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La final de la familia Harbaugh

Los técnicos de los 49ers y de los Ravens, que hoy se enfrentan en la Super Bowl, son hermanos e hijos de un entrenador de fútbol americano universitario

Eva Saiz
El entrenador de los Raves John Harbaugh junto a su hermano, Jim Harbaugh técnico de los 49ers posan junto a su familia.
El entrenador de los Raves John Harbaugh junto a su hermano, Jim Harbaugh técnico de los 49ers posan junto a su familia.JIM YOUNG (REUTERS)

El día de Acción de Gracias de 2011, Jack Harbaugh descendió las escaleras del M&T Bank Stadium de Baltimore, entró en el vestuario visitante y saludó a su hijo pequeño, Jim, entrenador de los 49ers de San Francisco, que esa tarde habían sido arrollados por el equipo anfitrión, los Ravens, 16 a 6. Tras comprobar que no estaba muy abatido por el resultado, cerró la puerta y se encaminó al vestuario vecino para felicitar a su hijo mayor, John, el técnico local. Esta noche (a partir de las 12 en Canal+), el señor Harbaugh volverá a bajar a los sótanos de otro estadio, el Superdome de Nueva Orleans, aunque aún está por ver si repetirá itinerario. El 24 de octubre de 2011, la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) asistió al primer enfrentamiento en el banquillo de dos hermanos, hoy se reeditará el acontecimiento pero en un ambiente y un escenario dotado de mayor trascendencia y épica, la final de la Super Bowl.

 Los Harbaugh se llevan tan solo 15 meses de diferencia, John nació el 23 de septiembre de 1962 y Jim el 23 de diciembre de 1963. Ambos se criaron entre pizarras y jugadas de fútbol americano. De pequeños, en el cuarto que compartieron hasta la adolescencia, analizaban las estrategias que habían visto poner en práctica durante el día a su padre, entrenador de fútbol universitario.

Jack Harbaugh llevaba a sus hijos a los partidos y a los entrenamientos siempre que podía. Agazapados en el lateral de un campo o en el cuarto de los técnicos, John y Jim aprendieron los entresijos del juego y la importancia de la motivación.

Se llevan tan solo 15 meses de diferencia y compartían habitación hasta la adolescencia

John y Jim también comparten héroe, su padre. Jack Harbaugh es a día de hoy probablemente el único que sabe cómo jugará cada equipo en la final. Antes de cada partido, los hermanos envían al patriarca las tácticas que han diseñado para el siguiente encuentro para saber su opinión. Los Harbaugh tienen una filosofía de entrenamiento similar y John ha reconocido que le gusta pensar que los Ravens y los 49ers son “como espejos”. Ambos suelen apelar a la figura de Mohamed Ali para motivar a sus equipos. En el vestuario de los 49ers en Candlestick Park hay un retrato del boxeador; John suele poner a los jugadores vídeos de sus combates, de hecho esta temporada el propio Ali acudió a un entrenamiento de los Ravens. Cuando Jim recaló en el equipo de San Francisco en 2011 ordenó que se intercalaran las taquillas de los defensas y los atacantes, algo que ya había hecho su hermano cuando se hizo cargo de los Ravens en 2008.

En casa de los Harbaugh hay una regla: prohibido comparar. Pero en los últimos días ha sido inevitable resaltar las evidentes diferencias que separan a los hermanos. Jim fue un quaterback de cierto éxito en la Universidad de Michigan, que fue fichado en primera ronda del draft por los Chicago Bears. Tras rozar la Super Bowl con los Colts de Indianápolis, estaba llamado a triunfar en los Ravens, donde recaló en 1998. Esa gloria estaba reservada a otro Harbaugh, John, quien siempre supo que, a diferencia de su hermano, nunca podría llegar a competir en la NFL. Un discreto defensa de la Universidad de Miami (Ohio), John decidió canalizar su pasión por el fútbol americano hacia la táctica.

Los 14 años en la NFL han cimentado el carácter competitivo y ganador de Jim, un hombre impetuoso y hosco con la prensa. John es más sosegado e introvertido. Pero la aparente calma de John en ningún caso debería considerarse una especie de alter ego de Jim.

Ambos apelan a la figura de Mohamed Ali para motivar a sus jugadores

Ambos son extremadamente competitivos y no han vacilado a la hora de adoptar decisiones arriesgadas que les podrían haber costado el despido, pero que, sin embargo, han sido determinantes para encaminarlos a la Super Bowl. Jim decidió sentar en el banquillo al quarterback estrella de los 49ers, Alex Smith, y mantener en la titularidad a Colin Kaepernick. Semanas después, John, tras encadenar una serie de derrotas inédita en los Ravens, decidió sustituir a su entrenador de delanteros.

La Super Bowl tiende a magnificar el más mínimo elemento del juego, pero en esta edición el enfrentamiento entre los hermanos Harbaugh ha llegado a eclipsar los aspectos meramente deportivos que rodean a la final. Muchos se han apresurado a calificar el duelo como fratricida. Sus protagonistas prefieren describirlo como fraterno.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.

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