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El papa emérito Benedicto XVI y el papa Francisco, juntos en San Pedro

Es la primera vez que se encuentran dos pontífices en la basílica

Benedicto, a la izquierda, tras ser saludado por el papa Francisco.
Benedicto, a la izquierda, tras ser saludado por el papa Francisco.Getty

Ya habían estado juntos e incluso se habían dejado fotografiar en el palacio de Castel Gandolfo o rezando en un pequeño oratorio del Vaticano, pero nunca habían coincidido en una ceremonia pública desde que hace un año justo Benedicto XVI dejara de ser Papa y, un par de semanas después, Jorge Mario Bergoglio eligiera el nombre de Francisco para intentar corregir la deriva de la Iglesia. Esta mañana, en cambio, Joseph Ratzinger ha acudido a la basílica de San Pedro para asistir al nombramiento de 19 nuevos cardenales. Tanto al principio como al final de la ceremonia, el Papa actual y el emérito han intercambiado abrazos y gestos de profunda simpatía.

Ratzinger, que iba vestido de blanco, ocupó una silla en la primera fila y hasta allí se acercó Bergoglio, al principio y al final de la ceremonia, para saludarlo. El nuevo secretario de Estado, Pietro Parolin, anunció a los asistentes la presencia inesperada de Benedicto XVI –“lo saludo con afecto y veneración, estamos encantados de su presencia entre nosotros”--, lo que provocó un gran aplauso. El anterior Papa, de 88 años, vive desde su renuncia en el convento Matter Eclesiae junto a la anterior familia pontificia, formada por su secretario, monseñor Georg Ganswein, y cuatro laicas consagradas de la comunidad Memores Domini. Aunque Ratzinger anunció tras su renuncia que llevaría “una vida oculta al mundo”, lo cierto es que, aunque ya sin el peso de la púrpura, sigue recibiendo a viejas amistades e intercambiando correspondencia.

A pesar de las diferencias de estilo entre el Papa actual y el emérito, hasta el momento no se ha producido ninguna interferencia entre ambos. Según dijo Francisco durante el vuelo de regreso de su viaje a Río de Janeiro, la presencia de Joseph Ratzinger en el Vaticano “es como tener al abuelo en casa”. El enlace entre ambos pontífices lo ejerce monseñor Ganswein, a quien Benedicto XVI nombró meses antes de su renuncia prefecto de la Casa Pontificia, por cuanto ahora pasa su jornada laboral junto a Bergoglio y sus ratos de ocio junto a Ratzinger.

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Entre los 19 nuevos cardenales nombrados por Francisco se encuentra el español Fernando Sebastián, arzobispo emérito de Pamplona y Tudela, de 84 años, y el primer cardenal de Haití de la historia, monseñor Chibly Langlois, un obispo casi centenario, además de expertos en diplomacia y media docena de miembros de la Curia Romana. El Papa se ha dirigido a ellos advirtiéndoles: “También nosotros somos humanos, pecadores y estamos expuestos a la tentación de pensar según el modo de los hombres y no de Dios”.

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