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Un ataque contra la base dominicana en Diwaniya causa tres heridos

Miguel González

La Brigada Plus Ultra, liderada por los españoles, sufrió ayer su segundo ataque en 24 horas. Si el miércoles el objetivo fueron los hondureños, ayer les tocó el turno a los dominicanos. Cinco granadas de 60 milímetros fueron lanzadas contra la base Santo Domingo de Diwaniya, donde viven 300 militares de la República Dominicana, 260 policías militares de EE UU y tres decenas de españoles.

El proyectil más próximo quedó a 25 metros del acuartelamiento, pero la falta de puntería no evitó que se produjeran heridos entre la población local. Dos niños que estaban durmiendo -el ataque se produjo a las cuatro de la madrugada, dos horas menos en la España peninsular- resultaron heridos leves por la granada que cayó en su casa, al igual que un policía iraquí que estaba de guardia en el Hospital General de Diwaniya, en cuyo tejado impactaron dos de los proyectiles. Las otras dos granadas fueron a parar al aparcamiento del centro hospitalario y a una plaza, sin producir daños personales, aunque varios vehículos quedaron destrozados.

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La técnica es la misma que se empleó el miércoles en el ataque contra la base Tegucigalpa, en Nayaf, a 60 kilómetros de Diwaniya: las granadas fueron disparadas con un mortero instalado sobre un camión que se dio inmediatamente a la fuga. Los acuartelamientos de la Brigada Plus Ultra -y en especial la base España, donde se concentran más de mil soldados españoles, al otro extremo de Diwaniya, a unos seis kilómetros de la base Santo Domingo- están fortificados con grandes bloques de cemento que cierran el paso a hipotéticos coches bomba, pero nada puede evitar los ataques con granadas, cada vez más frecuentes, que, aunque imprecisos, pueden causar bajas como sucedió hace pocos días en la base de EE UU en Mosul, al norte de Irak.

Por otra parte, el Ejército de EE UU anunció ayer que había matado a dos iraquíes sospechosos de formar parte de la resistencia y arrestado a más de sesenta en la localidad de Ramadi, 150 kilómetros al oeste de Bagdad. En esta ciudad, tres civiles y dos policías iraquíes resultaron heridos en un ataque con armas automáticas contra una comisaría.

El mando militar estadounidense dio ayer marcha atrás y aseguró que el hombre detenido el miércoles en el barrio chií de Sadr City, en Bagdad, al que inicialmente presentó como lugarteniente del imam radical Muqtada al Sadr, no tiene relación con el clérigo.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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