Emmanuel Macron acusa a Marine Le Pen de dividir a la sociedad francesa
Macron, Fillon, Le Pen, Hamon y Mélenchon se enfrentan en televisión a un mes de la primera vuelta de los comicios franceses
Los cinco principales aspirantes a la presidencia de Francia se enfrentan este lunes en un debate televisivo a un mes de la primera vuelta de unos de los comicios más imprevisibles en la historia reciente del país. François Fillon, el candidato de los republicanos, llega a la cita imputado por desvío de fondos públicos; la ultraderechista Marine Le Pen, presidenta del Frente Nacional, encabeza los sondeos y su campaña también tiene media docena de investigaciones judiciales abiertas por desvío de fondos y financiación ilegal; Emmanuel Macron, que fue ministro de Economía de François Hollande, es el candidato más joven, con 39 años, y el segundo en intención de voto. El socialista Benoît Hamon se sitúa en cuarta posición y el veterano Jean-Luc Mélenchon, de 65 años, se presenta como el candidato a la izquierda de la izquierda. Otros seis aspirantes fueron excluidos del debate por disponer de peores expectativas de voto.
Fillon se presenta como el único candidato capaz de llevar un cambio al gobierno sin caer en los "extremos". Se aferra a su experiencia (lleva casi toda su vida en política)
Hamon vuelve a dirigirse directamente a los electores y no hacer un voto "útil" sino votar de manera útil por el futuro, por sus hijos, por un país que no tenga una "democracia intermitente" y de votar por una república que garantice la igualdad de los ciudadanos en todos los aspectos. Es lo que en su campaña llama votar por un "futuro deseable".
Le Pen acaba con un nuevo ataque a la UE que quiere abandonar. "La UE nos reprime", afirma y reclama la "independencia" de los franceses para decidir su futuro. "La mundialización salvaje ha sido una pesadilla, es hora de recuperar la protección de la nación", afirma.
Mélenchon dice que el mundo está viviendo una tempestad y que no se puede afrontar esta situación “atados por las cadenas del dinero”. Habla de una misión: liberar a Francia de la monarquía presidencial. Y se dice dispuesto a asumir “la tarea complicada de cambiarlo todo en Europa sin destruirla”.
Macron tiene la última palabra. Lamenta que se esté intentando construir el país sobre el miedo, en referencia indirecta (o directa) sobre todo a Le Pen. Defiende una política pragmática que “libere” y no dé miedo. “Quiero que Francia sea un país de oportunidades para todos, una Francia solidaria”, concluye.
La pregunta sobre cómo frenar el terrorismo islamista, un problema que ha afectado muy directamente a Francia en los dos últimos años, le sirve a Le Pen para volver a sus propuestas más radicales de control de fronteras ("no sé cómo se puede prevenir el terrorismo si no sabemos quién entra por nuestras fronteras", dice) y mano dura, muy dura, contra cualquier ciudadano de origen extranjero que se haya radicalizado.
El debate va claramente retrasado. A esta hora (cuando ya se superan largamente las dos horas de debate), deberíamos estar en el tercer y último bloque, el de la política internacional, pero los cinco candidatos siguen discutiendo sobre la economía, el empleo y la salud. Si hubieran estado los 11 candidatos y no solo los cinco punteros, seguramente el debate se alargaría hasta bien entrada la madrugada.
Hamon defiende ahora el ingreso mínimo universal que propone en su programa. Macron lo considera irrealizable por el gran costo que conllevaría. Los dos fueron ministros de Hollande. Ambos se desligaron del gobierno del socialista, pero claramente tienen propuestas divergentes. Y la economía no es lo único en lo que no coinciden.
Le Pen dice que no se quería meter en ese “debate de ultraliberales”. Mélenchon rechaza la descripción. Hay risas en el público.
La ultraconservadora acusa a los otros candidatos de “culpabilizar a los franceses” de los problemas económicos creados por los gobernantes y reclama un patriotismo económico, es decir, priorizar las empresas francesas por delante de las europeas. “Me importa el empleo de los franceses, no me toca ocuparme de los otros países”, dice.
Nuestro compañero Carlos Yárnoz explicaba aquí en enero las propuestas económicas de Hamon: http://cort.as/sNC7