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LA TRANSICIÓN EN IRAK | La nueva Administración

El administrador de Irak promete un Gobierno provisional en una semana

El ex general responsable de la reconstrucción garantiza el pago del sueldo a los funcionarios

Guillermo Altares

El ex general Jay Garner, encargado por Estados Unidos de la reconstrucción de Irak, prometió ayer en Bagdad la formación de un Gobierno provisional y el pago de los salarios a los funcionarios a partir de la próxima semana, después de una reunión con 60 representantes de la sociedad civil iraquí. Sólo en la capital iraquí, cientos de miles de personas llevan desde el 20 de marzo, fecha en que comenzó la guerra, sin cobrar, y cada día se presentan ante las ruinas de lo que hace un tiempo fueron sus puestos de trabajo.

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Las autoridades estadounidenses son conscientes de que la situación de seguridad no comenzará a mejorar hasta que las familias vuelvan a disponer de dinero. "Es muy importante que la gente vuelva al trabajo", afirmó Garner.

"Creo que empezaremos a ver el comienzo de un proceso de Gobierno la próxima semana y estará formado por iraquíes", aseguró en una conferencia de prensa el general retirado. "Tendremos un coordinador en cada uno de los ministerios", agregó Garner, cuyo título oficial es el de director de la Oficina para la Reconstrucción y Ayuda Humanitaria. No le faltará trabajo. Cuando habló de la reapertura de los ministerios civiles puntualizó que estarán dirigidos por iraquíes y se vio obligado a aclarar que si el edificio está destruido se buscará otro. Teniendo en cuenta que todos los ministerios, salvo el de Petróleo, han sido bombardeados o saqueados, que en muchos casos han sido reducidos a escombros y que, desde los aparatos de aire acondicionado hasta las sillas o los archivos se han esfumado durante los pillajes de la semana pasada, encontrar espacios habitables no va a ser una labor sencilla.

Pero Garner no habló de los pequeños detalles -quién va a nombrar a los nuevos responsables del sector público, cómo va organizarse una Administración y un Gobierno sin que exista un Estado, qué harán los funcionarios-, sino de los importantes, tal y como está la situación en el país: la próxima semana los salarios estarán garantizados para aquellos que se presenten en sus puestos de trabajo y el próximo mes los funcionarios volverán a cobrar sus nóminas. También prometió que los beneficios de la venta del petróleo irán destinados a la reconstrucción.

La presencia estadounidense y británica levanta grandes suspicacias entre la población. Los líderes de los incipientes partidos políticos, surgidos de una larga clandestinidad o creados en los últimos días, condenan cualquier posible injerencia de EE UU en el futuro de Irak, aunque saben que sus soldados son los únicos que pueden mantener el orden. Por eso Garner intenta trabajar de forma discreta y sus declaraciones son siempre prudentes. "Nuestro propósito aquí en su país es crear un ambiente favorable para comenzar un proceso de Gobierno", insistió.

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Su encuentro matinal se llevó a cabo en medio de su habitual discreción. Tras visitar el Museo Nacional de Irak, o lo poco que queda de él, el ex general se reunió con "60 iraquíes seleccionados por su capacidad de liderazgo", tal y como fueron definidos por su oficina a la BBC. Los nombres de los notables no fueron proporcionados. Todos eran hombres y la entrevista se prolongó durante una hora, según la agencia Reuters, que pudo acceder al lugar donde se celebró. De nuevo, Garner reiteró que su propósito era que los propios iraquíes dirigiesen su país. "La sangre que corre por sus venas viene de la cuna de la civilización", dijo. En cuanto a la futura forma de Gobierno, el general retirado insistió en que debía ser una democracia y aclaró que no era deseable un Estado islámico en el país.

Entre los asistentes estarán sin duda los escogidos para formar el Gobierno provisional, aunque su poder ejecutivo será muy reducido. Su función será poner en marcha un embrión de Administración y hacer que las cosas más elementales empiecen a funcionar, comenzando por el agua corriente, la electricidad, el sistema bancario o las nóminas. Entre los invitados al encuentro no estuvieron ni el líder de la oposición a Sadam en exilio, Ahmed Chalabi, ni Mohamed Zubeidi, que se autoproclamó alcalde la capital, aunque no ha sido nunca reconocido por EE UU.

"Necesitamos seguridad, necesitamos paz, necesitamos orden", aseguró a Reuters uno de los asistentes. El hecho de que Garner viva en un palacio de Sadam protegido por soldados y que se desplace por Bagdad en medio de impresionantes medidas de seguridad demuestra que la principal petición de los ciudadanos, la seguridad, está aún lejos de conseguirse.

El ex general Jay Garner, inspeccionaba ayer lo que será su nueva oficina, en el Palacio de la República de Sadam Husein.
El ex general Jay Garner, inspeccionaba ayer lo que será su nueva oficina, en el Palacio de la República de Sadam Husein.EFE

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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