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Kenta Wakabayashi | viceministro de Exteriores de Japón

“El tratado entre EE UU y Japón contribuye a la seguridad de Asia”

El político nipón explica que el rearme japonés depende del hecho de que EE UU ya no es la fuerza policial del mundo

El viceministro de Exteriores de Japón, Kenta Wakabayashi, en Tokio.
El viceministro de Exteriores de Japón, Kenta Wakabayashi, en Tokio. Jose Reinoso

Kenta Wakabayashi, de 50 años, es viceministro de Asuntos Exteriores de Japón. De hablar pausado y respuestas concisas, resalta la importancia de la visita de Estado a Japón que este miércoles ha iniciado el presidente estadounidense, Barack Obama, con una cena informal con el primer ministro, Shinzo Abe. “El Tratado de Seguridad entre Estados Unidos y Japón es la espina dorsal de nuestra política de defensa”, asegura en una sala de la Dieta (el Parlamento) en Tokio. También pasa revista a las relaciones con China, país que califica de peligro para Japón y Asia. Wakabayashi, del Partido Demócrata Liberal, es miembro de la Cámara de Consejeros (Cámara alta), una de las dos cámaras que componen la Dieta. La otra es la Cámara de Representantes (Cámara baja).

Pregunta. ¿Qué espera Japón de la visita del presidente estadounidense, Barack Obama?

Respuesta. La relación con Estados Unidos es muy importante para Japón, porque el Tratado de Seguridad entre Estados Unidos y Japón es la espina dorsal de nuestra la defensa. Habíamos solicitado la visita del presidente Obama desde hacía mucho tiempo, y estamos muy contentos de que al final se produzca. Por un lado, están las negociaciones para el TPP (siglas en inglés de Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica, que incluye a 12 países), y, por otro, asuntos relacionados con la seguridad, como la base Futenma (en Okinawa). Pero habrá que esperar para ver si se producen grandes progresos durante la visita.

P. ¿Cuáles son los principales obstáculos para la firma del Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP)?

R. Estados Unidos y Japón suponen el 80% del producto interior bruto del TPP, así que la cumbre entre los dos países afectará en buena medida el destino del TPP. Ha habido muchas cuestiones entre los países implicados, pero la mayoría han alcanzado un acuerdo y han llegado al punto en el que deben acordar las tarifas arancelarias. Lo que están discutiendo Japón y Estados Unidos es cómo resolver este problema de tarifas arancelarias.

P. ¿Son el acceso de productos agrícolas al mercado japonés y el sector del automóvil los principales puntos de fricción?

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R. En lo que respecta a los automóviles, Japón está en el lado fuerte. Estados Unidos debe abrirse. Pero el presidente Obama es del Partido Demócrata, y tiene un gran respaldo de los sindicatos de la industria del automóvil, así que no puede ceder en este campo. En agricultura, es difícil para Japón un acuerdo.

P. ¿Qué piensa del cambio de política de Defensa impulsado por el primer ministro, Shinzo Abe?

R. En realidad no se trata de lo que el Gabinete de Abe esté haciendo, sino de que el Partido Demócrata Liberal, cuando no estaba en el poder, discutió y dio forma a estas políticas de seguridad nacional, y ganó las elecciones (en diciembre de 2012) al presentar estos planes. Así que ahora estamos plasmando estos planes, que incluyen el derecho a la autodefensa colectiva.

P. ¿Por qué modificar el papel de las Fuerzas de Autodefensa de Japón?

R. La situación internacional ha cambiado mucho. Estados Unidos ha pasado de ser la fuerza policial del mundo a, gradualmente, mirar hacia el interior de su propio país. Desde el fin de la guerra fría, el mundo se ha hecho cada vez más multipolar. Así que pensamos que las situaciones relativas a la seguridad nacional también han cambiado mucho. Por supuesto que el Tratado de Seguridad entre Estados Unidos y Japón es la directriz básica, pero la responsabilidad de Japón está aumentando.

P. ¿Es esta también la razón por la que ha aumentado el presupuesto militar para, por ejemplo, mejorar la defensa de las islas (en disputa con China) y comprar más armamento?

R. El presupuesto había disminuido durante mucho tiempo, por lo que hemos decidido atribuirle una cantidad suficiente.

P. ¿Es necesario cambiar el Artículo 9 de la Constitución (pacifista impuesta por Estados Unidos en 1947, según el cual Japón renunció a la guerra para solventar cualquier disputa y el papel de las fuerzas armadas fue limitado a la autodefensa)?

R. El Partido Demócrata Liberal es partidario de cambiar la Constitución. Cuando aún no estábamos en el poder, creamos un borrador de la Constitución revisada, y todos sentimos que queremos cambiar a esta Constitución revisada. Pero, por otro lado, sentimos que hay ciertos logros resultantes de las relaciones internacionales pacifistas de Japón después de la Segunda Guerra Mundial, y hemos incluido esa idea en nuestro plan de revisión. Así que ahora tenemos una idea de derecho limitado a la autodefensa colectiva.

P. ¿Tienen un calendario para cambiar la Constitución?

R. Desgraciadamente, el procedimiento actual para revisar la Constitución está muy limitado, no podemos comenzarlo con el número de escaños que tenemos.

P. ¿Qué papel debe jugar Estados Unidos en la defensa de Japón?

R. El Tratado de Seguridad entre Estados Unidos y Japón es muy importante para la seguridad de Japón, pero contribuye también en gran medida a la seguridad de Asia. Creo que esta importancia no cambiará. El Ejército estadounidense y las Fuerzas de Autodefensa de Japón participan en operaciones conjuntas, y esto tampoco cambiará.

P. El plan de estrategia de seguridad nacional revelado en diciembre pasado cita expresamente la gran preocupación de Japón por el reforzamiento militar de China. ¿Por qué?

R. Consideramos el crecimiento militar de China un peligro para Japón, pero pensamos que es un peligro también para otros países de Asia. El primer ministro, Shinzo Abe, ha corroborado en sus cumbres con líderes de otros países que estos comparten el reconocimiento común de que China es un peligro para todos los países de Asia. En Asia, también tenemos Corea del Norte, pero China está incrementando mucho su poderío militar, y puede ser mayor de lo que reflejan las cifras que hace públicas. No se trata solo de las islas Senkaku (que se disputan Tokio y Pekín, que las llama Diaoyu), intenta cambiar también el status quo en Filipinas y otros países de la zona mediante la fuerza, y esto es un gran peligro.

P. Japón y China han estado jugando al ratón y el gato, con el envío continuo de barcos y aviones, en las islas Senkaku/Diaoyu. ¿Hasta cuándo va a continuar esta situación?

R. Inicialmente, China nunca se mostró interesada por las islas Senkaku. Comenzó a exigir derechos tras conocerse que había recursos energéticos bajo las islas. Esto significa que salvo que China pierda interés en estos derechos, la situación actual no cambiará. Por lo que respecta a nosotros, las Senkaku siempre han sido parte de nuestro territorio y de ningún modo cederemos a las demandas de China.

P. Las relaciones entre China y Japón han sido tradicionalmente difíciles. ¿Cómo deben gestionarlas en el futuro?

R. Desde el punto de vista político, hay problemas difíciles. Pero en lo que respecta a la economía, China es el principal socio comercial de Japón, por lo que, en este sentido, quizás sea mejor construir la base de nuestra relación mediante el comercio o los intercambios culturales y privados. En lo que respecta a la política, no hay ventaja para ninguno de los dos países en el conflicto, y ambos, probablemente, lo saben. Algún día la situación se distenderá.

P. China y Corea del Sur reaccionan con ira cuando el Shinzo Abe o miembros del Gobierno visitan el santuario de Yasukuni (que Pekín y Seúl ven como un símbolo del pasado imperialista de Japón). ¿Por qué acuden al santuario?

R. La visita al santuario de Yasukuni es una cuestión personal y religiosa, para mostrar el respeto a los a los caídos en la guerra. Yo también lo he visitado (el martes de esta semana, con ocasión del festival de la primavera). Es una costumbre. China no dijo nada sobre este derecho después de la guerra. En un momento determinado, comenzó a utilizar muchas cartas diplomáticas. Ahora emplea esta en sus negociaciones diplomáticas, y me siente muy apenado por esto. Pensamos que no es asunto de ningún país extranjero que tengamos tradición de mostrar respeto al espíritu de los muertos en la guerra. Pero existe un problema. En el pasado, el Gabinete de (Yasuhiro) Nakasone (primer ministro entre 1982 y 1987) reverenció de forma colectiva a criminales de guerra de primer orden en Yasukuni. Estados Unidos considera esto también un problema. Hay un punto importante en eso, y entre mis compañeros que visitan el santuario hay quienes piensan que los criminales de guerra de primer orden deberían ser reverenciados aparte. Yo también lo creo.

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