_
_
_
_
_
REVUELTA EN BOLIVIA

Las protestas amenazan el plan de Repsol YPF de exportar gas boliviano a EE UU

El Gobierno suspende hasta enero el proyecto que ha provocado la ira de los indígenas

Fernando Gualdoni

La inestabilidad política y económica de Bolivia amenaza el proyecto energético más ambicioso de Repsol YPF en Suramérica, después de Argentina, y una fuente de ingresos para las arcas de Ejecutivo boliviano que como mínimo le aportaría unos 300 millones de dólares anuales sólo en impuestos, es decir, sin incluir los ingresos por divisas. El plan de exportar gas a EE UU por mar desde un puerto chileno o peruano ha desatado la ira de buena parte de la población contraria al proyecto y ha forzado al Gobierno a suspender un ya demorado proyecto hasta por lo menos enero próximo.

Más información
El presidente millonario contra el líder cocalero
El Gobierno de Bolivia se resquebraja tras una revuelta con decenas de muertos
El Ejército desaloja por la fuerza a los manifestantes de La Paz

El negocio que comenzó a perfilarse hace tres años con un compromiso de inversión de unos 5.000 millones de euros por parte del consorcio Pacific LNG (sociedad de Repsol YPF, British Gas y Pan American) está en este momento paralizado y su continuidad amenazada. Es un hecho que la ejecución del plan para exportar gas de Bolivia a EE UU ya lleva un año de retraso y es prácticamente imposible que se ponga en marcha para 2006, como se había previsto.

Las exportaciones de gas, según diferentes estudios, reportarán una ganancia de 200 millones de dólares anuales a las empresas y más de 300 millones sólo en impuestos (sin contar la entrada de divisas) a las arcas de Bolivia.

A pesar de que el presidente Sánchez de Losada ve el proyecto como un salvavidas para la economía, el Ejecutivo no logró en más de un año decidir si el gas saldría por un puerto chileno (la alternativa menos costosa) o por uno peruano. La expectativa de una decisión en favor de Chile reavivó el odio histórico derivado de la guerra del Pacífico (1879), tras la cual Chile arrebató a Bolivia su salida al mar. Ahora, tras las últimas protestas, el Gobierno boliviano aplazó una vez más su decisión y nada hará al respecto por lo menos hasta después del 31 de diciembre.

Buena parte de la población de Bolivia, que hoy sufre los efectos de una aguda crisis económica, ha canalizado su ira contra el plan energético. Para los manifestantes, el proyecto supone la entrega del mayor recurso del país a empresas y mercados extranjeros a cambio de un beneficio que no está claro que vaya a ser generalizado. Fuentes del sector energético señalan que el plan también se ha convertido en el caballo de batalla contra la gestión de Sánchez de Losada.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

En menos de un mes, Repsol YPF presentará la revisión de su plan estratégico para los próximos años a los analistas y allí se verá qué previsión tiene la compañía para su proyecto boliviano. A pesar de que Bolivia supone en torno al 6% de la producción total de hidrocarburos de la compañía (frente al 72% que representa Argentina), el país andino fue presentado como el segundo proyecto en la región y adquirió más relevancia tras la crisis energética de California.

El plan consistía en transportar el gas boliviano por mar hasta México, y allí, en plantas de ciclo combinado en Baja California, producir la electricidad que el Estado de California necesita. Sin embargo, si el proyecto boliviano se retrasa aún más, el gobernador Arnold Schwarzenegger sin duda buscará otro proveedor.

Manifestantes clamaban ayer contra el Gobierno en medio de una nube de gases lacrimógenos lanzados por la policía en La Paz.
Manifestantes clamaban ayer contra el Gobierno en medio de una nube de gases lacrimógenos lanzados por la policía en La Paz.LA RAZÓN/BOLIVIA

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Fernando Gualdoni
Redactor jefe de Suplementos Especiales, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS como redactor de Economía, jefe de sección de Internacional y redactor jefe de Negocios. Es abogado por la Universidad de Buenos Aires, analista de Inteligencia por la UC3M/URJ y cursó el Máster de EL PAÍS y el programa de desarrollo directivo de IESE.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_