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Mueren 52 civiles en un bombardeo de la coalición antiyihadista en Siria

La oposición a El Asad exige a EE UU una investigación

Juan Carlos Sanz

Al menos 52 civiles perdieron la vida en los bombardeos lanzados por la coalición internacional que encabeza Estados Unidos contra posiciones yihadistas en la provincia de Alepo, en el norte de Siria. Entre los fallecidos en los ataques, que se llevaron a cabo en la noche del viernes, figuran siete niños, según informó ayer el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que también asegura que 13 personas han sido dadas por desaparecidas tras las incursiones aéreas.

El Observatorio señala que los cazabombarderos de la coalición tomaron como objetivo por error la aldea de Birmahle, en el valle del río Éufrates, situada a apenas dos kilómetros de donde combaten milicianos kurdos contra fuerzas del Estado Islámico. Al menos siete yihadistas fueron abatidos en otras operaciones en la misma zona. Un portavoz de la oposición siria condenó ayer la muerte de decenas de civiles y exigió la apertura de una investigación sobre los hechos.

El coronel Patrick Ryder, portavoz del Centcom, que dirige el despliegue militar estadounidense en Oriente Próximo, aseguró que no tenía informaciones sobre la muerte de civiles en las últimas operaciones de la coalición y anunció que se iba a abrir una investigación. El Pentágono reconoció el pasado mes de abril que, a pesar de las oleadas de bombardeos, el Estado Islámico sigue manteniendo su influencia en el norte de Siria, donde mantiene en la ciudad de Raqa la capital efectiva de su califato.

El balance de víctimas civiles tras los bombardeos del viernes es el más alto desde que los aviones de combate de Estados Unidos y sus aliados árabes comenzaron a atacar conjuntamente a finales del pasado mes de septiembre las bases del Estado Islámico en Siria con el consentimiento del régimen de Bachar el Asad. Desde entonces y hasta la operación del viernes, la coalición internacional, que también bombardea a las fuerzas del califato en el norte de Irak, ha matado a 66 civiles en Siria y a unos 2.000 combatientes del Estado Islámico, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

La misma ONG informó también de que al menos 40 civiles han sufrido síntomas de asfixia y problemas respiratorios tras haber sido atacados con gas de cloro por fuerzas del régimen sirio en la provincia de Idlib, al noroeste del país.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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