'Es muy importante que Perú haga una catarsis colectiva'
La antropóloga de 47 años Eliane Karp, la esposa del presidente Alejandro Toledo, no tiene el menor reparo en que la comparen con Hillary Clinton. La primera dama de Perú realizó una visita relámpago a Madrid y concedió una entrevista a EL PAÍS. No tiene pelos en la lengua Karp al afirmar que Perú necesita ahora una concertación de todo, pero no cree que el primer partido de oposición, el APRA, sea leal a la hora de concertar.
Admite Karp que cuatro meses tras la toma de posesión de Toledo hay desencanto en Perú, pero 'no es contra la persona del presidente, sino contra la inanición de los cientos de años anteriores. Es muy frecuente que un país salga de una dictadura feroz, de 10 años en este caso, de inactividad para los sectores más pobres y ahora encuentran una receptividad total, con un presidente de extracción campesina y quechua, y ocurre que todo el mundo quiere todo y al momento'.
La esposa de Toledo trabaja 'en el Gabinete de Apoyo al presidente, y soy presidenta de la Comisión Nacional de los Pueblos Andinos y Amazónicos, de reciente creación. El trabajo de apoyo social incluye el sector marginal, en especial a las asociaciones femeninas de base'.
A la pregunta de si el sueldo de Toledo, 18.000 dólares al mes (3,4 millones de pesetas), no supone un obstáculo para su trabajo social, replica Karp: 'Se lo ha rebajado'. A la objeción '¿no son 12.000 dólares (casi 2,3 millones de pesetas) algo excesivo para Perú?', Karp responde: 'Los dos venimos del sector privado y los dos trabajábamos. Yo he tenido que dejar de trabajar. Alguien tiene que mantener la familia. En este caso, ahora es un sueldo de la familia con el que se mantiene todo. La gente profesional y técnica tiene que recibir un sueldo adecuado: los jueces, la policía, el Ejército, los maestros, que vendrá pronto. Es importante que tengan sueldos adecuados para evitar desencantos'. A la pregunta de si ésa es también una forma de evitar la corrupción, responde: '¡Absolutamente! Por eso se ha subido el sueldo a los jueces'.
Sobre los medios de comunicación vendidos a la dictadura de Alberto Fujimori y su valido Vladimiro Montesinos sostiene Karp: 'Hay un debate en la sociedad peruana y en el Cogreso sobre la renovación automática de las licencias. Son frecuencias públicas y colectivas. En el Perú las ondas no son un bien privado, son del Estado, y se debate si es normal que la renovación de frecuencias sea automática'.
Dos empresarios de televisión se han fugado y se discute en Perú el futuro de sus dos canales. Según Karp, 'se discute poco sobre la calidad de esos servicios. Son empresas que entregan servicios y hay que ver si ese producto es el que la gente quiere, si es de calidad, si es honesto, si es un producto cuyos noticieros y programas son resultado de datos y hechos reales o, como ha sido durante la dictadura, producto de manipulaciones, y si presentan la verdad de los hechos al pueblo. Se podría mejorar la calidad del servicio de esas dos empresas'.
Se muestra Karp partidaria total de perseguir los delitos cometidos durante la dictadura: '¡Absolutamente! Es muy importante que la sociedad peruana se sanee, haga su catarsis y vaya hasta el fondo de los temas. Una sociedad tan profundamente dolida como la peruana, y que su tejido social ha sido penetrado hasta lo más profundo, en el Ejército, la policía los artistas, periodistas, congresistas. Casi nadie se ha librado. Es muy importante que el Perú haga su catarsis colectiva. Sobre todo, que sepamos qué ha pasado y cómo ha pasado, que podamos recuperar los personajes que se han fugado y los dineros relacionados con esas personas. Los necesitamos para nuestros sectores sociales'. Sobre la extradición de Fujimori opina Karp: 'Japón debe alinearse con el resto del mundo en temas de justicia internacional, en particular cuando se trata de violaciones de derechos humanos, y debe entregar a Fujimori, como sería lo normal. Yo no creo que Japón pueda darse el lujo de aislarse de esos temas'.
La solución para el futuro de Perú la ve Karp en la concertación 'con todos los partidos, gremios y toda la sociedaad en general. El programa requiere más de un partido para hacer las reformas. Son temas que necesitan más de un partido y de un periodo presidencial'. A la pregunta '¿El APRA es leal en esta concertación', Karp responde categórica: 'No'.
