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La cúpula militar de Yugoslavia cierra filas en torno al presidente Kostunica

El destituido jefe del Ejército, general Pavkovic, se queda solo en su pulso al poder civil

El general Nebojsa Pavkovic, que desafió al presidente de Yugoslavia, Vojislav Kostunica, al negarse a aceptar la orden de destitución y pase a retiro, se ha quedado solo. El alto mando militar manifestó ayer su lealtad a Kostunica y el sucesor de Pavkovic, Branko Krga, asumió sus funciones al frente del Ejército. No obstante haber ganado el pulso, la figura de Kostunica sale de la crisis manchada. Pavkovic no ha dudado en lanzar barro alrededor de Kostunica y calificar de borracho e incompetente a un general fiel a éste, a quien se atribuye un papel importante en el conflicto.

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La rebelión de Pavkovic, de 56 años, apenas duró unas horas. Se impuso la razón y la primacía del poder civil sobre un militar prepotente y levantisco que se sintió por encima de las instituciones. El Estado Mayor del Ejército, que presidía hasta su destitución Pavkovic, expresó ayer su 'plena disposición a ejecutar con eficacia todas las tareas encomendadas y a cumplir con consecuencia y determinación todas las decisiones del Consejo Supremo de Defensa y del presidente de Yugoslavia'. Krga, sucesor de Pavkovic y su segundo hasta su destitución, el pasado lunes, declaró que está dispuesto a cumplir su deber de forma 'responsable, honrada y profesional, según la Constitución, las leyes y los reglamentos'. También expresó Krga, de 57 años, el convencimiento de que así actuarán los oficiales y soldados del Ejército de Yugoslavia.

Por su parte, Pavkovic no se ha quedado callado y la misma noche de su destitución desencadenó una batalla de barro con la intención de dejar bien pringado a Kostunica y su entorno y al mismo tiempo tratar tal vez de sacar partido de las disputas entre el presidente de Yugoslavia y el primer ministro de Serbia, Zoran Djindjic. Esto ocurría pocas horas después de que Kostunica anunciase que su Partido Democrático de Serbia (DSS) rompía de forma definitiva con la Oposición Democrática de Serbia (DOS), la coalición que gobierna desde la caída del régimen de Slobodan Milosevic.

Trató Pavkovic de sembrar más cizaña aún entre Kostunica y el Gobierno de Serbia. Para ello sacó a relucir que el motivo de la destitución se debe a su negativa a irrumpir con la tropa en la oficina de comunicaciones del Gobierno de Serbia, donde, según asesores de Kostunica, se había instalado un mecanismo de escuchas ilegales para controlar al presidente de Yugoslavia. También arremetió contra un compañero de armas, el general Aleksandar Tomic, jefe de la seguridad militar, que parece haber subido enteros y disfrutar de la confianza de Kostunica. Según Pavkovic, Tomic es un borracho que no ha sido capaz de aprobar en varias convocatorias los exámenes necesarios para desempeñar el cargo que ocupa. De momento, Kostunica ha ganado la batalla, pero Djindjic, su enemigo político, no ha dejado escapar la ocasión de criticarle con dureza.

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