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Colombianos y peruanos se transforman de inmigrantes a turistas

Los visados de corta estancia para peruanos y colombianos suben un 43% en tres años Los permisos de larga duración caen casi un 70%

Pasajeros en el control de embarque en el aeropuerto El Prat (Barcelona).
Pasajeros en el control de embarque en el aeropuerto El Prat (Barcelona).J. M. Tejederas

Carla G., de 58 años, recuerda, cinco años después, lo primero que el funcionario del consulado español en Lima les espetó a ella y a su amiga tras revisar sus solicitudes de visado de turista: “Vosotras tenéis intenciones de quedaros en España”. Las dos mujeres habían hecho cola desde las cuatro de la madrugada para presentar la reserva de un tour de 25 días por España, Francia e Italia. Negaron con insistencia que su plan fuera quedarse en Europa subrepticiamente. Mostraron sus cuentas bancarias, sus contratos de trabajo y su itinerario. Aseguraron que cumplían todos los requisitos. Cuando recogieron sus pasaportes, a los sellos rojos de denegación del visado les acompañaba un papel que especificaba el motivo: no tenían nada que les atara a Perú y que garantizara su regreso. La funcionaria del consulado fue más directa: “Ustedes no están casadas ni tienen hijos”.

Escenas como esta dejarán de repetirse para los ciudadanos de Perú y Colombia si sale adelante la propuesta que anunció Mariano Rajoy el domingo pasado. El presidente del Gobierno conversó por teléfono el fin de semana con los mandatarios de ambos países sudamericanos para comunicarles que propondrá a la Comisión Europea y a los demás Estados del espacio Schengen que los retire de la lista de naciones que necesitan un visado de corta duración. La propuesta debe ser aprobada por los 28 miembros de la UE y el Parlamento comunitario. Bruselas está negociando en la actualidad una ampliación de exenciones de visado para otros 16 países entre los que no están ni Perú ni Colombia, que deberán esperar, por lo menos, hasta 2014 para poder ser incluidos en esta lista.

Dos socios claves

S. G.

La Moncloa aseguró el domingo en un comunicado que la decisión de proponer la exención de visados para Perú y Colombia se tomó con motivo de la entrada en vigor provisional el pasado agosto del Acuerdo Comercial Multipartes entre la Unión Europea y ambos países.

El embajador peruano en Madrid, Francisco Eguiguren, coincide en que el factor comercial influyó en la medida, pero cita otro acuerdo: "España es un observador de la Alianza del Pacífico y, en caso de querer ser miembro, los visados serían un obstáculo". La suposición no está mal encaminada, ya que, en el comunicado, el Ejecutivo reafirmó su intención de convertirse en un "observador activo y comprometido" en esta organización.

La Alianza del Pacífico es una iniciativa integradora surgida en 2011. Concentra el 50% del comercio de Latinoamérica con el mundo y la conforman Chile, Colombia, Perú y México; que el pasado mes de mayo acordaron crear un visado que permita a turistas de terceras naciones visitar los países de la alianza. De estos, solo los ciudadanos de Perú y Colombia necesitan un visado para poder entrar en Europa.

Para muchas personas del otro lado del Atlántico, España ha pasado de ser un destino laboral a uno turístico. Los permisos de corta estancia, utilizados principalmente por turistas y que les autoriza a circular por los 26 países Schengen durante un máximo de 90 días, se han incrementado. Los colombianos a los que se otorgó este tipo de visado en 2009 fueron 39.351, y tres años después esta cifra ascendió a 56.397, un 43% más. En el caso de los peruanos, la subida fue de la misma magnitud (43%), con 21.206 concesiones el año pasado frente a las 14.792 de 2009.

La Unión Europea justificaba la exigencia de visado a estos países por la fuerte presión migratoria que provenía de ambos. ¿Existe aún el riesgo de que supuestos turistas colombianos y peruanos se queden a residir irregularmente en España? El embajador del país andino en Madrid, Francisco Eguiguren, es tajante: “La inmigración laboral [de Perú a España] ya no existe”. La cifra de peruanos que recibieron un visado de larga duración ha caído estrepitosamente en los últimos tres años: de 10.656 en 2009 a 3.248 en 2012, casi un 70% menos. La situación de los colombianos es idéntica: 5.737 accedieron a la residencia el año pasado, un 68% menos que los 18.006 que la adquirieron en 2009. El flujo migratorio procedente de Latinoamérica ha cambiado de dirección. Cada vez son más los extranjeros que vuelven a casa, mientras muchos españoles ven la región como un destino acogedor en estos tiempos de crisis.

“Perú y Colombia son dos economías emergentes en las que ha ido surgiendo una clase media que está dispuesta a hacer turismo”, explica Eguiguren. El PIB del país andino creció un 6,29% en 2012, mientras que el colombiano se incrementó en un 4%, según sendos institutos nacionales de estadísticas. “Pero a la hora de viajar, los ciudadanos de estos países tropiezan con impedimentos hostiles”, lamenta el diplomático.

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Carla G. duda ante la pregunta de si volvería a planear unas vacaciones en España si se suprimieran los visados. “Si eso significa no tener que pasar otra vez por el consulado, sí. Si no, no. El trato en la Embajada española fue muy feo”, asegura. El embajador peruano lo reafirma: “Cuando uno hace el trámite, se siente sospechoso. Además, hay que pedir cita por Internet, presentarse con todos los papeles, ir a una entrevista… Son tantas cosas que hay gente que lo puede pagar, pero prefiere no hacer tanto papeleo e irse a otro lado”. A esto se añade el hecho de que el visado se da con una duración de tres meses para un viaje específico. “Pedir el visado para Estados Unidos es tedioso, pero te dan uno que es válido durante 10 años. El mundo Schengen tiene que adecuarse a esta realidad”, zanja.

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Aida Girón, una colombiana de 65 años, tuvo más suerte que Carla G. “El primer día nos faltó un papel, pero, gracias a Dios, lo conseguimos al día siguiente”, comenta en la puerta de llegadas del aeropuerto de Barajas, en Madrid, pocos minutos después de pisar por primera vez España. “Mi hija vive aquí desde hace nueve años y he venido a conocer a mi nieto”, explica mientras se seca una lágrima de emoción con una mano y, con la otra, señala a un recién nacido de pelo negro que aún no ha abierto los ojos.

Desde el consulado español en Lima aseguran que las largas colas que obligaban a muchos a madrugar han desaparecido. Sin embargo, si un peruano quiere viajar a España aún tiene que planificarlo con antelación: en este momento no hay citas hasta la primera semana de septiembre. Desde el consulado en Bogotá estiman que las citas se están dando para dentro de dos semanas.

Eguiguren sostiene que, además del trasfondo político y económico, se trata de un tema de equidad. El embajador argumenta que son muchas las empresas de España y Europa las que han sido acogidas en su país. Espera que la propuesta española salga adelante, pero no se atreve a predecir las reacciones de los otros países miembros: “No quiero que esto suene pedante, pero es la verdad. Si el resto de países europeos no la apoyan, allá ellos. Nosotros no lo hemos pedido.”

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