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Axel Kicillof: “Si esto sigue así, Argentina termina en un desastre”

El exministro de Economía de Kirchner, ahora referente de la oposición, rechaza las críticas a la herencia que dejaron y sostiene que solo les faltó tiempo para profundizar el modelo

Carlos E. Cué
El diputado y exministro de Economía Axel Kicillof durante la entrevista con EL PAÍS
El diputado y exministro de Economía Axel Kicillof durante la entrevista con EL PAÍSSilvina Frydlewsky
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Axel Kicillof (Buenos Aires, 1971) es una figura clave del kirchnerismo y su gran ariete parlamentario. Para los argentinos que votaron a Mauricio Macri y para la mayoría de los empresarios es, sin embargo, la quintaesencia de todos los males. Fue ministro de Economía durante los dos últimos años de Cristina Fernández de Kirchner y el Gobierno le culpa de la herencia recibida. Se le responsabiliza de la situación económica argentina por su política heterodoxa. Él defiende su gestión, cree que Macri lleva a Argentina al desastre y sostiene que el único problema real del kirchnerismo es que le faltó tiempo para profundizar su modelo. Argentina tiene elecciones intermedias en octubre y el kirchnerismo busca derrotar a Macri en la provincia de Buenos Aires, un paso previo para intentar volver al poder en 2019.

Pregunta. El Gobierno justifica los problemas económicos de Argentina en la herencia recibida que ustedes niegan. ¿Admite al menos que dejaron el país en una situación complicada: déficit alto, sin acceso al crédito internacional, con alta inflación, una pobreza del 30%...

Respuesta. No, el último año creció el 2,6% el PBI con Brasil cayendo el 3%. El déficit no era preocupante. Hay que ver la evolución en 12 años [los que gobernó el kirchnerismo]. El desempleo pasó del 25% al 6%. Duplicamos el PBI. Pasamos de 138% a 38% el endeudamiento. Lo hicimos con administración del comercio, administración de precios y fuerte programa social. Pero sí, había tensiones. Argentina tenía un gran problema para acceder al crédito internacional que se agravó por el conflicto de los fondos buitres. Ellos no querían arreglar porque sabían que el gobierno que venía iba a ser mejor para ellos que el que se iba.

“¿Autocrítica? Nos faltó tiempo, otros 10 o 15 años, para profundizar el modelo, industrializar más”.

P. ¿Dejar un 30% de pobreza después de 12 años de Gobierno no es como para hacer algo de autocrítica?

R. No es que yo no reconozca el 30% de pobreza. Pero hay medidas diferentes. Con ese mismo criterio que se usa en Argentina en Brasil habría un 66% de pobreza. Desde 2001 se bajó a la mitad la pobreza. En los últimos años dejó de bajar, pero no creció. El nivel absoluto de pobreza es un tema muy discutido. ¿Que faltó bajar más la pobreza? Sí, claro. Pero cuando llegó Macri creció muy fuerte.

P. ¿No hay autocrítica para hacer?

R. Mi principal autocrítica es que nos faltó industrializar más, profundizar el modelo. Nos faltaron 10 o 15 años, la industrialización en China llevó 40 años, esto no se hace en poco tiempo. Pero nuestro defecto no fue no aplicar un programa neoliberal, al contrario. Faltó avanzar en el combate de la pobreza, mejorar la inflación, siempre falta. La caída del precio de las commodities a partir de 2008 nos complicó muchísimo.

P. Ustedes dicen que hay mucho ajuste pero otros critican a Macri por no ajustar lo suficiente. El déficit no bajó.

“Me preocupa que el FMI apoye tanto a Macri”.

R. Esa es la paradoja de la austeridad. La política recesiva baja la recaudación, además está reduciendo impuestos a las exportaciones. Los economistas neoliberales más importantes dicen que esto es insostenible y va a terminar en un desastre. Coincido con su análisis pero no con su receta. Si sigue por este camino acaba en desastre, es muy difícil revertirlo. En año y medio duplicó nuestra deuda externa. Está aplicando un programa neoliberal que es exactamente el mismo que a mí me recomendaba Christine Lagarde desde el Fondo Monetario Internacional. Macri quiere beneficiar a los sectores primarios, pero eso trae graves problemas a mediano plazo porque los sectores agropecuarios, mineros o petroleros no son grandes fuentes de trabajo en Argentina. Australia tiene el doble de riqueza natural que Argentina y la mitad de población. Si nos dedicamos solo a la producción primaria el 50% de la población se queda sin fuente de trabajo.

P. ¿Si va al desastre, por qué Macri tiene tanto apoyo internacional? Acaba de visitarlo y aplaudirlo Angela Merkel. Muchas grandes empresas están diciendo "ahora que no está Kicillof y el kirchnerismo volvemos a Argentina".

“Macri aplica un programa neoliberal que es el mismo que me recomendaba Christine Lagarde desde el FMI”.

R. También en los 90, cuando se llegó al desastre, los gobiernos latinoamericanos tenían mucho apoyo de EEUU y del FMI. A mí me preocupa cuando el FMI apoya tanto a Macri. Tampoco creo que a Merkel le preocupe mucho la calidad de vida del conurbano bonaerense. Además, las inversiones extranjeras de 2016, primer año de Macri, fueron la mitad que las de 2015. Tanto que lo aplauden podrían traer plata, no lo están ayudando nada.

P. Si su modelo funcionaba, ¿por qué perdieron las elecciones? Muchos expertos dicen que la gente votó más contra ustedes que a favor de Macri.

R. Un Gobierno con 12 años tiene desgaste, teníamos un enfrentamiento muy fuerte con algunos medios de comunicación importantes, que querían que cambiara el Gobierno. Pero Macri ganó por azar, 51% a 49%. No perdimos por 30 puntos y fuimos liquidados. No hicimos la mejor campaña electoral del mundo, hubo muchas peleas internas en nuestra fuerza. Además aplicaron de forma muy efectiva el márketing, vendieron el producto Macri. Hubo mucha mentira.

P. ¿Y cómo es posible entonces que Macri mantenga una popularidad alrededor del 50%, una de las más altas de América Latina?

R. Perdió 20 puntos, es muchísimo. Está en 45%. Y no sé si es mucho teniendo todos los medios a favor y teniendo los tres principales gobiernos: nación, provincia de Buenos Aires y ciudad.

P. ¿La corrupción hundió al kirchnerismo?

R. El Gobierno de Macri es más corrupto. Pero eso depende de cómo se presenten los medios. Yo fui acusado de corrupción con cosas que quedaron en la nada.

P. Usted estuvo en un Gobierno con gente que ahora está en la cárcel, con un responsable de Obra Pública que tiró maletas con nueve millones de dólares por encima de la tapia de un convento. Eso no es de los medios, es real.

R. Eso son casos de corrupción, que se presentan en muchos gobiernos. En nuestro gobierno hubo casos de corrupción, no lo estoy negando. Pero se han descubierto casos muy fuertes del Gobierno de Macri que no tienen seguimiento mediático. Si me hubieran encontrado a mí 56 empresas ocultas en paraísos fiscales yo hoy estaría preso.

“No conseguimos darle credibilidad a las estadísticas oficiales. Eso es un problema”.

P. ¿Usted no vio nunca nada sospechoso mientras fue ministro de Economía?

R. No, no era mi función controlar las licitaciones, pero estaban controladas por la oposición y todos los mecanismos previstos. Si después resulta que hubo una maniobra oculta, uno no lo puede saber. Perdimos por un punto, no creo que la corrupción fuera determinante.

P. ¿Cristina Kirchner se presenta?

R. No lo sé, pero si lo hace ganaría. Me gustaría que tenga un papel protagónico, eso no es necesariamente ser candidata.

P. ¿Con el rechazo que genera, ella ayuda a Macri?

R. No veo ese rechazo. Hoy es la política con mayor intención de voto en la provincia de Buenos Aires que tiene el 40% del padrón electoral. Las sociedades polarizadas son un reflejo de la época. Macri está trabajando muy fuerte para que no se lo evalúe a él, creo no le va a funcionar.

P. ¿La clase media argentina se asustó con la política de Kicillof?

R. No creo, sacamos el 49% después de 12 años. La clase media históricamente nunca apoyó al peronismo en Argentina, sobre todo en las grandes ciudades. Macri levantó el supuesto cepo pero la clase media no está comprando dólares porque no puede pagar la luz. ¿No es peor ese cepo? Nadie tuvo pérdida de poder adquisitivo en 2015. Creo que la economía no fue determinante para perder la elección.

“No fue la economía ni la corrupción la que nos hizo perder. Fue solo por un punto. Hubo muchas peleas internas en nuestra fuerza”.

P. ¿Fue un error perder la credibilidad de las estadísticas oficiales?

R. Hay que darle la mayor credibilidad posible a las estadísticas públicas, no lo conseguimos. Uno de los grandes problemas con China ahora es que nadie le cree a las cifras oficiales. Eso es un problema.

P. ¿La década dorada de la izquierda latinoamericana se verá con los años como una ocasión perdida?

R. En un primer momento hubo la impresión de que todas las fuerzas políticas populares iban a perder. Pero Dilma (Rousseff) no perdió, la echaron, y ahora el político con más apoyo es Lula (Da Silva). Cristina perdió por un punto y es la que tiene más intención de voto en Buenos Aires. En Ecuador, donde parecía que iba a perder (Rafael) Correa, ganó su candidato. Evo Morales no ganó el plebiscito pero sigue siendo el político con más intención de voto. En Uruguay sigue ganando el Frente Amplio. Es cierto, en la parte de la autocrítica, que nos faltó profundizar el modelo, darle bases más sólidas al crecimiento.

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