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¿Qué fue de las promesas de Trump?

El ejercicio del poder ha matizado muchas de las opiniones y amenazas que el presidente de EE UU realizó como candidato. Repasamos el antes y el después

Donald Trump, el día de su toma de posesión como presidente.Vídeo: AFP/ EL PAÍS

La obsolescencia de la OTAN, el estatus político de Taiwan o el futuro judicial de Hillary Clinton. Donald Trump recorrió como candidato todo tipo de temas ante los que realizó promesas o declaraciones incendiarias. En estos 100 días como presidente de Estados Unidos, los matices y rectificaciones se han sucedido. Este es un repaso a los más notables.

ANTES

DESPUÉS

OTAN

Una semana antes de jurar el cargo, Trump llamó a la OTAN “obsoleta” por no luchar lo suficiente contra el terrorismo y cuestionó el compromiso de EE UU con la organización militar.

“Ahora luchan contra el terrorismo. Dije que era obsoleta, ya no es obsoleta”, afirmó Trump el 12 de abril tras reunirse en la Casa Blanca con el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg.

RELACIÓN CON TAIWÁN

Tras ganar las elecciones de noviembre, Trump enfureció a Pekín al hablar por teléfono con la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, y asegurar que condicionaría su respeto a la política de “una sola China” solo si recibía a cambio concesiones de Pekín en asuntos de interés compartido.

A principios de febrero, Trump dio marcha atrás: prometió mantener la política de “una sola China”, el pilar de la estrategia diplomática estadounidense desde los años 70, en que reconoce a Pekín como el único interlocutor y Gobierno legítimo chino ante las ambiciones separatistas de la isla de Taiwán.

MONEDA CHINA

Dos semanas antes de las elecciones, Trump anunció que en su primer día en la Casa Blanca, instaría a su secretario del Tesoro a declarar a China una manipuladora de su moneda, como prometió durante la campaña.

“No son unos manipuladores de su divisa”, dijo Trump el 13 de abril, a los pocos días de su reunión con el presidente chino, Xi Jinping. El cambio de postura responde a su estrategia de hacer concesiones económicas a Pekín a cambio de ayuda ante la amenaza de Corea del Norte.

HILLARY CLINTON

En el segundo debate presidencial, a mediados de octubre, Trump anunció que, como mandatario, nombraría a un fiscal especial para investigar el caso de los correos electrónicos de Hillary Clinton como secretaria de Estado. Cuando la candidata demócrata respondió que, por suerte, Trump no estaba a cargo de la ley, el republicano replicó: “Porque estarías encerrada”.

A las dos semanas de ganar las elecciones, a finales de noviembre, Trump cambió de opinión. “No quiero hacer daño a los Clinton, ella ha sufrido ya de muchas formas diferentes”, dijo. “Sería algo muy divisivo para el país” y “no es algo que sienta que necesito hacer”, agregó

REFORMA SANITARIA

Trump dijo que lucharía por la aprobación en sus primeros 100 días como presidente de una reforma de la ley sanitaria impulsada por el expresidente Barack Obama. El objetivo era cumplir su promesa electoral de “derogar y reemplazar Obamacare”, que ha calificado reiteradamente un “desastre”.

A finales de marzo, la Cámara de Representantes decidió no someter a voto la propuesta de reforma, apoyada por Trump e impulsada por el presidente de la Cámara, el republicano Paul Ryan. La ley no se votó por la falta de apoyos dentro del Partido Republicano al esgrimir el sector más radical de la bancada que la reforma era demasiado moderada. El proyecto está paralizado.

MURO CON MÉXICO

En su hoja de ruta de los primeros 100 días, anunciada poco antes de las elecciones, Trump dijo que confiaba en lograr que el Congreso financiara la construcción de un muro en la frontera sureña, un emblema de su campaña, con “el conocimiento completo de que México reembolsará a Estados Unidos por el coste completo de ese muro”.

Esa ley no se ha ni debatido y la Casa Blanca tiene dificultades para lograr incluso la aprobación de una partida de 1.400 millones de dólares para iniciar la construcción de la barrera este año. El Gobierno ha iniciado el proceso de licitación de varios tramos del muro, a los que han concurrido más de 600 empresas, y prevé destinar fondos existentes para pagar esos tramos. México ha insistido en que no piensa pagar la barrera y las divergencias en ese asunto forzaron la cancelación de una visita a la Casa Blanca del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.

VETO A MUSULMANES

Durante la campaña electoral, Trump prometió un veto completo a la entrada de extranjeros musulmanes a EE UU. Más adelante suavizó ligeramente esa propuesta y prometió un “filtro extremo” en la llegada de extranjeros.

En su primera semana como presidente, Trump firmó un decreto que prohibía la entrada a EE UU de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana (Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia, Yemen e Irak). Su aplicación fue caótica y una semana después fue paralizado por la justicia que lo consideró inconstitucional por discriminar religiosamente. A mediados de marzo, Trump volvió a la carga: firmó un decreto más acotado, pero volvió a ser suspendido por los tribunales.

DEPORTACIONES DE INMIGRANTES

En sus primeros 100 días como presidente, el republicano prometió haber iniciado la expulsión de más de dos millones de inmigrantes indocumentados que tienen antecedentes delictivos y cancelar la concesión de visados a los países que no acepten a sus ciudadanos deportados.

Trump firmó un decreto en febrero que abre la puerta a las deportaciones masivas al “limitar extremadamente" las excepciones a las expulsiones y dar mucho más poder los agentes de inmigración. En los primeros dos meses de presidencia, se han duplicado los arrestos a inmigrantes sin antecedentes, que no eran una prioridad para el anterior Gobierno. El conjunto de deportaciones ha caído, pero el temor de que cualquiera puede ser deportado se ha extendido entre los inmigrantes. No ha habido, por ahora, restricciones al sistema de visados.

LIBRE COMERCIO

La oposición al libre comercio fue una de las banderas electorales de Trump, que prometió retirar a EE UU del tratado con los países del Pacífico (conocido como TPP por sus siglas inglesas) y renegociar el pacto con Canadá y México (NAFTA en inglés).

Como presidente, ha cumplido ambas promesas pero por ahora ha habido pocos avances. Trump firmó una notificación de salida del TPP y otra de renegociación del NAFTA, pero las conversaciones formales con Canadá y México no han empezado.

MEDIO AMBIENTE

Trump aseguró que en sus primeros tres meses en la Casa Blanca levantaría restricciones a la producción de energía, incluido carbón y petróleo, y facilitaría grandes obras de infraestructura, como el oleoducto Keystone. El republicano también prometió “cancelar” el acuerdo de París contra el cambio climático.

Como presidente, Trump ha nombrado a un negacionista climático al frente de la agencia medioambiental pero no ha revelado si sacará a EE UU del acuerdo de París, un asunto que divide a su Gobierno. Ha firmado decretos que suponen el inicio del desmantelamiento de las restricciones medioambientales impulsadas por Barack Obama y ha dado luz verde al oleoducto Keystone.

TRIBUNAL SUPREMO

Uno de los objetivos de Trump era nombrar en sus primeros 100 días a un juez para la plaza que dejó vacante en el Tribunal Supremo el conservador Antonin Scalia, fallecido en 2016. El sustituto debía “defender” la Constitución y estar dispuesto a revocar el derecho al aborto.

Trump propuso a principios de febrero a Neil Gorsuch, que juró el cargo el 10 de abril. Gorsuch es considerado un jurista conservador moderado. Trump confiaba en que, con ese perfil, lograría el apoyo demócrata en el proceso de votación en el Senado, pero no fue así. Por primera vez, la votación se realizó por mayoría simple y salió adelante gracias al apoyo republicano.

ANTICORRUPCIÓN

Como candidato, Trump prometió prohibir a los funcionarios trabajar como lobistas en sus primeros cinco años fuera del gobierno e imponer un veto vitalicio a que puedan hacer lobby para un gobierno extranjero. También dijo que propondría una enmienda constitucional para establecer un límite de mandato a los congresistas.

Trump ha cumplido en la Casa Blanca con las prohibiciones a los lobistas, pero no ha propuesto ningún límite a los legisladores. Las primeras medidas le sirven para mandar el mensaje de que cumple con su objetivo de “drenar la ciénaga” de Washington en alusión a la influencia del dinero en la política estadounidense. Pero esa meta ha quedado debilitada con la elección de los miembros de su gobierno, muchos millonarios y con estrechos vínculos empresariales.

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