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Los sindicatos anuncian una dura semana de protestas en Bolivia

Marchas y bloqueos de carreteras buscan que dimita el presidente

La Central Obrera Boliviana (COB) ha llamado al desacato civil, que se suma a una huelga general decretada la semana pasada y a marchas callejeras para forzar la renuncia del presidente boliviano, Gonzalo Sánchez de Lozada, mientras los sindicatos campesinos amplían el bloqueo en todas las carreteras del país.

La arremetida, una de las más duras de los últimos años, al menos verbalmente, del nuevo secretario ejecutivo de la COB, Jaime Solares, incluye marchas callejeras "de largo aliento" -unas seis horas- en todas las ciudades del país, pero principalmente en La Paz, que tendrá que sufrir concentraciones y sitio de calles a lo largo de los próximos cinco días. Solares dijo que se hace también una convocatoria a los militares y policías para cuidar de "nuestras riquezas estratégicas" en una clara alusión a la exportación de gas natural.

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Por su parte, el líder de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Felipe Quispe, advirtió de que los bloqueos en el altiplano pueden prolongarse hasta fin de año. "Parece que el Gobierno piensa que nos vamos a cansar, pero como no tenemos patrones y somos labradores libres los aymaras podemos seguir bloqueando hasta diciembre", dijo Quispe, que reiteró que espera que se concrete un diálogo con el Gobierno. Los cocaleros de Cochabamba y del norte de La Paz, y los colonos de Santa Cruz y Beni se sumarán al bloqueo, cada sindicato con peticiones particulares, aun cuando se intenta generalizar una supuesta protesta contra la venta del gas.

Hasta ahora, el presidente Sánchez de Lozada ha tomado con mucha calma la conflictiva situación que vive el país. Anunció que no habrá estado de sitio, mientras que el Ministerio de Gobierno subrayó que en ocho de los nueve departamentos las actividades son normales. La aparentemente insostenible situación social, económica y política de este país andino, el más pobre de la región, ha llevado a algunas organizaciones ciudadanas a plantear en manifiestos públicos la refundación de Bolivia con autonomía regional, en unos casos, y en otros, la promoción de un movimiento que recobre el sentido patriótico.

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