El rechazo ciudadano hace peligrar el nombramiento de la secretaria de Educación de Trump
La empresaria Betsy DeVos no cuenta con los apoyos necesarios para garantizar una victoria holgada en su voto de confirmación
La aspirante a secretaria de Educación se ha topado con una campaña ciudadana de oposición que amenaza con descarrilar uno de los nombramientos del gabinete de Donald Trump. La pobre comparecencia de Betsy DeVos ante el comité de confirmación del Senado, así como sus potenciales conflictos de intereses, su pasado como una de las mayores donantes al Partido Republicano y su falta de experiencia en educación han desatado una iniciativa ciudadana sin precedentes.
El pleno del Senado votará este martes si DeVos puede sumarse al equipo de gobierno de Trump. Dos senadoras republicanas ya han anunciado que votarán en contra, por lo que la votación resultaría en un empate a 50. En ese caso, el vicepresidente Mike Pence, que también ocupa el cargo de presidente de la Cámara Alta, será el responsable de deshacer el resultado a su favor. Sería la primera vez que un vicepresidente debe confirmar a un miembro del gabinete.
“He escuchado a miles, literalmente miles de ciudadanos de Alaska que me han contactado por teléfono, por correo electrónico y en persona ”, dijo la republicana Barbara Murkowski en referencia a la campaña para pedir a senadores republicanos que no apoyen a la nominada por Trump. “Sus preocupaciones son las mismas que las mías: la falta de experiencia de DeVos en el sector de la educación pública y la falta de conocimiento que demostró durante su audiencia de confirmación”. Como Murkowski, la republicana Susan Collins también anunció que “no puedo ni votaré a favor de DeVos”.
Mientras que el resto de nominados ha avanzado sin grandes obstáculos, y a pesar de que la secretaría de Educación no es uno de los cargos de mayor peso en el Gobierno, los demócratas han identificado en DeVos su primera oportunidad para bloquear a un potencial miembro de la Administración Trump. “Betsy DeVos es una amenaza para el futuro de nuestros hijos”, declaró en Twitter la senadora demócrata Kamala Harris. El Partido Demócrata aspira a lograr 200.000 firmas en una campaña online en contra de la empresaria, a la que describen como “arquitecta del mayor desastre educativo” del país.
La estrategia es habitual en la política estadounidense: inundar de llamadas, correos electrónicos, faxes e incluso con visitas personales las oficinas de los senadores para convencerles de que cambien su voto. Este lunes, los senadores demócratas se han unido a la protesta convocando 24 horas de discursos contra DeVos en el Senado con la esperanza de lograr un voto más en contra de sus colegas republicanos. Las intervenciones terminarán al mediodía del martes, cuando se celebre la votación final.
El movimiento está inspirado tanto por el pasado de la nominada como su falta de compromiso a la hora de mantener medidas aprobadas por la Administración Obama y que aumentaban, por ejemplo, las protecciones a los alumnos en casos de abuso sexual, así como su disposición a cambiar la ley para poder portar armas en los colegios.
El matrimonio DeVos donó a las campañas políticas de 17 senadores republicanos que este martes votarán su nombramiento como secretaria de educación, según datos de Politico. La revista Mother Jones cifra sus inversiones desde los años 70 en “al menos 200 millones de dólares” en medios, organizaciones y comités políticos de la derecha. Entre sus familiares también hay donantes a grupos conservadores que han abogado por acabar con la separación entre el Estado y la religión en las escuelas y a principios de la década financió campañas para prohibir el matrimonio igualitario. DeVos es, además, una de las nominadas de Trump cuyas audiencias de confirmación comenzaron antes de que hubiera entregado todos sus documentos a la Oficina de Ética del Congreso.
Las propuestas de Trump en materia educativa coinciden con los valores por los que ha abogado DeVos en su pasado. La empresaria, que llegó a presidir el Partido Republicano en Michigan, impulsó el sector de las escuelas charter y el uso de dinero público para subvencionar escuelas privadas y religiosas. Al mismo tiempo, los colegios del Estado —el 80% están subvencionados por ese sistema, según The Education Trust— seguían descendiendo en calidad. El proceso cuenta con una importante oposición entre los estadounidenses y en especial por parte de los sindicatos de profesores. DeVos se ha chocado con el mismo muro.
