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África, el mercado de cerveza de mayor crecimiento

La compra de la bebida alcohólica en el contintente aumentará un 4,5% en 2017 frente al 1,4% mundial

José Naranjo
Un hombre pega una etiqueta de cerveza en una fábrica de Abidjan (Costa de Marfil).
Un hombre pega una etiqueta de cerveza en una fábrica de Abidjan (Costa de Marfil).SIA KAMBOU (GETTY)

Quizás no tengan la textura y el sabor profundo más propios de otras latitudes, pero cerveza en África se bebe y mucha. De ello son conscientes las grandes empresas internacionales que están apostando sin miramientos por un mercado de más de 12.000 millones de euros anuales, el de mayor crecimiento de todo el mundo según el grupo de investigación cervecera Plato Logic, que pronostica un alza del 4,5% en 2017 frente al rácano 1,4% mundial.

Ni siquiera la ralentización de la economía debido a la caída de los precios de las materias primas ha podido con este sector emergente. La combinación de creciente clase media, progresiva urbanización, una población mayoritariamente joven en un contexto de gran crecimiento demográfico y el calor que reina casi todo el año en el continente hacen que la cerveza, especialmente las rubias, más baratas y perfectas para calmar la sed, tenga un brillante presente y un enorme futuro.

En un apacible restaurante de la Pointe des Almadies, en la ciudad de Dakar, Thierno Bah saborea una Gazelle mientras contempla la puesta de sol. Esta es una de las cervezas más ligeras de todo el continente, producida en Senegal por la empresa Soboa, perteneciente al grupo francés Castel. Con 89 años de historia se ha convertido en un símbolo del país, conocida como Ordinaria por los consumidores. Pese a ser un país de mayoría musulmana, el consumo de alcohol sobre todo en contextos urbanos, es muy visible y tolerado. “No juego, no salgo de noche, no fumo. Pero venir a beber mi Gazelle bien fresca cada tarde tras un día de duro trabajo es uno de esos pequeños placeres que hacen que la vida sea mejor”, asegura Bah, que trabaja para una institución financiera.

Al igual que ocurre con otros productos de consumo, como las motocicletas o los teléfonos móviles, la batalla del mercado africano la están ganando quienes mejor se adaptan a él. Y más en el actual contexto de crisis. Heineken, por ejemplo, acaba de abrir una fábrica en Costa de Marfil para la producción de una cerveza elaborada con arroz local y a precios adaptados al bolsillo de su clase media. En Abiyán, capital comercial del país, esta nueva Heineken Ivoire está cada vez más presente en bares y restaurantes.

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No es de extrañar que sean países como como Sudáfrica, Kenia, Namibia, Gabón o Angola, con economías más sólidas en el contexto africano, los que encabezan la estadística de bebedores de cerveza en el continente. Aunque por peso poblacional es Nigeria quien se lleva la palma, lo cierto es que este país se está viendo más tocado por la crisis que algunos de sus vecinos y la expansión del consumo de cerveza se ha desacelerado en el gigante oesteafricano.

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Castel, Flag, la citada Gazelle, 33 Export, Star, Primus, Brakina, Bock, Kilimanjaro, Tusker, pero también variantes locales de la Guinnes o la Heineken son sólo algunas de las marcas más extendidas por África, donde el consumo de cervezas elaboradas tradicionalmente a partir del sorgo, mijo y otros cereales, más propio de zonas rurales, está siendo rápidamente sustituido por esta amplia oferta que viaja a lomos del proceso de crecimiento de las ciudades de un continente cuya mitad de la población será urbana en poco más de una década.

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Sobre la firma

José Naranjo
Colaborador de EL PAÍS en África occidental, reside en Senegal desde 2011. Ha cubierto la guerra de Malí, las epidemias de ébola en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Congo, el terrorismo en el Sahel y las rutas migratorias africanas. Sus últimos libros son 'Los Invisibles de Kolda' (Península, 2009) y 'El río que desafía al desierto' (Azulia, 2019).

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