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Dos adolescentes disparan en la cabeza a una niña tras robarle el iPod

Los ladrones se llevaron 55 dólares y el aparato de música de Deserae Turner, una joven de Utah

Deserae Turner en una imagen facilitada por la policía.
Deserae Turner en una imagen facilitada por la policía.

Deserae Turner pelea por su vida. La chica de 14 años se encuentra en condición crítica tras aparecer la semana pasada inconsciente y con una herida de bala en la cabeza a las afueras de Smithfield, un pequeño pueblo de Utah. La familia de Turner había denunciado su desaparición seis horas antes y las autoridades pudieron rastrear la señal del teléfono de la joven para localizarla.

Según la investigación policial, dos chicos de 16 años que eran conocidos de Turner, le robaron 55 dólares, el iPod y le dispararon un tiro en la cabeza. Tras convencer a la chica de acompañarlos a un canal seco a las afueras del pueblo, su intención era acabar con la vida de la Turner. En entrevistas con las autoridades, los adolescentes citaron la pura “avaricia” como la motivación de sus acciones, según documentos del juzgado facilitados a KUTV.

Turner fue trasladada de inmediato al hospital después de ser encontrada por amigos de la familia, que se sumaron a las tareas de búsqueda. Los médicos encontraron una bala en lóbulo derecho de su cerebro. Este martes, la chica se encontraba en coma. “Está en la pelea de su vida”, dijo una defensora de la asociación de víctimas del condado de Cache, lugar de residencia de la familia Turner.

La policía acusó a los dos jóvenes de seis cargos por obstrucción de la justicia, intento de asesinato e intento de robo violento. Aunque los sospechosos cooperaron al facilitar algunos detalles del suceso, en una entrevista anterior negaron conocer el paradero de Turner. Fueron las huellas en el camino a la escena del crimen las que desvelaron su participación.

“Esto ha sacudido a nuestros habitantes y nuestra comunidad”, dijo el jefe del departamento de policía de Smithfield. “Nunca hemos visto nada así antes”, añadió. Uno de los atacantes se disculpó a la familia diciendo en una carta: “Lo siento mucho”. El otro solicitó un abogado antes de avanzar con el proceso judicial. Dada la violencia del delito, los chicos serán juzgados como adultos pese a ser menores de edad.

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