_
_
_
_
_
Disputas territoriales

Pekín envía cinco barcos a Vietnam para evacuar a sus ciudadanos

Más de 3.000 chinos han huido del país en los últimos días tras la ola de protestas Hanoi pone fin a las manifestaciones populares contra China

Dos policías de paisano detienen a un manifestante antichino en Hanoi el domingo.
Dos policías de paisano detienen a un manifestante antichino en Hanoi el domingo. AN NAM (AFP)

El Gobierno chino ha decidido enviar este domingo cinco barcos a Vietnam para acelerar la evacuación de sus ciudadanos, tras la ola de movilizaciones y violencia que estalló la semana pasada en el país vecino del sur en protesta por el traslado de una plataforma petrolífera china a aguas que se disputan los dos países. Más de 3.000 chinos han huido de Vietnam tras los ataques contra trabajadores emigrantes y empresas extranjeras en parques industriales registrados el martes y el miércoles pasados, según ha informado la agencia oficial china Xinhua. La autoridades de Pekín también han organizado dos vuelos chárter hoy para repatriar a unas 300 personas, muchas de ellas heridas. Otros 16 chinos heridos de gravedad han sido evacuados en un avión especial. Las fuerzas de seguridad de Vietnam han impedido este domingo cualquier nuevo intento de manifestación en la capital -Hanoi- y Ciudad Ho Chi Minh.

Las movilizaciones se produjeron en 22 de las 63 provincias del país, pero el caos fue particularmente intenso en dos provincias del sur y una del centro. Dos ciudadanos chinos, según Xinhua, murieron en las protestas y los consiguientes enfrentamientos entre obreros de los dos países. Hubo entre 100 y 140 heridos, según las fuentes. Un médico sin identificar citado por la agencia Reuters aseguró que hubo 21 muertos. Más de 1.000 personas relacionadas con la violencia han sido detenidas.

Al menos 15 fábricas fueron incendiadas, más de 400 empresas fueron dañadas y se produjeron numerosos saqueos. Muchos de los ataques tuvieron como objetivo compañías taiwanesas y de Hong Kong, probablemente porque los asaltantes pensaron que eran de China continental. En Vietnam, existe un resentimiento al alza por lo que la gente percibe como un número creciente de chinos que quitan los trabajos a los locales. Además, hay descontento sobre las condiciones de trabajo en algunas empresas extranjeras.

La furia estalló el martes pasado, después de que la semana anterior barcos de los dos países arremetieran unos contra otros en aguas del mar del Sur de China, cerca de las islas Paracelso, que reclaman los dos países. Los choques se produjeron tras el traslado por parte de la petrolera china CNOOC de una plataforma petrolífera a esta zona, situada a unos 240 kilómetros de la costa de Vietnam.

Aunque el Gobierno de Hanoi considera la instalación de la plataforma en aguas en conflicto una grave provocación y permitió inicialmente las protestas, la violenta respuesta de la población pareció pillarle a contrapié. Temeroso del impacto que los incidentes puedan tener sobre las inversiones extranjeras, hoy no ha querido correr riesgos y ha impedido cualquier movilización ciudadana, aunque sus organizadores hayan insistido que serían pacíficas.

Cientos de agentes de seguridad han ocupado las calles cercanas a la embajada china en Hanoi y han bloqueado el acceso al barrio y a otras zonas, informa France Presse. La policía ha impedido a activistas en varios lugares del país salir de sus casas, según blogs de grupos ciudadanos implicados en la organización de las manifestaciones.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Pekín acusó la semana pasada a Vietnam de “indulgencia y connivencia en los últimos días con algunas fuerzas antichinas”. Este domingo, el portavoz de Exteriores Hong Lei ha asegurado en un comunicado que la reciente violencia “ha dañado el ambiente y las condiciones para la cooperación y la comunicación” entre los dos países de régimen comunista, por lo que ha sido suspendido parte del programa de intercambios bilaterales. El Gobierno chino ha incrementado el nivel de alerta turística, y ha instado a sus ciudadanos a que no viajen a Vietnam de momento.

El comercio entre los dos países fue de más de 50.000 millones de dólares (36.500 millones de euros) el año pasado. Muchos vietnamitas sienten un gran resentimiento hacia China por un pasado de enfrentamientos e incursiones del vecino del norte. Vietnam y China lucharon una breve guerra en 1979. No normalizaron las relaciones hasta 1991.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_