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El gobernador de Alabama dimite por un escándalo sexual

El republicano Robert Bentley ha sido acusado de usar su cargo para tapar un romance

El exgobernador de Alabama Robert Bentley, este lunes.Vídeo: REUTERS
Pablo de Llano Neira

El expastor bautista y gobernador republicano del estado de Alabama Robert Bentley, de 74 años, ha presentado su dimisión ahogado por un escándalo sexual. Bentley trató de aferrarse al cargo desde el año pasado pero se acabó viendo superado por las acusaciones de haber utilizado recursos públicos para intentar tapar un romance extramarital con su alta consejera Rebekah Caldwell, de 45 años. En 2016 había reconocido que envió mensajes eróticos a su asesora, pero se resistió a renunciar, alegando que no había llegado a mantener relaciones "físicas" con ella.

"No puedo permitir que mi familia, mis amigos, mi equipo de trabajo y mi gabinete se sigan viendo afectados por mis acciones pasadas", declaró en una rueda de prensa Bentley, que se había pasado todo un año porfiando por echar balones fuera y seguir ocupando el poder en el estado sureño. El gobernador caído será sustituido por su colega republicana Kay Ivey, de 72 años, segunda gobernadora de Alabama desde que detentó el puesto entre 1967 y 1968 la demócrata Lurleen Wallace.

Además de renunciar a su cargo, Bentley ha decidido cortar la investigación que le venía mordiendo los tobillos reconociéndose culpable de dos delitos menores ligados a sus supuestas maniobras por enterrar la revelación de su aventura amorosa: no declarar un dinero que recibió en campaña y usar fondos de campaña para uso privado, supuestamente en sus intrigas para cerrar el escándalo.

El congreso de Alabama comenzó este mismo lunes las audiencias para dirimir un proceso de impeachment -o de destitución por acuerdo parlamentario, el primero en más de un siglo en este estado- contra el debilitado gobernador, al que ya habían abandonado como causa perdida parte de sus compañeros republicanos de Alabama, el segundo estado más conservador de Estados Unidos tras Misisipi, según una encuesta de Gallup. De allí salió el actual fiscal general, el ultraconservador Jeff Sessions. Mientras se desarrollaba la audiencia, la atención estaba puesta en realidad en el rumor de que el gobernador, como así fue, ofrecería su cabeza en las próximas horas.

Bentley cayó este lunes, pero el mazazo que lo derribó lo recibió el viernes, cuando se publicó una extensa investigación del congreso que daba detalles de la relación. El gobernador había mandado mensajes a su principal asesora, Caldwell, con emoticonos -símbolos- con corazones en los ojos y frases picantes, sin darse cuenta de que su teléfono estaba asociado a la tableta digital de su exmujer, que se divorció de él en 2015 cuando descubrió el romance que luego explotó en público.

En medio de la guerra marital, Bentley habría presionado a empleados de la oficina de la primera dama, su esposa, para que se comprometiesen a permanecer callados y a no revelar el escándalo. El informe afirma que el gobernador creó en su entorno de gobierno una "atmósfera de intimidación".

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