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Pepote, el amigo de Felipe y Cristina

José Luis Ballester, el exdirector general de Deportes del Gobierno balear, perteneció durante años al círculo íntimo de los hijos de don Juan Carlos

Ballester el día de su boda con Nuria Bover y el entonces Príncipe y su hermana Cristina.Foto: atlas | Vídeo: GTRES
Mábel Galaz

Los hijos de don Juan Carlos y doña Sofía tenían a principios de los años noventa pocos amigos. Su círculo íntimo era muy reducido por el temor a indiscreciones. A él tenían acceso algunos compañeros de clase, descendientes de familias relacionadas con los Reyes y algunos deportistas. La infanta Elena se relacionaba por entonces con los jinetes Luis Astolfi y Alfredo Fernández Durán. El entonces príncipe Felipe hacía pandilla con los hermanos Fuster y con sus compañeros de vela, deporte que practicaba con asiduidad y en el que coincidía con su hermana Cristina. La hija menor de don Juan Carlos ya vivía entonces en Barcelona, donde residían muchos de los mejores regatistas. En ese ambiente se fraguó la relación de Felipe VI y su hermana con José Luis Ballester, al que todos conocían como Pepote. En los veranos en Palma era habitual ver al entonces Príncipe y a su hermana en los locales de moda con su grupo de amigos, y entre ellos no fallaba Pepote.

Don Felipe, que fue olímpico de vela en Barcelona 92, coincidió con Pepote en esos Juegos que toda la familia real siguió con especial interés sobre todo en esta disciplina. Era habitual ver a los Monarcas siguiendo las pruebas y esperando en el pantalán a los regatistas. Fernando León, a quien se le relacionó con doña Cristina, y Pepote no ocultaban su proximidad con don Felipe y sus hermanas. Carlos Santacreu y José Luis Ballester regatearon en la clase Tornado mientras que el heredero lo hizo con Fernando León y Alfredo Vázquez en la clase Soling.

La Familia Real no suele asistir a bodas a no ser que se trate de personas muy cercanas. Don Felipe y Cristina sí asistieron a la de José Luis Ballester con Nuria Bover el 11 de octubre de 1998 en Palma de Mallorca demostrando la amistad que les unía entonces.

Fue en 2003 cuando el expresidente balear Jaume Matas fichó a Pepote —que no es del PP— por su "relieve y prestigio" tras triunfar en los Juegos Olímpicos de Atlanta de 1996, donde fue medalla de oro, y por tener una relación de confianza con los hijos de don Juan Carlos y doña Sofía. En esos Juegos, Cristina conoció a Iñaki Urdangarin, que se sumó al círculo de amistad con Ballester.

Pepote era conocido en determinados círculos como “Iñaki-me-ha-dicho”, lo que le identificaba como un emisario y un conseguidor de contratos de los Gobiernos autonómicos para el hoy exduque de Palma. Hay un correo electrónico en la causa que así lo evidencia. Ambos no se han vuelto hablar desde 2007. Ese año se pelearon a raíz de las exigencias del duque de Palma a Pepote para cobrar la última factura, de más de 100.000 euros, de los Fórum Illes Balears que organizaron las empresas del duque y su socio.

Este martes el matrimonio Urdangarin ha escuchado como el que fuera su amigo decía que la orden de contratar con el Instituto Nóos partió directamente del expresidente Matas: "El objetivo era contratar a Urdangarin y todo lo que viniera de él, no tengo duda de que la orden venía de Matas". Pepote dice haberse arrepentido de todo y como tal ha acudido al juicio.

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Sobre la firma

Mábel Galaz
Fue la primera mujer en pertenecer a la sección de Deportes de EL PAÍS. Luego hizo información de Madrid y Cultura. Impulsó la creación de las páginas de Gente y Estilo. Ha colaborado con varias cadenas de televisión y con la Cadena Ser. Ahora escribe en El País Semanal.

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