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Los sindicatos paralizan las carreteras de Bolivia

La zona occidental de Bolivia soporta estoicamente 15 días de bloqueos parciales de carreteras en el altiplano y una huelga decretada por la Central Obrera Boliviana (COB) que, en su segundo día, tiene una escasa convocatoria a pesar del vacío de poder que refleja el Gobierno del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.

Los que sufren mayores daños económicos son los agricultores del altiplano y los valles aledaños a la ya aislada ciudad de La Paz, pues no pueden acceder a los mercados debido al cierre de los accesos que dispusieron los sindicatos campesinos. Los productos hortícolas se pierden en los mismos campos, como los 15.000 litros diarios que lecheros del altiplano no logran entregar a la planta industrializadora de lácteos de La Paz, y los 8.000 dólares, una pequeña fortuna que han perdido en 15 días los artesanos que no lograron exportar su producción para sus clientes en Estados Unidos y Europa.

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El transporte por la principal carretera del país -que circula de este a oeste- y por los caminos secundarios continúa irregular debido a los obstáculos colocados por los indígenas del altiplano, y comienza a registrar pérdidas también en los sectores exportadores que no pueden llegar oportunamente a puertos sobre el Pacífico.

Los bloqueos, ordenados por el secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Felipe Quispe, buscan obligar al Gobierno a atender una larga lista de peticiones -acumuladas por incumplimiento- que pasan por eliminar la discriminación económica y social de este segmento mayoritario de los bolivianos, mejorar sustancialmente la precaria condición de vida del campesino -uno de los más pobres del planeta, según la ONU- y mecanizar la agricultura que aún utiliza arados de madera, hechos por los indígenas, arrastrados por bueyes.

Viejos fusiles

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El altiplano está sacudido, además, por la presencia de jóvenes aymaras que, con viejos fusiles Mauser en alto, advierten de su intención de solucionar sus problemas con las armas. Los maestros de La Paz se han plegado al paro dispuesto por el impugnado secretario ejecutivo de la COB, Jaime Solares, huelga que ha sido acatada por cuatro federaciones de gremialistas de La Paz, y en menor medida por otros sindicatos en Oruro y Potosí.

El paro pretende "derrocar" a Sánchez de Lozada si éste persiste en vender el gas natural y exportarlo por un puerto chileno. Los principales departamentos (provincias) económicos del país como Santa Cruz, Cochabamba y Tarija, además de Beni y Pando, desoyeron la medida y cumplen normalmente con sus actividades. En Cochabamba, el líder cocalero y diputado por el Movimiento al Socialismo (MAS) Evo Morales -que no apoya ni a Quispe ni a Solares- reiteró la necesidad de volver al diálogo como una forma de solucionar la conflictiva situación de Bolivia.

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