_
_
_
_
_

Mohamed VI nombra el nuevo Gobierno tras seis meses de bloqueo

Los islamistas del PJD, ganadores de las últimas elecciones, ven su poder diluido en una coalición de seis partidos

Francisco Peregil
El nuevo jefe del Gobierno, el islamista Saadedín Otmani (en el centro, con un folio en la mano), anuncia el pasado 25 de marzo la formación de un Ejecutivo de coalición.
El nuevo jefe del Gobierno, el islamista Saadedín Otmani (en el centro, con un folio en la mano), anuncia el pasado 25 de marzo la formación de un Ejecutivo de coalición.Fátima Bouaziz (EFE)

El rey de Marruecos, Mohamed VI, nombró este miércoles a los miembros de un nuevo Gobierno de coalición compuesto por seis partidos que se repartirán 39 carteras durante un mandato previsto de cinco años. Un islamista del Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), Saadedín el Otmani, estará al frente del Ejecutivo. Pero el poder real seguirá en mano de hombres próximos al Palacio Real. Ese es el caso del nuevo responsable del Interior, Abdelouafi Laftit, hasta ahora wali o gobernador civil de Rabat y hombre de la plena confianza del ministro del Interior saliente, Mohamed Hassad, quien solo rendía cuentas ante el monarca. Para mujeres solo hay un ministerio, el de Familia y Asuntos Sociales, y ocho secretarías de Estado.

Más información
El Messi islamista marroquí asume su primera derrota
Los islamistas del Gobierno marroquí afrontan su mayor desafío

El Ministerio de Agricultura, de gran calado en el país, seguirá en manos del empresario y amigo íntimo del rey, Aziz Ajanuch, presidente del liberal Reagrupamiento Nacional de Independientes (RNI). El Ministerio de Exteriores recae en el diplomático Naser Bourita, quien era hasta la fecha el segundo responsable de esa cartera. La política exterior del país seguirá dirigida directamente desde Palacio.

El PJD fue el vencedor de las elecciones legislativas del 7 de octubre, con su secretario general, Abdelilá Benkirán a la cabeza. Obtuvieron 125 de los 395 escaños del Parlamento. Pero el sistema electoral marroquí está diseñado de tal forma que ningún partido pueda obtener los 198 diputados de la mayoría absoluta. Es preciso gobernar en coalición.

El rey encargó a Benkirán que buscara las alianzas necesarias para formar Gobierno. Y Benkirán no pudo —o no quiso— formarlo con las condiciones que le exigía Aziz Ajanuch: que incluyera en la coalición a los socialistas de la USFP, que solo habían obtenido 20 diputados en las elecciones.

Tras cinco meses de bloqueo, el rey destituyó a Benkirán el 17 de marzo y nombró en su lugar al también islamista del PJD Saadedín el Otmani, de 61 años. El Otmani ha aceptado, con el apoyo de su partido, incorporar a los socialistas al Gobierno. Y finalmente el país ha salido del atasco. A costa, eso sí, del posible desgaste ante el electorado de los islamistas del Partido de la Justicia y el Desarrollo.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

En este contexto, el Palacio Real no solo controla buena parte del Gobierno, sino también de la oposición, ya que el principal grupo opositor, el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), que quedó segundo en las elecciones con 102 escaños, fue fundado por Fuad Alí El Himma, amigo íntimo del rey y actual consejero.

La incógnita que queda por despejar es saber qué papel adoptará Abdelilá Benkirán en la política marroquí, ya que a pesar de estar fuera del Gobierno sigue siendo el político más carismático del país y continúa al mando del PJD como secretario general.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_