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Rusia trató de piratear los sistemas electorales de 21 Estados durante la campaña estadounidense

Moscú logró penetrar un “pequeño número” de redes pero no alteró votos, según Washington

Robert Mueller, el fiscal especial que investiga la trama rusa, este miércoles en el Senado
Robert Mueller, el fiscal especial que investiga la trama rusa, este miércoles en el SenadoCHIP SOMODEVILLA (AFP)

Continúa la destilación constante de revelaciones sobre la injerencia rusa en la campaña electoral estadounidense. Piratas informáticos relacionados con el Kremlin trataron de infiltrarse en los sistemas electorales de 21 Estados en la antesala de los comicios presidenciales de noviembre. Pero solo lograron penetrar un “pequeño número” de ellos y no hay pruebas de que se manipularan votos.

Un alto cargo del Departamento de Seguridad Nacional divulgó este miércoles los detalles, en lo que supone el mayor anuncio público hasta el momento de la ofensiva rusa contra los sistemas electorales regionales y locales. Ante la desesperación de algunos miembros del Comité de Inteligencia del Senado, Jeanette Manfra, responsable interina de ciberseguridad de Seguridad Nacional, evitó identificar los Estados atacados.

Su compañero, Samuel Liles, director interino de la Oficina de Inteligencia de ese departamento, recurrió a una analogía para tratar de explicar las incursiones. Los piratas buscaron vulnerabilidades en los 21 sistemas electorales de la misma manera, alegó, que un ladrón que anda por la calle y mira quién está dentro de las casas. Pero los hackers solo lograron abrir la puerta de algunas de esas casas, en referencia a los Estados en cuyas redes informáticas se infiltraron. Y teóricamente no robaron nada porque no hay pruebas de votos alterados.

El republicano Donald Trump ganó las elecciones del 8 de noviembre por un puñado de votos en Michigan, Wisconsin y Pensilvania. Pese a lograr tres millones de votos menos que su rival demócrata, Hillary Clinton, Trump venció gracias al recuento del colegio electoral, que concede mayor número de votos según la población de cada Estado.

Desde entonces, la llamada trama rusa, una oscura red de conexiones entre Moscú y el entorno del magnate neoyorquino, persigue al presidente. Un fiscal independiente, el FBI y varios comités del Congreso investigan si hubo algún tipo de coordinación entre el entorno de Trump y el Gobierno ruso en el robo de correos del Partido Demócrata, que luego publicó la organización Wikileaks durante la campaña y que pusieron en aprietos a Clinton.

El fiscal independiente en el Senado

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De hecho, el fiscal independiente Robert Mueller también estuvo este miércoles en el Senado. El exdirector del FBI se reunió a puerta cerrada con la cúpula del Comité Judicial para garantizar que no hay ningún conflicto entre su investigación y la de los legisladores que buscan determinar por qué despidió en mayo Trump a James Comey como responsable del FBI.

“Vladímir Putin ordenó una campaña en 2016 contra las elecciones presidenciales de Estados Unidos. El objetivo de Rusia era socavar la fe pública en el proceso democrático, denigrar a la secretaria Clinton y dañar su elegibilidad y potencial presidencia. Putin y el Gobierno ruso desarrollaron una clara preferencia por Trump”, concluyó un análisis conjunto de las agencias de inteligencia estadounidenses.

Trump cuestiona que Rusia llevara a cabo el pirateo y niega cualquier coordinación entre su entorno y Putin. Sin embargo, varios de sus asesores se han visto forzados a dimitir o dar explicaciones por ocultar sus reuniones con el embajador ruso en EE UU antes de la toma de posesión presidencial, en enero.

Los datos divulgados por los funcionarios en el Senado aportan algo más de luz a la injerencia rusa y permiten seguir uniendo puntos en una telaraña de la que aún se desconoce el alcance. La publicación digital The Intercept publicó hace dos semanas un informe secreto de la Agencia de Seguridad Nacional, del 5 de mayo, que reveló que el ciberataque ruso duró meses y golpeó a 122 funcionarios electorales, compañías de servicios y al menos un computador sensible.

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