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Un suicida causa 11 muertos en Chad en una redada contra Boko Haram

El Gobierno asegura haber desmantelado una célula terrorista

José Naranjo
Curiosos en la escena de un atentado de Boko Haram en Nigeria.
Curiosos en la escena de un atentado de Boko Haram en Nigeria. Jossy Ola (AP)

Un total de once muertos, entre ellos cinco policías, un informante de las fuerzas de seguridad y cinco presuntos miembros de Boko Haram. Este es el resultado de la operación policial desarrollada esta lunes por la mañana, muy temprano, contra el grupo terrorista nigeriano en el barrio de Djinguessou, en Yamena, la capital de Chad. Según ha informado un portavoz policial, los agentes se trasladaron a este barrio para proceder a la detención de un supuesto miembro de Boko Haram cuando éste activó un chaleco bomba provocando una deflagración que causó la muerte a las once personas, incluido él mismo. Durante la operación, la policía se ha incautado de “numerosos chalecos explosivos”, según el citado portavoz.

Chad, país vecino de Nigeria y miembro activo de la Fuerza Multinacional Conjunta contra Boko Haram, se encuentra en estado de máxima alerta antiterrorista desde que el pasado 15 de junio, hace exactamente dos semanas, se produjera en la Comisaría Central y la Escuela de Policía de la capital un doble atentado atribuido al grupo yihadista radical nigeriano en el que perdieron la vida 34 personas, la mayor parte agentes de seguridad y militares. Desde entonces, la Aviación chadiana ha bombardeado diversas posiciones de Boko Haram en el noreste de Nigeria.

La operación policial que ha acabado con la vida de once personas este lunes estuvo precedida de una oleada de detenciones este fin de semana en la que al menos sesenta sospechosos de haber colaborado en la preparación de los atentados del día 15 de junio fueron puestos a disposición judicial. El fiscal Alghassim Khamis informó a los medios de comunicación que se había logrado desmantelar toda una célula terrorista. Entre los detenidos se encuentran chadianos, cameruneses, malienses y nigerianos, informó el fiscal, quien también precisó que uno de los kamikazes que atacó a los agentes en Yamena hace dos semanas es Issa Oumar, alias Issa Tchoulou, sin dar más datos.

"Eres extranjero, te vienes con nosotros"

Tras este atentado, el Gobierno aprobó una batería de medidas antierroristas que incluían la expulsión de los inmigrantes irregulares de la ciudad. En apenas una semana, el Ejecutivo ha comenzado a aplicar esta medida. Mientras 409 extranjeros, de países como Nigeria, Níger, Senegal, Togo, Benín, Burkina Faso, RDC, Congo, Sudán o Malí, han sido enviados manu militari al campo de refugiados de Dar Es Salam, donde se encuentran desde el pasado martes, un nutrido grupo de cameruneses fue expulsado a su país este sábado.

Falou Thiam es senegalés, pero se ha pasado los últimos 23 años de su vida en Chad. Líder religioso, casado con una chadiana y con tres hijos, su vida transcurría en calma en Yamena, la capital del país, hasta el pasado lunes a las siete de la mañana, cuando dos policías se presentaron en su casa pidiéndole un acta de nacimiento. Tras mostrársela y comprobar que era senegalés, le dijeron: “Eres extranjero, te vienes con nosotros”. Humillado y sorprendido, ahora se encuentra confinado en el campo de refugiados de Dar Es Salam, a 400 kilómetros de la capital, en la zona del Lago Chad, junto a otros 408 inmigrantes africanos expulsados también de Yamena.

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“Me llevaron al campo militar de Farcha, en Yamena. Allí había como 500 ó 600 personas, todos extranjeros de distintos países. Durante todo el día no nos dieron nada de comer, sólo agua, y sobre las ocho de la noche, nos subieron a dos grandes camiones militares, como sardinas en lata, y nos trajeron hasta aquí. Tardamos 14 horas en llegar”. Falou Thiam y otros cuatro senegaleses muestran las heridas y rozaduras de tan incómodo viaje por carreteras sin asfaltar. El campo de refugiados de Dar Es Salam, muy cerca del Lago Chad, acoge a más de 7.000 refugiados, casi todos nigerianos, que han huido de los ataques de Boko Haram, donde reciben asistencia de los organismos internacionales y ONG. Sin embargo, el Gobierno de Chad ha comenzado a usarlo también como centro de internamiento de extranjeros.

Mahamat Talur Adam es el responsable de la Comisión Nacional de Acogida y Reinserción de Refugiados y Repatriados (CNARR) en el campo de Dar Es Salam. “La mayoría son extranjeros en situación irregular”, asegura. Pero no todos. Adam confirma que el Gobierno ya ha avisado de nuevos traslados de extranjeros al campo de refugiados. “Es una decisión gubernamental y nosotros ni la discutimos ni podemos quedarnos de brazos cruzados, no podemos dejarles morir sin comida ni agua”, añade.

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Sobre la firma

José Naranjo
Colaborador de EL PAÍS en África occidental, reside en Senegal desde 2011. Ha cubierto la guerra de Malí, las epidemias de ébola en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Congo, el terrorismo en el Sahel y las rutas migratorias africanas. Sus últimos libros son 'Los Invisibles de Kolda' (Península, 2009) y 'El río que desafía al desierto' (Azulia, 2019).

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