La oposición denuncia irregularidades en las elecciones de Georgia

Los georgianos acudieron ayer a las urnas para votar por un nuevo Parlamento y, al mismo tiempo, participar en un referéndum que debe decidir si reducen o no los escaños de la Cámara de 235 a 150. La importancia de estas elecciones legislativas reside para Georgia en el hecho de que son las últimas que se celebran bajo la presidencia de Eduard Shevardnadze, cuyo mandato expira en 2005 sin que, según la ley, pueda optar a otra reelección.

Las irregularidades han estado a la orden del día en las elecciones georgianas, según ha denunciado la oposición. Entre un 20% y un 50% de los electores no han encontrado sus nombres en las listas de votantes, dos colegios han tenido que ser cerrados, y, por si esto fuera poco, fuerzas especiales de la policía tuvieron que ser movilizadas en tres ciudades debido a los disturbios que allí se han producido. Además, el ministro de Seguridad anunció el hallazgo de explosivos, minas y lanzagradas que, según él, deberían servir a un grupo de extremistas para dar un golpe de Estado. Sin embargo, los servicios secretos no han podido detener a nadie, aunque el ministro parece estar al tanto de todos sus planes, ya que dijo que los sujetos a quienes están buscando pretendían "lanzar granadas contra las colas de votantes" y "minar" la residencia del presidente Shevardnadze.

La situación, tanto económica como política de Georgia, es sumamente grave. La economía continúa en ruinas, mientras que el poder central de Tbilisi controla sólo una parte del territorio del país. Abjazia, en el noroeste, es de facto independiente, después de que Tbilisi perdiera en 1993 la guerra que ella misma desató. Con Osetia del Sur, en el norte, sucede otro tanto, mientras que Adzharia, en el suroeste, aunque participa en los comicios y formalmente no pretende separse de Georgia, en la práctica se autogobierna sin tener en cuenta los intereses de Tbilisi. Además, el líder de Adzharia, Aslán Abashidze, ha advertido de que inmediatamente después de los comicios celebrará un referéndum para que la población valore los resultados de éstos; es decir, que, si no le gustan, simplemente no los reconocerá.

Los georgianos con derecho a voto son algo menos de tres millones, que deberán elegir entre 12 bloques electorales, nueve partidos y candidatos independientes, en total más de 3.500 aspirantes a convertise en diputados. De los 235 escaños parlamentarios, 75 se eligen por el sistema mayoritario, y el resto, en listas de partidos según el sistema proporcional.

Deportistas famosos

Los analistas opinan que unos seis o siete partidos superarán la barrera del 7%, el mínimo que establece la ley para poder tener representación parlamentaria. Los favoritos son Burdzhanadze-Demócratas, liderada por la jefa del Parlamento saliente, criaturas del presidente georgiano que ahora le han dado la espalda con el lema "Georgia sin Shevardnadze"; el Movimiento Nacional, liderado por el ultranacionalista y antirruso Mijaíl Saakashvili; la Nueva Georgia de Shevarnadze, los comunistas y los partidarios del ex presidente Zviad Gamsajurdia.

Como nota curiosa de estas elecciones hay que decir que nunca antes había habido tantos deportistas famosos candidatos a diputado en Georgia. Compiten por formar parte del nuevo Parlamento las ajedrecistas Nona Gaprindashvili, ex campeona mundial, y Ninó Gurieli; Vladímir Gutsáyev, legendario futbolista del Dinamo de Tbilisi y de la selección soviética; el levantador de pesas Guiorgui Asanidze, cuatro veces campeón del mundo; el boxeador Guiorgui Kandelaki; los luchadores Rura y Dilar Jabuliani; el alpinista Guiya Tortladze y el presidente de la Federación de Fútbol, Merab Zhordianía.