El club de los alcaldes tuneadores de ambulancias genera polémica en Argentina
Intendentes de la periferia bonaerense estampan su nombre en los vehículos sanitarios y policiales que circulan por las calles
En Argentina todo es susceptible de convertirse en plataforma de propaganda política. Los ciudadanos del área metropolitana de Buenos Aires están acostumbrados a ver el nombre de los alcaldes de sus ciudades estampados en los carteles de las obras públicas en marcha. Pero algunos dirigentes políticos han ido un paso más allá y han firmado también ambulancias, vehículos policiales y quirófanos móviles de animales, entre otros. El club de los intendentes ploteadores (alcaldes tuneadores) ha sido este martes objeto de burlas e intercambio de insultos en las redes sociales entre kirchneristas y macristas, aunque hay integrantes de ambos partidos políticos en el mismo.
Por cantidad de vehículos intervenidos, la presidencia del club debería recaer en Verónica Magario, la alcaldesa de La Matanza, el municipio más grande de toda la periferia bonaerense, con 1,7 millones de habitantes. La kirchnerista Magario ha puesto su nombre a 40 nuevos patrulleros policiales que circulan por la ciudad. Además, una gran foto suya aparece en todos los carteles del carril exclusivo para autobuses en construcción. Pero también han sido incluidos en el grupo otros alcaldes, como los peronistas Mario Ishii y Walter Festa y Jorge Macri, primo del presidente argentino, Mauricio Macri.
"Está mi nombre porque lo administro yo, cuando administre otro pondrá su nombre. Siempre fue así", contestó Ishii al ser cuestionado por la cadena Todo Noticias sobre las ambulancias que llevan su nombre. Ishii está al frente del municipio de José C. Paz, 40 kilómetros al oeste de Buenos Aires, desde hace un año y medio. "Es una referencia a la gestión", coincidió Alejandro Rodríguez, jefe de Gabinete de La Matanza. "Respetamos los colores y el diseño de los patrulleros", agregó al defender la decisión de Magario, quien asumió en diciembre de 2015.
Jorge Macri, al frente de la ciudad de Vicente López desde 2011, se adelantó a los alcaldes citados en el uso de vehículos móviles con su nombre. En las redes sociales pueden verse imágenes de hace un par de años con quirófanos veterinarios sobre ruedas y motos policiales firmadas por Jorge Macri. "En las dos unidades de Zoonosis ya fue modificado el ploteo exterior", señalan a EL PAÍS desde la Municipalidad de Vicente López. Igualmente, afirman que las motos policiales con el nombre de Macri existieron, pero son de "varias temporadas atrás" y ya no circulan más con su firma.
Difícil identificación
El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, criticó con dureza el ploteo serial de vehículos oficiales. "No está bien que un patrullero que debe ser identificado rápidamente tenga los colores de un intendente como si fuera una propaganda política, no van a ver una ambulancia con el nombre de la gobernadora [de Buenos Aires, María Eugenia Vidal]. Es lamentable encontrarse con este tipo de metodologías en esta época", declaró Ritondo.
La ministra de Salud bonaerense, Zulma Ortiz, también se sumó a la polémica. "No coincidimos con este tipo de prácticas y valores", afirmó. La titular de la cartera sanitaria señaló que el Gobierno de Vidal quiere estandarizar la imagen de todas las ambulancias del sistema de salud público que circulan por la provincia, pero admitió que legalmente no pueden obligar a los alcaldes para que saquen su nombre.
El fenómeno que ahora es motivo de polémica tiene varios precedentes en Argentina, casi siempre vinculados a figuras políticas peronistas. Uno de los más recientes fue la kirchnerización de calles, plazas, rotondas, aeropuertos y piscinas, entre otros, desencadenada tras la muerte del expresidente Néstor Kirchner en 2010. La lista era tan larga que un internauta creó el blog Ponele Néstor a todo para difundirla. Su viuda y entonces jefa de Estado argentina, Cristina Fernández, puso su nombre al centro cultural más grande de América Latina, situado a pocos metros de la Casa Rosada, la sede del Ejecutivo argentino. Al llegar al poder, el macrismo anunció que rebautizaría el Centro Cultural Kirchner, pero por ahora lo mantiene, aunque reducido a sus siglas -CCK- para las comunicaciones públicas.
