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México halla restos de 250 personas en el mayor cementerio clandestino ubicado hasta ahora

Tras siete meses de búsqueda, las autoridades del Estado de Veracruz indican que apenas se ha rastreado el 30% del área. Solo hay dos personas identificadas

Pablo Ferri
Funeral de Génesis Deyanira Urrutia
Funeral de Génesis Deyanira Urrutia EFE
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En apenas siete meses, las autoridades mexicanas han encontrado restos de al menos 250 personas en el mayor cementerio clandestino descubierto en México hasta la fecha. Así lo ha confirmado esta mañana el fiscal del estado, Jorge Winckler, en una entrevista con el canal principal de Televisa. "Veracruz", ha dicho, "es una gran fosa, quizá una de las más grandes del mundo". Winckler ha informado de que hasta el momento solo han explorado el "30%" de la zona, un área boscosa a las afueras del Puerto de Veracruz. El número de personas enterradas allí, ha dicho, podría ascender considerablemente.

EL PAÍS informaba en septiembre de las primeras semanas de trabajos en el cementerio. Las autoridades habían llegado allí de la mano del Colectivo Solecito, un grupo de familiares de personas desaparecidas del Puerto de Veracruz. Llevaban tiempo avisando: ahí hay algo.

En mayo, durante una marcha de protesta en el Puerto, alguien, un desconocido, había repartido copias de un mapa de la ciudad hecho a mano. Aparecía una carretera que salía del Puerto. Junto a la vía, muchas crucecitas. En el colectivo no saben quién lo repartió. O no quieren decirlo. Pero aquel papel fue el principio de uno de los descubrimientos más macabros de los últimos años en México, una rastro de sangre y huesos resultado de años de disputas entre Los Zetas y el Cartel Jalisco Nueva Generación.

Hasta el momento, las autoridades han identificado los restos de solo dos personas. Se trata de Pedro Huesca y Gerardo Montiel. El primero era el enlace entre la fiscalía de Veracruz y la Secretaría de Marina, que tiene una fuerte presencia en el Puerto. El segundo era su ayudante. Ambos desaparecieron en abril de 2013, a manos, presuntamente, de policías estatales. En diciembre encontraron sus restos en el cementerio.

El Colectivo Solecito ha criticado la lentitud en la identificación de los restos. Y se molestaron más aún, cuando hace unas semanas se supo que los anteriores responsables de la fiscalía habían perdido miles de muestras de material genético, que habrían servido para confrontar los restos encontrados en las fosas. Son muestras de familiares que tomaron peritos de la fiscalía, destinadas a integrar una base de datos. Miles de perfiles genéticos que no se guardaron. Winckler ha confirmado que cuentan apenas con 276. En Veracruz, ha dicho el fiscal, hay 2.400 desaparecidos.

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Un fiscal sarcástico

Las críticas de los colectivos de familiares de desaparecidos no aluden únicamente a los años del anterior gobernador, Javier Duarte. Hace unas semanas, grupos de víctimas de distintas partes del estado abuchearon a Winckler, después de esperarle tres horas a que llegara a una junta.Winckler se había comprometido a informarles de los avances en la investigación en el Puerto y otras zonas del estado.

Esta mañana, el fiscal ha mantenido una disputa con el Solecito en redes sociales tras su entrevista en Televisa. Los familiares le recriminaban que se adjudicara el mérito de la búsqueda en el cementerio del Puerto. El fiscal, sarcástico, ha contestado "OK (sic) todo es logro suyo, la verdad les felicito, las madres de colectivos son increibles y únicas".

Cien días de Yunes

Cuando se cumplen 100 días de Gobierno de Miguel Ángel Yunes, la violencia arrecia en Veracruz. Además de la fosa del Puerto y otras recién encontradas en el sur del estado, los grupos criminales agudizan su disputa en el norte y el centro de la región. Hace un par de semanas, criminales dejaron 11 cuerpos abandonados en una camioneta en Boca del Rio, cuyo alcalde es el hijo del gobernador. Un día antes, marinos y criminales se enfrentaban en las calles del puerto, apenas unas semanas después del secuestro de tres integrantes de la Armada en la ciudad.

 

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Sobre la firma

Pablo Ferri
Reportero en la oficina de Ciudad de México desde 2015. Cubre el área de interior, con atención a temas de violencia, seguridad, derechos humanos y justicia. También escribe de arqueología, antropología e historia. Ferri es autor de Narcoamérica (Tusquets, 2015) y La Tropa (Aguilar, 2019).

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