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Sessions ordena juzgar a más inmigrantes, más rápido, por más delitos

El fiscal general de Estados Unidos quiere que la inmigración irregular sea una prioridad absoluta para el sistema de justicia

Pablo Ximénez de Sandoval

El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, llevó este martes la retórica de su Gobierno sobre la frontera a la frontera misma. En una visita a Nogales, Arizona, (separada por una valla de Nogales, Sonora) Sessions anunció que el nuevo Gobierno quiere más fiscales y más jueces dedicados a inmigración y además publicó una directiva en la que exige que se detenga y se procese como un criminal a cualquiera que cruce de manera irregular la frontera. “Es la era de Trump”, anunció.

El fiscal general de EE UU, Jeff Sessions, durante su visita a la frontera de Nogales.
El fiscal general de EE UU, Jeff Sessions, durante su visita a la frontera de Nogales.EFE
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En la nueva directiva, Sessions ordena a todos los fiscales federales del país que hagan de los casos de inmigración una prioridad. “Para el Departamento de Justicia es una alta prioridad establecer la legalidad en nuestro sistema de inmigración”, arranca el memorándum enviado este martes a los fiscales. El máximo responsable de Justicia de Estados Unidos promete una guía de actuación más detallada y recursos para llevarla acabo en el futuro.

En primer lugar, ordena a los fiscales que presenten cargos criminales contra cualquier persona que sea encontrada pasando inmigrantes por la frontera. Si hay que tomar decisiones porque no hay suficientes recursos, ordena Sessions, que se dé prioridad a los que trasladan a más de tres personas.

También recomienda a los fiscales que persigan criminalmente a cualquiera que tenga antecedentes de haber entrado antes de manera irregular en el país, y también de aquellos que busquen matrimonios de conveniencia para arreglar su estancia en Estados Unidos. También se debe perseguir por la vía penal a cualquier inmigrante irregular que tenga antecedentes por delitos violentos, y a cualquiera que tenga documentos falsos, algo muy habitual porque son imprescindibles para sobrevivir en el país.

Por último, ordena a todos los distritos judiciales federales de Estados Unidos que designen un “coordinador de la frontera” para que se asegure de que se siguen estas guías y mantenga al día la información sobre las actuaciones de la fiscalía en materia de inmigración irregular.

“La falta de ley, la abdicación en el deber de reforzar nuestra frontera y la vieja práctica de detener y soltar se han acabado”, dijo Sessions en Nogales. El fiscal general asume completamente la visión del presidente Donald Trump de una frontera fuera de control en la que la gente entra como quiere y la policía fronteriza está sobrepasada y con las manos atadas legalmente. La práctica de soltar a los detenidos en ciertas ocasiones es uno de los grandes lemas de campaña de Trump.

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Hay muchas razones por la que esto se hace así. Los agentes de la frontera tienen un margen de discreción para decidir quién supone una amenaza para la seguridad, quién tiene razones para reclamar asilo o quién se encuentra en situación de peligro. A veces, los agentes se ven obligados a soltar a los detenidos con una orden de presentarse en el juzgado simplemente porque no tienen un lugar físico donde mantenerlos retenidos. No es una situación muy distinta a la de Canarias o Lampedusa.

Lo que vino a anunciar Sessions este martes fue la intención en “la era de Trump” de acabar con cualquier margen de discrecionalidad, tanto de los agentes fronterizos como de los fiscales a la hora de presentar cargos criminales. Cualquiera que cruce la frontera sin los papeles en regla debe ser detenido y mantenido bajo detención hasta que se le pueda presentar ante un juez.

No está claro que el sistema de justicia, o las infraestructuras de detención de inmigrantes, estén preparados para la aplicación furiosa del código penal contra los inmigrantes irregulares como propone el Departamento de Justicia. Actualmente, hay un atraso de más de 500.000 casos en las cortes de inmigración de Estados Unidos. Sessions ya ha enviado 25 jueces para reforzar los juzgados de inmigración y este martes prometió que antes de que acabe el año habrá 50 jueces más dedicados a este cometido.

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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