiva de Donald Trump para construir el muro, a pesar de insistir en que le pasará la factura a México, a pesar de amenazar con una tasa del 20% a los productos mexicanos y, a pesar, en fin, de año y medio largo de insultos al vecino del sur, el Gobierno de Enrique Peña Nieto sigue apostando por el diálogo con una Casa Blanca con la que ve “coincidencias muy importantes”, afirmó este jueves en Washington el secretario de Exteriores, Luis Videgaray.

El canciller mexicano Luis Videgaray en una conferencia de prensa.
El canciller mexicano Luis Videgaray en una conferencia de prensa.REUTERS

“Tenemos enormes coincidencias en lo económico, en materia de migración, de seguridad, y vamos a trabajar sobre esas coincidencias”, declaró Videgaray en rueda de prensa en Washington, al término de una jornada en la que se conoció la cancelación de la visita de Peña Nieto a la capital estadounidense la semana que viene.

“Reiteramos la voluntad indeclinable del Gobierno de México de seguir en comunicación estrecha, al más alto nivel, con el Gobierno de EE UU”, agregó. Ello, a pesar de reconocer que el tuit de Trump retando a Peña Nieto a cancelar su visita si no estaba dispuesto a pagar el muro fronterizo —algo “innegociable” e “inaceptable” porque es una cuestión de “dignidad” y “respeto”, según reiteró Videgaray una y otra vez— sorprendió a sus ministros en plena negociación del viaje presidencial en la misma Casa Blanca.

“Vamos a seguir trabajando, vamos a seguir dialogando, vamos a seguir, por supuesto, negociando, y vamos a llegar a muy buenos acuerdos. Estamos convencidos de que eso es lo que más le conviene a México, a EE UU y a esta región”, continuó el jefe de la diplomacia mexicana, elegido expresamente por Peña Nieto para llevar las relaciones con el Washington de Trump. Aunque habrá que “superar diferencias que hoy son evidentes y profundas”, al final, “México es, y será, un socio para Estados Unidos”, insistió.

Hubo que esperar casi diez minutos de declaraciones iniciales de Videgaray sobre las “oportunidades” de “profundizar la colaboración” bilateral antes de encontrar el primer “pero” y una alusión, contenida, al gran encontronazo con una Administración republicana que no ha dudado en redoblar el pulso con México cuando sus máximos negociadores, el secretario de Exteriores y el de Economía, Ildefonso Guajardo, se encontraban de visita en la capital estadounidense.

Un viaje malhadado desde sus comienzos. La noticia de que Trump se disponía a firmar el decreto que ordenaba la construcción del muro fronterizo se conoció cuando ambos acababan de aterrizar en Washington la noche del martes. La firma tuvo lugar en momentos en que los dos ministros de Peña Nieto se encontraban, la víspera, en la Casa Blanca reunidos con altos asesores del republicano.

El mismo lugar, finalmente, donde también estaban negociando este jueves, pese a todas las acciones de Trump, el “protocolo” de la visita de Peña Nieto cuando les sorprendió el tuit matutino del estadounidense sobre el pago del muro que llevó finalmente a la cancelación del viaje presidencial.

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"Los ciudadanos no le exigen a su vecino que pague por un muro en su casa”, dijo Videgaray al respecto. "Hay temas que son inaceptables por dignidad, que no tienen que ver con las exportaciones o la economía, sino con el corazón y el orgullo de los mexicanos. Así como ofrecemos respeto, los mexicanos debemos respetarnos a nosotros mismos, nuestra historia y símbolos nacionales", subrayó.

Tanto él como Guajardo cancelaron, tras la decisión de suspender el viaje de Peña Nieto, el resto de la agenda que tenían prevista en Washington y que incluía una reunión con el nuevo secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, y un encuentro en la Cámara de Comercio estadounidense. Ambos regresaron rápidamente a la embajada mexicana, donde permanecieron enclaustrados más de siete horas antes de hacer una comparecencia de última hora y con semblantes graves ante los medios.

Pero ante la pregunta de si la insistencia de Trump en el tema del pago del muro sería motivo suficiente para plantearse romper relaciones, Videgaray, aunque torció el gesto, ya de por sí serio, varió el mensaje. Aunque lo del pago del muro es “un tema que por ningún motivo puede ser aceptado”, la relación con EE UU “continúa, va a seguir siendo una muy buena relación. No tengan la menor duda”.

Con un arancel, el muro lo pagaría el consumidor de EE UU

La propuesta lanzada —y luego matizada— este jueves por la Casa Blanca de imponer una tasa del 20% a los productos mexicanos para sufragar el muro fronterizo que quiere construir Donald Trump es algo que, pese a la gravedad de la situación, hizo que al secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray, se le escapara este jueves una risa rápidamente ahogada.

“Un impuesto a las importaciones de EE UU a productos mexicanos no es una manera de hacer que México pagara el muro. Sería el consumidor norteamericano quien estaría pagando”, sostuvo Videgaray. El jefe de la diplomacia mexicana recordó que si se gravan los productos mexicanos, en EE UU “serían más caros los aguacates, las lavadoras, las televisiones… afectando el bolsillo del consumidor norteamericano”.

Videgaray subrayó que la tasa del 20% no es todavía una propuesta formal y abogó por “esperar a ver qué propuestas se ponen realmente en la mesa” antes de dar una respuesta en firme que en todo caso pasa, insistió una vez más, por un rotundo “no” a cualquier cosa que huela siquiera a costear el muro fronterizo. “México pide respeto y ofrece respeto”, reiteró.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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