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El asesinato de un chofer paraliza 60 líneas de buses en Buenos Aires

Carlos Sánchez queda en medio de una balacera y recibe un tiro en la cara

La unidad que recibió el disparo.
La unidad que recibió el disparo.Télam

La zona sur del extrarradio de Buenos Aires no tiene paz, con cinco muertos en cinco días, uno de ellos un niño de tres años en brazos de su padre. Este miércoles, el chofer Carlos Sánchez, de la línea de buses 514, fue el sexto. El hombre murió de un disparo en la cara tras quedar en medio de un robo que intentaron cometer dos hombres que se movilizaban en motocicleta. Los trabajadores de 60 líneas impulsaron una huelga sorpresiva que paralizó a la zona metropolitana y colapsó trenes y metros. Luego, se movilizaron hasta la ciudad de La Plata (a 60 kilómetros de Buenos Aires) en reclamo de mayor seguridad a las autoridades provinciales.

La víctima tenía 42 años, cinco hijos y un nieto. Hacía 18 que se desempeñaba como chofer de la línea 514 de colectivos, un ramal que cuenta con 150 paradas, algunas de ellas ubicadas en barrios peligrosos como San Francisco Solano, Rafael Calzada, Burzaco y Claypole. Fue justamente en este último barrio, cerca de las 23.30, que Sánchez fue alcanzado por un disparo que ingresó por el parabrisas de la unidad que manejaba. El autobús venía vacío, restaban sólo dos cuadras para terminar el recorrido.

Pablo Sánchez, hermano de la víctima, también conduce un autobús de la línea 514, pero hace 21 años. “No siguen matando y yo pido justicia porque si tengo enfrente al pibe que lo hizo, no sé lo que hago. Faltaban dos cuadras para que mi hermano llegue a la terminal y vinieron dos motos que se estaban tiroteando y le pegaron al parabrisas. Tenía 5 hijos y un nieto pero estos desgraciados le sacaron la vida”, lamentó entre llantos, y recordó que “hace 3 años falleció otro compañero, acá enfrente, en la playa de estacionamiento y eso quedó impune, las cámaras no registraron nada y quedó otra familia destruida, tal como estamos nosotros ahora”. La víctima en ese momento, septiembre de 2014, fue el chofer René Ruiz, de 45 años.

Para dilucidar como fue el crimen resultó fundamental el testimonio de un hombre llamado Alberto, quien junto con su mujer fueran las ocasionales víctimas de los ladrones, que pretendían sustraerle su propia motocicleta. “Todo ocurrió hacia las 11:30 de la noche. Abrí la puerta del colectivo llamándolo pero lo encontré tirado en el piso con un tiro en la cara. Estaba muerto. Veníamos con mi señora debajo del puente. Se me cruza una moto con un arma, me empieza a correr y yo entro en mi casa. Después la moto pasó al colectivo y comenzó a disparar al aire. Tiró como cuatro o cinco veces", relató a la prensa el testigo que además especificó que fueron tres los proyectiles que impactaron en el vehículo.

El colectivo fuera de control chocó contra una barrera ferroviaria y así detuvo su marcha. “(Los ladrones) Son pibitos (niños). No eran grandes, se notaba que eran chicos por la vestimenta. Por suerte en el colectivo no había pasajeros”, agregó el hombre, y agregó que la zona sufre la inseguridad a diario. “Acá es como en todos lados. Peligrosísimo”, resumió. Roberto Fernández, titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el gremio que llamó a la huelga y movilización: “Ni con guardaespaldas podemos andar, esto es peor que una guerra. Yo me puedo poner cara a cara con la gobernadora (María Eugenia Vidal), con el ministro (de Seguridad, Cristian Ritondo). Pero nadie puede garantizar la vida de nadie. Hay que buscar más esfuerzos”.

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