_
_
_
_
_

Bienvenida deslucida en Rota al escudo antimisiles

Los cuatro buques harán operaciones con aliados de Oriente Próximo y África, según la Navy

Llegada del 'USS Donald Cook', a Rota.Foto: atlas | Vídeo: Julián rojas / Atlas
Miguel González

La llegada del USS Donald Cook, el primero de los cuatro destructores que se desplegarán en la base de Rota (Cádiz) a lo largo de este año y el próximo, constituye la puesta de largo del programa de defensa antimisiles aprobado por la OTAN en la Cumbre de Lisboa de 2010. Sin embargo, ningún representante de la Alianza Atlántica ha acudido este martes a la base gaditana a recibirlo (el secretario general, Anders Fogh Rasmussen, difundió una declaración) y lo que debía haber sido un símbolo del compromiso de Washington con la seguridad de Europa –en un momento en que las preocupaciones del Pentágono giran hacia el Pacífico—se ha quedado en un acto de confraternización hispano-norteamericano. Desairado por la ausencia de representantes aliados, el Ministerio de Defensa español ha rebajado el protocolo de la ceremonia hasta dejarla en una calurosa –aunque desapacible meteorológicamente-- bienvenida de la Armada española a sus nuevos huéspedes.

Pero los cuatro destructores, dotados con el sistema de combate Aegis, no se limitarán a formar el componente naval del escudo antimisiles. También podrán reabastecer de combustible en alta mar a helicópteros o servir como plataformas avanzadas para drones (vehículos no tripulados), según el almirante Bruce Clingan, jefe de las fuerzas navales de EE UU para Europa y África. Entre sus misiones figurarán igualmente las de realizar ejercicios con países aliados o “dirigir misiones de cooperación en materia de seguridad con socios y amigos de África y Oriente Medio”, en palabras del secretario de la Navy, Ray Mabus. “En caso de crisis, se trata de proporcionar a nuestros líderes una gama de opciones [de respuesta] inmediata. De eso va el despliegue avanzado de estos destructores”, ha asegurado el máximo responsable de la Marina norteamericana. Según sus cálculos, la ubicación permanente de estos los cuatro buques en Rota garantizará a EEUU la misma presencia en una “zona crítica del mundo” (Mediterráneo, África y Oriente Próximo) que 16 operando desde su territorio.

Tanto Mabus como el embajador de EE UU en Madrid, James Costos, han aludido a la “contribución vital” que supone el estacionamiento temporal en la base de Morón de la Frontera (Sevilla) de una unidad de 500 marines lista para intervenir en zonas calientes de África. El Gobierno español tiene ya sobre la mesa una petición formal para prorrogar por un año y aumentar sustancialmente esta fuerza de operaciones especiales.

Según Costos, las tropas estadounidenses en Rota y Morón gastaron 150 millones de euros en 2013 a través de contratos y servicios, lo que supuso 3.500 puestos de trabajo a tiempo completo. Sin embargo, los empleados fijos en ambas bases son muchos menos, unos 1.400 en total, y la cifra se ha ido reduciendo en los últimos años. De momento, el beneficio más tangible para la zona de la llegada de los destructores ha sido un contrato de 229 millones de dólares (unos 180 millones de euros) con los astilleros de Navantia para mantenerlos durante cuatro años, aunque muchos propietarios de viviendas se frotan ya las manos ante la posibilidad de alquilarlas a sus nuevos vecinos por un precio que ronda entre 1.200 y 1.500 euros, muy superior al que pueden pagar sus paisanos

Más información
Así es el escudo antimisiles
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_