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Mosad Sociedad Anónima, se garantiza confidencialidad

El servicio secreto israelí crea un fondo para invertir en ‘start-ups’ con ideas aplicables en el espionaje

Vídeo enviado por Netanyahu para promocionar el proyecto del Mosad.
Juan Carlos Sanz

Siguiendo los pasos dados por la CIA, el servicio de inteligencia exterior israelí, el legendario Mosad, ha creado un fondo para invertir en empresas tecnológicas emergentes con buenas ideas aprovechables para el espionaje. Por ejemplo, en el campo de la robótica y la encriptación, o en sistemas de “identificación automática de perfiles de personalidad según las actividades en Internet” y de “recolección selectiva de información en documentos”.

Cualquier proyecto innovador que resulte útil para la tarea de los agentes secretos de Israel será bienvenido con una financiación a fondo perdido de hasta dos millones de shequels (unos 500.000 euros). Incluso superior, en casos excepcionales, indica el Gobierno. El Mosad no pretende hacer caja, sino que aspira a contar con una licencia para poder introducir esas tecnologías en sus propias operaciones. Se compromete a no participar en el accionariado de las start-ups. Tampoco exige que renuncien a su derecho de propiedad intelectual ni a contar con otros socios inversores. Todo un ángel, un mecenas de las incubadoras y aceleradoras de compañías emergentes.

Como es lógico, este fondo del servicio secreto garantiza la más absoluta confidencialidad para que la contratación no afecte a la seguridad del organismo de espionaje ni al futuro comercial de las pequeñas firmas emergentes. “Estamos comprometidos a mantener una recíproca discreción comercial y a no hacer públicos los nombres de las compañías en las que vamos a invertir”, puntualiza un comunicado del Mosad difundido el martes por el servicio de prensa del Gabinete israelí.

El programa de inversiones lleva por nombre de Libertad (en castellano), definida por la inteligencia israelí como vocablo del latín

El primer ministro, Benjamín Netanyahu, se hizo inmediatamente eco en su cuenta de Twitter de la noticia. Su tuit incluía un oportuno vídeo con imágenes futuristas —a caballo entre el serial de Misión: Imposible y Minority Report, protagonizadas ambas por Tom Cruise— en las que una agente se coloca una lente de contacto digital sobe la córnea para identificar mediante un cruce de ficheros de perfiles al sospechoso. “Operación autorizada”, reza el mensaje que recibe la joven sobre su pupila mientras apura una copa en un bar. “El Mosad seguirá siendo [una agencia equipada con tecnología] sofisticada, avanzada e innovadora para cumplir su tarea fundamental de garantizar la seguridad de Israel”, prometía Netanyahu en la red social.

El espionaje del Estado hebreo anima a los emprendedores emergentes a “seguir atentamente” su página web para poder enviar propuestas a las ofertas que se irán haciendo públicas, a un ritmo inicial de cinco programas de inversión al año. La información suministrada este martes por la Oficina del Primer Ministro, de quien depende el Mosad, invita a participar en los concursos de selección “a todos los empresarios innovadores”, sin aclarar si las compañías extranjeras están también invitadas. El llamado ecosistema de start-ups generado en Israel por las subvenciones oficiales y la financiación de firmas multinacionales, que se benefician del clima de innovación tecnológica entre los jóvenes empresarios, da empleo a un 10% de la población activa del país, donde operan 450 compañías punteras en el campo de la ciberseguridad.

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Las operaciones encubiertas del Mosad en el extranjero han adquirido notoriedad desde la fundación del Estado de Israel, en 1948. En una de las supuestas intervenciones que tuvieron más eco en tiempos recientes, 11 presuntos agentes se vieron implicados en 2010 en la muerte en un hotel de Dubái de Mahmud al Mabuh, cofundador de las Brigadas Ezedin al Qasan, brazo armado de Hamás. Todos los sospechosos se habían identificado a su llegada a Emiratos Árabes Unidos con pasaportes europeos falsos, lo que suscitó la condena de las autoridades de la UE.

“Si es usted un empresario dispuesto a desarrollar una tecnología innovadora que solucione alguno de los problemas planteados en nuestras convocatorias públicas envíenos un e-mail y nosotros nos ocuparemos de todo”, concluye la información transmitida por el Gabinete de Prensa del Gobierno. La dirección a la que hay que remitir el correo electrónico es apply@libertad.gov.il. El fondo de inversiones del servicio secreto israelí se denomina precisamente Libertad (en castellano).

“¿Qué significa este nombre?”, se interroga de entrada el prontuario del Mosad distribuido por la Oficina del Primer Ministro, de la que también depende el servicio de prensa oficial, en nombre de la agencia exterior de espionaje. “Libertad es un término traducido del latín”, viene a responder a la pregunta. (“Libertad translates from Latin as freedom”, reza la versión en inglés del comunicado). Y aunque el caso nominativo del vocablo en la lengua del Imperio Romano se asemeja bastante, es sabido que libertad es palabra española. El espionaje israelí bien podría empezar por plantear la adquisición de un programa de traducción de textos más preciso. Sugerencias a www.libertad.gov.il.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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