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Génova exime al pesto del veto antiterrorista de volar con líquido en el equipaje de mano

El aeropuerto de la ciudad permite viajar con hasta 500 mililitros de esta salsa en la cabina

Bote de pesto de Génova de más de 100 mililitros.
Bote de pesto de Génova de más de 100 mililitros.

Ya se sabe: el pesto de Génova (aceite de oliva, albahaca, piñones, parmesano, ajo...) es el mejor del mundo. Tan bueno y tan preciado, que el aeropuerto de esa ciudad italiana ha levantado solo y exclusivamente para esta salsa verde la prohibición por motivos antiterroristas de cargar líquidos en el equipaje de mano que los viajeros pueden portar dentro de la cabina del avión. Así, si vas a despegar del aeródromo Cristoforo Colombo no podrás meter en tu mochila más de 100 mililitros de colonia, champú o crema corporal (como en todo el mundo), pero sí hasta medio litro de pesto. ¿Por qué? Porque "el pesto es bueno".

El levantamiento del veto en Génova desde el pasado 1 de junio ha permitido que "más de 500 botes de pesto" hayan volado ya desde este aeropuerto, según una nota de prensa del Cristoforo Colombo, la Cámara de Comercio de Génova (Ascom) y la ONG Flying Angels. En esta se explica que la idea nació a la vista de los "centenares de botes de pesto que eran secuestrados cada año en los controles de seguridad" y por las reiteradas protestas de muchos viajeros de la Liguria, que veían frustrado su deseo de llevarse de viaje su propia salsa para regalarla o comerla allá donde fueran.

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Así que el aeropuerto y la Ascom, en colaboración con el Ente Nacional de Aviación Civil (ENAC), pusieron sobre la mesa la iniciativa "Il pesto è buono" (el pesto es bueno) que levanta solo y exclusivamente para esta salsa las medidas de seguridad puestas en marcha para los vuelos como parte de una estrategia antiterrorista. Y por lo que cuentan, la iniciativa ha tenido éxito.

Para meter hasta 500 mililitros de la afamada salsa verde en el avión primero, claro, hay que comprarla o llevarla bien envasada de casa. Hay que pasarlo por un escáner durante unos segundos, y luego hay que comprar una pegatina especial por la que hay que pagar un donativo de 50 céntimos de euro, destinada a la antedicha ONG, y entonces ya se puede meter el frasco en la bolsa de mano. Las pegatinas se pueden adquirir en cualquier taquilla del Cristóbal Colón. El bote medio es de unos 280 mililitros.

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"Estamos extremadamente satisfechos con esta bella sinergia en torno al proyecto 'il pesto è buono'  porque permite que los turistas y los genoveses podamos llevar al resto del mundo nuestra tradición culinaria", ha declarado Paolo Odone, presidente de Ascom, quien destaca que así se promueve "la circulación del pesto original y la expansión de lo genovés"

"En los primeros 20 días de la iniciativa ya se han recaudado 500 euros", se ufanan los autores de la iniciativa. El dinero se destina a que Flying Angels pueda seguir con el traslado en avión de niños con enfermedades graves que necesitan viajes urgentes en avión. Como dice el refrán: "Gran pesto fa buon cesto".

Y, como es natural tratándose de Italia y comida tradicional del país, la iniciativa "se ha revelado particularmente apreciada por los ligures" que despegan de Génova ¿con il pesto di sua mama?

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