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Comienza la salida de los menores de las filas de las FARC

La Cruz Roja lidera un operativo que de momento afecta a unos 50, pero la cifra puede ser mayor

Guerrilleros de las FARC en la zona de transición de La Guajira, en el norte de Colombia.
Guerrilleros de las FARC en la zona de transición de La Guajira, en el norte de Colombia. Mauricio Dueñas Castañeda (EFE)

Casi 10 meses después de que las FARC se comprometieran a sacar a los menores de sus filas, el proceso ha comenzado. Un gran operativo humanitario se prepara para recibir a los jóvenes con menos de 18 años en las 26 zonas de transición a la vida civil donde los guerrilleros viven desde hace varias semanas, según ha informado el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), responsable de liderar este proyecto. Paula Gaviria, consejera presidencial de Derechos Humanos en Colombia, ya había anunciado que saldrán unos 50, pero la cifra puede ser mayor. Este es el segundo gran operativo de entrega, después de que a finales del año pasado un primer grupo dejara las filas de la insurgencia.

"Se trata de varias operaciones en distintos puntos del país, en las que participarán organizaciones sociales para preparar a los jóvenes para su traslado y el proceso de reincorporación", se lee en el comunicado. En la primera fase del proceso, médicos de Cruz Roja se encargarán de examinar el estado de salud de los adolescentes. Posteriormente serán trasladados a casas de acogida dispuestas por UNICEF en distintas regiones de Colombia. En estos lugares, de los que no habrá detalles para preservar los derechos de los menores, se iniciará el proceso de reincorporación a la vida civil con el acompañamiento de organismos del Estado como el Instituto de Bienestar Familiar (ICBF). Los jóvenes no solo recibirán asistencia en salud, educación y psicológica, también podrán contactar con sus familiares.

En febrero de 2016, las FARC anunciaron en La Habana, sede de las negociaciones de paz durante casi cuatro años, que dejaban de reclutar menores. Fue la segunda vez que la guerrilla se pronunciaba sobre este aspecto, después de que en 2015 acordaran "terminar con cualquier aceptación de guerrilleros de menos de 17". La principal insurgencia de Colombia, en pleno proceso de desarme, siempre ha argumentado que "la llegada de jóvenes se ha producido por motivos de necesidad y desprotección social por parte del Estado. La mayoría son habitantes de zonas rurales y urbanas marginadas y desprovistas de las mínimas garantías sociales". Lo que nunca han explicado es por qué en su deseo de protección de estos jóvenes, les daban un arma.

Todos los menores que ya han salido de la guerrilla y los que van a hacerlo "no pueden ser declarados penalmente responsables". Es decir, ninguno de estos jóvenes combatientes serán juzgados, sino que serán indultados por delitos de rebelión y conexos “cuando no haya impedimentos en las leyes colombianas”. El Gobierno de Colombia, tras la firma definitiva del proceso de paz el pasado noviembre, se comprometió a tramitar las medidas necesarias para que todos los menores de edad se puedan acoger a la Jurisdicción Especial para la Paz, acordada con la guerrilla a finales del año.

El ICBF atendió entre 1999 y el 30 de abril de 2016 un total de 5.984 menores de edad desvinculados de los grupos armados ilegales. De estos, 3.609 eran de las FARC.

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