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Un niño de tres años muere tiroteado por un menor en un robo en Buenos Aires

Un hombre es asaltado cuando iba a una pizzería junto a su hijo, a quien balean por la espalda

Una patrulla policial aparcada en la puerta de una escuela en Lomas de Zamora.
Una patrulla policial aparcada en la puerta de una escuela en Lomas de Zamora.Télam

La inseguridad es uno de los problemas principales para los argentinos con casos cada vez más dramáticos, especialmente para los menores. De un lado, los que son utilizados por el crimen organizado como carne de cañón para cometer todo tipo de delitos, amparados en que el código penal no prevé penas de cárcel para los menores de 16. Del otro, las víctimas que quedan en medio del fuego y terminan pagando con su vida. La noche del miércoles pasó de nuevo, esta vez, en la localidad de Lomas de Zamora, una localidad de la Provincia de Buenos Aires distante a sólo 26 kilómetros del obelisco. Paulo Agustín Bustamante, un nene de tres años, resultó abatido por dos delincuentes que dispararon a sangre fría en momentos en que se dirigía a una pizzería junto a su padre. Por el hecho, un adolescente de 16 años fue detenido este jueves.

“Dispararon por nada”. Las palabras de Martín Bustamante a los medios volvieron a conmover a una opinión pública que se resiste a naturalizar los hechos de violencia que cada tanto terminan con una vida inocente. El padre de Paulo, el pequeño de tres años, relató entre lágrimas el suceso que terminó con la vida de su hijo durante la noche del miércoles, a pocas cuadras de los tribunales de Lomas de Zamora. El hombre y el niño se dirigían a una pizzería cercana a su casa cuando fueron interceptados por dos delincuentes que, en forma sorpresiva salieron de detrás de un árbol y le pidieron la entrega del dinero que llevaban para comprar la comida. “Me pidieron la plata y se las di”, relató el hombre sin consuelo.

“Me quisieron apuntar a mí, con la mala suerte…”, explicó Bustamante al contar que los delincuentes, al retirarse, dispararon a quemarropa e impactaron en la espalda del pequeño Paulo, que fue trasladado de urgencia a la clínica Boedo aunque los médicos no pudieron hacer nada para salvarle la vida. Horas después, la policía informó la detención de un adolescente de 16 años sindicado como uno de los autores del asalto y que vive a ocho cuadras del lugar. “El que tenía el arma se sonrió”, agregó el padre, quien tuvo que ser atendido por una crisis de nervios.

“Me robaron plata y encima le tiraron a mi hijo. Yo estaba caminando, ellos estaban escondidos. Yo a mi hijo lo tenía al lado, lo agarré sólo para correr. Salimos de casa, fuimos a comprar una pizza, llegamos a la puerta de los monoblocks y los ladrones salieron detrás de un árbol. Me robaron, se fueron, se dieron vuelta y dispararon”, resumió el hombre.

En diciembre pasado, el menor Brian Aguinaco, de 14 años, fue asesinado por otro adolescente que también se llamaba Brian, cerca de la villa 1-11-14 del barrio de Flores, el mismo en el que nació el Papa Francisco I. En aquel suceso, el pequeño viajaba en auto junto a su abuelo, quien quiso interceder en un asalto perpetrado por dos delincuentes que pensaron que los estaban persiguiendo y abrieron fuego contra el vehículo con tanta mala suerte que uno de los proyectiles impactó en la cabeza del menor. El hecho provocó la indignación de los vecinos que esa misma noche realizaron un escrache en la puerta de la comisaría 38 que terminó con incidentes.

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