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Mélenchon busca apuntalar su fuerza electoral ante Macron

El líder de Francia Insumisa promete una oposición desde el Parlamento o desde las calles

Silvia Ayuso
El líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon en campaña en Marsella
El líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon en campaña en MarsellaANNE-CHRISTINE POUJOULAT (AFP)

Para presentarse como el hombre que quiere renovar la política francesa a fondo, el líder de la izquierda alternativa, Jean-Luc Mélenchon, ha hecho uso de una de las tácticas más rancias de la política gala en relación con las elecciones legislativas que comienzan este domingo: el parachutage o paracaidismo, que significa postularse por una circunscripción que no es ni el lugar de origen ni donde reside el candidato o candidata, sino donde cree que tiene más posibilidades de ser elegido.

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En el caso del líder de la Francia Insumisa, ha sido Bouches-du-Rhône, en Marsella, a 700 kilómetros de París, que es donde vive el excandidato presidencial. La maniobra tiene su (gran) explicación electoral: esa es la circunscripción donde Mélenchon obtuvo un mayor porcentaje de votos, 39,09%, en las elecciones presidenciales. Y el equipo de Francia Insumisa tenía también lista otra justificación por si acaso para ese paracaidismo electoral: nacido hace 65 años en Tánger, el puerto de Marsella fue el primer lugar donde el joven Mélenchon tocó tierra al regresar a Francia, como ha contado él mismo.

La maniobra no es muy distinta, aunque sí mucho menos osada, que la que empleó cinco años atrás, cuando eligió como sede de su candidatura la ciudad de Hénin-Beaumont, en el noroeste del país, bastión de la líder de extrema derecha Marine Le Pen. La cosa le salió mal y Mélenchon quedó eliminado en la primera vuelta (Le Pen en la segunda). Al igual que esta, que vuelve a repetir en su feudo, el candidato izquierdista pudo mantenerse en la primera línea política gracias al escaño que logró para el Parlamento Europeo. Pero Mélenchon ahora no está para nuevos riesgos. Francia Insumisa, que llegó a verse en la segunda vuelta presidencial, quiere consolidarse como la principal fuerza de la oposición en la Asamblea Nacional al presidente Emmanuel Macron. Y por ello su líder, Mélenchon, quiere jugar sobre seguro. Aunque ello suponga, como en muchas otras de las circunscripciones donde se presentan los candidatos insumisos, caer en prácticas que ha criticado o rivalizar con otros candidatos de izquierda, debilitando un frente que podría mostrarse más unido ante la avalancha que promete ser la República en Marcha del nuevo presidente francés.

“Somos la única alternativa que propone otra mayoría posible, la mayoría insumisa”, justifica Bastien Lachaud, director de campaña de las legislativas. Desde el distrito XIV de París, Jean-Pierre Coulomb, el candidato melenchonista local, coincide. “Nuestro papel es oponernos a las fuerzas antisociales de Macron y crear una nueva fuerza política alternativa a la política clásica, reemplazando a una izquierda que se ha desplazado a la derecha, como ha hecho el Partido Socialista”, explica mientras reparte folletos con su candidatura. A solo unos metros está uno de los colegios electorales en los que se decidirá si este jubilado llegará a la Asamblea Nacional. Su principal rival es uno de los pesos pesados del macronismo, la ministra de Asuntos Europeos, Marielle de Sarnez. Coulomb se siente confiado. “Soy un buen candidato para representar la renovación ante los políticos profesionales” como Sarnez, afirma.

Los sondeos, sin embargo, no respaldan la confianza de Coulomb y de los demás insumisos. Las encuestas dejan a la formación de Mélenchon en cuarto lugar en preferencia de voto, tras el movimiento de Macron, el conservador Los Republicanos y hasta el Frente Nacional de Le Pen. Además, con 12% de intención de voto, Francia Insumisa, que solo superaría al Partido Socialista, queda lejos del 19,5% que obtuvo Mélenchon en la primera vuelta presidencial.

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Aun así, el líder de la izquierda alternativa y sus candidatos no tiran la toalla. “Macron es el presidente de los ricos, prepara una gran fiesta para la oligarquía y es el pueblo el que va a pagarla”, ha advertido Mélenchon. Según el líder de Francia Insumisa, solo su formación podría frenar estos planes que dice ver confirmados en proyectos como la reforma de la ley del trabajo que ha adelantado el Gobierno. Quizás por eso, por el momento, nadie en Francia Insumisa habla abiertamente de la estrategia a seguir en relación con la segunda vuelta, el 18 de junio, y de su eventual disponibilidad para unir fuerzas con otros candidatos para frenar el avance del FN allí donde sus candidatos pasen a la segunda ronda, como suele ser tradición. En las presidenciales, Mélenchon rompió esa costumbre al negarse a dar una consigna de voto clara y lo pagó caro en términos de críticas, tanto nacionales como internacionales. Las urnas dirán si también lo castigan los electores.

La Fiscalía investiga al partido aliado de Macron

La Fiscalía francesa ha abierto este viernes una investigación preliminar sobre MoDem, el partido centrista de François Bayrou, principal aliado del presidente Emmanuel Macron y ministro de Justicia de su gabinete. La sospecha que ha llevado a dar este paso es la misma que lastra a otros partidos franceses como el Frente Nacional: si la formación usó a asistentes parlamentarios europeos —y pagados por tanto con fondos de la UE— para trabajar en el partido y no en Bruselas. Aunque la maniobra de la fiscalía parisina no supone aún una investigación formal, la decisión de la justicia, cuya cartera ostenta precisamente el líder del partido bajo sospecha, arroja una nueva sombra a solo dos días de las elecciones legislativas en las que Macron busca una mayoría en el Parlamento que le permita avanzar su programa de gobierno. Bayrou es, además, el encargado de elaborar la ley de "moralización" con la que el Gobierno de Macron pretende dar mayor transparencia a las funciones públicas y evitar conflictos de intereses o casos como este. Además de la nueva investigación a MoDem, el nuevo gabinete ha tenido que lidiar con otra investigación preliminar a uno de sus ministros, Richard Ferrand, que ha sido además la mano derecha de Macron durante toda la campaña. Ferrand está siendo investigado por si benefició a su pareja cuando era director de una mutua privada.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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