Guerrilleros o 'santones'
El avance de las iglesias, sectas y grupos protestantes en Chiapas y Centroamérica ha sido impresionante. Fuentes evangélicas estiman que un 30% de los 3,4 millones de chiapanecos, en su mayoría. campesinos e indígenas, adoptaron la nueva fe. La antropóloga Cristina Kovic opina: "Muchas mujeres indígenas aceptaron la conversión por rechazar el alcoholismo de sus maridos". El vicario Ituarte culpa a la propia Iglesia católica, históricamente desatenta a las necesidades y las previsiones indígenas, por la pérdida de los feligreses.El obispo Samuel Ruiz, conocedor de cuatro de los nueve idiomas indígenas de Chiapas -tzotzil, tzeltal, chole y tojolobal-, ha intentado cambiar las cosas, promoviendo el catecismo, que incorpora las tradiciones y lucha por la justicia social". Por ello, sus seguidores han sido expulsados de algunas comunidades.
El pastor evangélico Avdías estima que la supremacía de su religión se debe a que mejora la economía familiar: "No hay gastos en alcohol y en las fiestas". Olvida mencionar que los evangélicos exigen la diezma y la ofrenda. Tanto los protestantes como los católicos en Chiapas tienen iglesias separadas para los mestizos y los indígenas.
"Las iglesias católica y evangélica luchan juntas en contra de las expulsiones y a favor de los derechos humanos" sostiene el vicario Ituarte. Sin embargo, el campesino chamula Domingo explica en su precario castellano: "El problema nunca se va a acabar. Los que se oponen a las expulsiones son expulsados y tienen que pagar la multa. Los caciques controlan todo". Libre de hablar tan sólo fuera de su comunidad, Domingo concluye: "Sólo si llegan los guerrilleros las cosas cambiarán
Los indígenas venden ya como si fueran santones las pequeñas efigies de los líderes guerrilleros zapatistas -Marcos y Ramona- hechos de tela.